Despues de que ella lo dejo caer en las manos del hombre, comprendio que la fiesta habia migrado hacia lo que parecia una sala de billar. Estaba a punto de entrar cuando sintio un frio envio que le llegaba desde algun sitio detras de ella. ?Las puertas de la casa estaban abiertas?
Ella se dio la vuelta.
Zsadist estaba en una zona tenue del vestibulo, mirandola fijamente desde las sombras. Iba vestido con la misma clase de jersey de cuello alto y pantalones holgados negros que llevaba la ultima vez que lo habia visto, y como entonces, su imagen nocturna era salvaje. Sexual.
Oh, si, penso ella mientras enrojecia. Era por lo que habia venido. Tenia que volver a ver al hombre otra vez.
Tomo aliento y fue hasta el.
– Hola. -Cuando el no dijo nada, ella se obligo a sonreir. -Una tarde encantadora, ?verdad?
– ?Te gusto tocar a mi gemelo?
?Era su gemelo? Como podia ser que los dos fueran…Bien, habia alguna semejanza. Si se imaginaba que desaparecia la cicatriz de Zsadist y se dejaba crecer el pelo…
– Te hice una pregunta, mujer ?Te gusto tocarle el pelo? – Los oscuros ojos viajaron hacia su cuerpo, remontando las lineas de la blusa se seda y la estrecha falda que llevaba. Cuando volvio a su cara, su vista se retardo sobre su boca. ?Vas a contestarme, mujer?
– Bella. -Murmuro automaticamente- Por favor, llamame Bella.
Zsadist la miro con los parpados caidos. -?Piensas que es hermoso?
– Ah…el es apuesto, si.
– Apuesto. Si, esa es la palabra. Dime algo, ?le quieres lo suficientemente mal como para estar conmigo?
El calor afloro en ella, un fuego encendido por las palabras que le decia y el modo en que la miraba con el sexo en sus ojos. Pero entonces comprendio lo que el le habia dicho.
– Lo siento, no entiendo…
– Mi gemelo es celibe desde la lengua hasta los pies. Tengo miedo de ser lo mas cerca que estaras de Phury. – Hizo el sonido chasquear la lengua. -Pero soy un pobre substituto ?verdad?
Bella se puso la mano en el cuello, ahogandose ante las imagenes de estar bajo el cuerpo de Zsadist mientras el se movia en su interior.
?Como se sentiria? ?Ser tomada por el? Su parte imprudente deseaba saberlo.
Oh, Dios. Solo pensar en ello hacia que temblase.
Zsadist rio con serenidad.
– ?Te he impresionado? Lo siento. Solo intentaba ayudarte a salir de una dura y dificil situacion. Del deseo de algo que no podras tener debe ser una perra. – Sus ojos se cernieron sobre su garganta. -Yo mismo, nunca he tenido ese problema.
Mientras ella tragaba, el controlo el movimiento. -?Problema? -Susurro ella.
– Lo que quiero, lo tomo.
Si, penso ella. Seguramente lo haces, verdad.
En una ardiente rafaga, se lo imagino mirandola hacia abajo mientras sus cuerpos estaban juntos, a pocas pulgadas de su cara. En su fantasia la tenia levantada con su brazo. Ella queria pasar la yema de su dedo a traves de su cicatriz hasta la boca. Solo saber lo que sentiria el.
Con rapido movimiento, Zsadist esquivo el contacto, sus ojos llameaban como si lo hubiera impresionado. La expresion fue rapidamente ocultada.
Con voz laconica, la fria voz de el dijo. -Cuidado, mujer. Muerdo.
– ?Alguna vez diras mi nombre?
– ?Tomamos algo de beber, Bella? -Phury intervino. La tomo del codo. -La barra esta en la sala de billar.
– Si, llevatela. -Dijo Zsadist arrastrando las palabras. -Eres un heroe tan bueno, mi hermano. Siempre salvando a alguien. Y deberias saber, que ella piensa que eres apuesto.
La cara de Phury se tenso, pero no le respondio mientras la conducia a traves del vestibulo.
Cuando ella se giro, Zsadist habia desaparecido.
Phury le dio a su brazo un tiron para captar su atencion. -Tienes que mantenerte alejada de el. -Cuando ella no le respondio, el guerrero la levo a una esquina y la agarro por los hombros. -Mi gemelo esta hecho pedazos. ?Entiendes la diferencia? Con lo roto, tal vez puedas arreglarlo. ?Con lo arruinado? Todo lo que puedo hacer es esperar para enterrarlo.
Su boca se abrio ligeramente. -Eso es…insensible.
– Esa es la realidad. Si el muere antes de que lo haga yo, me matara. Pero eso no cambia lo que es.
De forma significativa ella se separo del hombre. -Mantendre este en mente. Gracias.
– Bella…
– ?No vas a conseguirme una bebida?
Capitulo 39
O estaba aparcado delante del altisimo edificio de apartamentos. La monolitica monstruosidad era uno de los mas altos de Caldwell, sistemas de lujo, un intento de desarrollo al otro lado de la orilla. El apartamento de C estaba sobre el piso veintiseis de cara al agua.
Pretencioso. Seriamente pretencioso.
La mayor parte de los lessers vivian en agujeros de mierda porque la Sociedad creia que el dinero debia ir a donde estaba la guerra. C se escapo con un estilo llamativo por que podia permitirselo. Habia sido un malcriado chico rico antes de haber entrado en los anos setenta y de algun modo habia mantenido su dinero. El tipo era una combinacion insolita: un amateur con tendencias de asesino en serie.
Como era despues de las diez no habia ningun portero y la apertura de la cerradura electronica seria trabajo de un momento. O tomo el ascensor de acero y cristal hasta el piso veintisiete y bajo las escaleras, mas por habito que por necesidad. No habia ninguna razon para pensar que alguien daria una mierda por quien era o a donde iba. Ademas, el edificio era un pueblo fantasma esta noche, los residentes del Euro-trash estarian tomando extasis y coca en el centro de la ciudad en el Zero Sum.
Llamo a la puerta de C.
Esta era la quinta direccion que habia visitado de la lista que le habia dado el Sr. X de los miembros incontados y la primera de las incursiones de esta noche. La tarde anterior, habia tenido exito. Uno de los asesinos habia estado fuera del estado, habia decido de motu propio echarle una mano a un compinche en D.C. Dos del AWOLs, que habian sido companeros de habitacion, habian sido heridos metiendose en una pelea el uno con el otro; estaban curandose y estarian en linea en un par de dias. Al final el lesser habia estado perfectamente sano en un SOB quien solo habia estado en el tubo y a su alrededor. Bien, perfectamente sano, que fue, antes de que el hubiera tenido un desafortunado accidente cuando O se marchaba. Pasaria una buena semana antes de poderse levantar y controlar otra vez, pero la visita seguramente habria clarificado sus prioridades.
Era gracioso como un par de rotulas rotas podian hacer esto a un tipo.
O golpeo otra vez sobre la puerta de C y luego escogio la cerradura. Cuando abrio la puerta, retrocedio. Oh, mierda. El lugar olia fatal. Como basura podrida.
Se dirigio a la cocina.
No, no era la basura. Era C.
El lesser estaba boca abajo en el suelo, sobre un fondo de sangre negra a su alrededor. Al alcance de su mano, habia algunas vendas y aguja e hilo, como si hubiera intentado arreglarse. Al lado del material de primeros auxilios estaba su BlackBerry y el teclado numerico estaba cubierto de sangre. El monedero de una mujer, tambien manchado, estaba al otro lado.
O hizo rodar a C. El cuello del asesino habia sido acuchillado, un buen corte profundo. Y considerando el camino la piel habia sido cauterizada, la rebanada habia sido hecha por una de las repugnantes dagas negras de la Hermandad. Hombre, lo que tenian en aquel metal parecia acido activo en la herida del lesser.
La garganta de C funcionaba, echando sonidos guturales, demostrando que de hecho estaba un poquito muerto. Cuando trajo a colacion su mano, habia un cuchillo en ella. Unos cortes marcaban su camisa, como si