Despues de darle algun tiempo para que se adelantara, camino rapidamente, moviendose silenciosamente hacia el segundo piso. Cuando llego arriba, vio el talon de su bota desaparecer por una esquina. Corrio rapidamente por la alfombra, manteniendo cierta distancia cuando el escogia el pasillo que llevaba a su habitacion y al vestibulo de abajo.

Zsadist hizo una pausa. Ella se escondio detras de una escultura de marmol.

Cuando se asomo, el se habia ido. Ella camino hacia donde lo habia visto y encontro una puerta ligeramente entornada. Acerco su cabeza. La habitacion estaba a oscuras, la luz del pasillo progresaba poco en la oscuridad. Y hacia frio, como si la calefaccion estuviera desconectada durante la noche, pero no habia sido conectada ya que el calor del verano habia desvanecido.

Sus ojos se adaptaron. Habia una amplia cama. Suntuosa, con colgaduras de pesado terciopelo carmesi. Otros muebles eran igualmente prodigos, aunque habia algo impar en una esquina en el suelo. Una plataforma de mantas. Y un craneo.

A Bella la hicieron entrar dentro estirandola del brazo.

La puerta se cerro de golpe y la habitacion quedo sumergida en la total oscuridad. Con un rapido jadeo, la hizo girar y empujo su cara hacia la pared. Las velas se encendieron.

– ?Que joder estas haciendo aqui?

Ella intento tomar aliento, pero con el antebrazo de Zsadist presionando sobre su espalda, no podia introducir mucho aire en sus pulmones.

– Yo, ah, yo…pensaba que nosotros podiamos hablar.

– De verdad. ?Eso es lo que quieres hacer aqui? Conversar.

– Si, pense…

Su mano sujetaba como una abrazadera el dorso de su cuello. -No hablo con las mujeres que en silencio me siguen. Pero te mostrare lo que estoy dispuesto a hacerles.

Coloco su grueso brazo alrededor de su estomago, retirando sus caderas de la pared y empujando su cabeza hacia abajo. Desequilibrada, ella se esforzo por aguantarse contra una de las molduras.

Su excitacion arremetio contra su corazon. Su respiracion exploto abriendose paso a traves de sus pulmones.

Mientras el calor crecia entre sus piernas, su pecho le acariciaba la espalda. Saco la blusa de su falda y resbalo su mano por su vientre, atravesandolo con sus dedos largos y la amplia palma.

– Una mujer como tu deberia estar con otro aristocrata. ?O las cicatrices y la reputacion forman parte de mi atractivo? – Cuando ella no le contesto, por que estaba sin aliento, el refunfuno. -Si, desde luego que lo son.

Con un rapido movimiento el empujo hacia arriba su sosten y capturo su pecho. Atrapada en un ataque de cruda lujuria, ella siseo y se tenso. El sonrio un poco.

– ?Demasiado rapido? – El tomo su pezon entre sus dedos y lo acaricio, combinando el placer y el dolor. Ella grito. -?Es demasiado aspero para ti? Intentare controlarme, pero, ya sabes, soy un salvaje. Es por eso por lo que me quieres ?no es cierto?

Pero no era demasiado rapido o demasiado aspero. Dios la ayudara, le gustaba. Lo queria con fuerza y ahora y lo queria con el. Queria romper las reglas, queria el peligro y la emocion, queria el calor salvaje y el poder de el. Y ya estaba lista, sobre todo cuando le empujo la falda hacia las caderas. Todo lo que tenia que hacer era apartar su tanga y podria hundirse profundamente.

Pero ella queria verlo cuando la penetrara. Y queria tocar su cuerpo tambien. Comenzo a levantarse, pero el la contuvo, inclinandose contra su cuello, manteniendola en el lugar.

– Lo siento, soy un pony con truco. Solo lo hago asi.

Ella lucho, muriendose por besarlo. -Zsadist…

– Llegas tarde para habertelo repensado. -Su voz era un grunido sensual en su oido. -Por alguna razon, quiero joderte. Mal. Por lo que haganos a ambos un favor y aprieta los dientes. No me costara mucho tiempo.

Su mano abandono su pecho, se lanzo entre sus piernas y encontro su centro.

Zsadist se congelo.

Instintivamente ella movio sus caderas, frotandose entre sus dedos, sintiendo una maravillosa friccion…

El salto hacia atras. -Sal de aqui.

Desorientada, ferozmente despertada, se balanceo cuando se incorporo. -?Que?

Zsadist se acerco a la puerta, la abrio y miro fijamente al suelo. Cuando ella no se movio, el rugio. - Marchate.

– Por que…

– Dios, me pones enfermo.

Bella sintio que toda la sangre le abandonaba la cara. Se bajo la falda y recompuso su camisa y el sosten. Entonces salio de la habitacion.

Zsadist cerro con un golpe la puerta y corrio al cuarto de bano. Levanto la tapa del retrete, se inclino y vomito la manzana que se habia comido.

Cuando tiro de la cadena, se hundio en el suelo, tembloroso y mareado. Intento respirar profundamente, pero todo lo que podia oler era a Bella. Su adorable, inexplicable excitacion estaba en sus dedos. Se quito el jersey de cuello vuelto y lo coloco alrededor de su mano, necesitando su debil olor.

Dios, el perfecto saten de ella. La magnifica fragancia de su pasion. Todo lluvia exquisita.

Ninguna mujer se habia mojado por el durante cien anos. No desde su tiempo como esclavo de sangre. Y entonces…el no lo habia querido, habia aprendido a temer la excitacion.

Intento concentrarse en el actual regalo, intentando mantener la imagen del cuarto de bano, pero el pasado lo succiono hacia atras…

Estaba en la celda, con los grilletes puestos, su cuerpo no era suyo. Sintio las manos de la Mistress, olio el balsamo que tenia que ponerle para conseguir la ereccion que necesitaba. Y luego ella lo montaba, bombeandolo hasta que lo conseguia. Despues de esto, lo mordia y agredia mientras bebia y se alimentaba de sus venas.

Todo habia vuelto. Las violaciones. Las humillaciones. Las decadas de abusos hasta que perdio la nocion del tiempo, hasta que casi no fue nada, casi muerto excepto por el incesante latido de su corazon, atrapado en su memoria y el funcionamiento mecanico de sus pulmones.

Escucho un extrano sonido. Comprendio que estaba gimiendo.

Oh…Bella

Coloco su frente sobre su biceps. Bella. Dios, ella hacia que se avergonzara de sus cicatrices y de su fealdad, sus aspecto arruinado y su negra y repugnante naturaleza

En la fiesta ella sin ningun esfuerzo se habia dirigido a sus hermanos y a las mujeres, sonriendo, riendo. Tenia un encanto y una facilidad que hablaba de la vida comoda que habia tenido. Probablemente nunca habia conocido una palabra o un hecho poco amable. Seguramente nunca habia sido cruel o dura con otra persona. Era una mujer que valia, no como la gente mala, hambrientas humanas de las que habia estado bebiendo.

No la habia creido cuando le habia dicho que queria acostarse con el, pero ella habia querido. Era lo que toda su sedosa humedad significaba. Las mujeres podrian mentir sobre muchas cosas, pero no en esto. Nunca sobre esto.

Zsadist se estremecio. Cuando la habia tenido inclinada y tocaba sus pechos, habia planeado detenerse a pesar de lo que le habia dicho. Habia creido que la asustaria estando a solas, la abrumaria un poco antes de enviarla de nuevo a su camino.

Pero en realidad habia querido estar con el.

Recordo de nuevo lo que habia sentido cuando se habia zambullido entre sus muslos. Habia sido tan…suave. Tan increiblemente caliente, lisa y lista. Al principio la habia tocado para saber lo que sentia por el. No habia tenido ninguna idea de hacerlo, pero entonces turbandolo, la Mistress habia regresado. Habia visto su cara y habia sentido su cuerpo encima suyo.

La Mistress siempre habia ido a el muy animada y hacia muchos esfuerzos para asegurarse de que el lo sabia, aunque no la hubiera tocado nunca con las manos. Habia sido astuta. Despues de cada cosa que le hacia, si hubiera sido capaz de oponerse a ella, la habria desgarrado como un animal rabioso y ambos lo sabian. Peligrosamente enjaulado le representaba una gran emocion a ella.

Penso en la atraccion de Bella hacia el. Estaba basado en lo mismo ?no? El poder del sexo. El salvaje sujeto con los grilletes usados para el placer.

O en el caso de Bella, el hombre peligroso utilizado para una aventura.

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