Alguna cosa que Rhage habia recogido en el TGI Friday?s en su primera cita.
Dios, parecia que habian pasado anos, penso Mary. ?Y quien podria haber previsto que acabarian aqui juntos?
La oficina de la Dra. Delia Croce estaba desordenada con montones de papeles, archivos y libros. Los diplomas de Smith y Harvard colgados en la pared, pero lo que Mary siempre encontraba mas alentador era la linea de violetas africanas sobre el alfeizar.
Ella y Rhage se sentaron mientras la doctora se dirigia hacia detras de su escritorio.
Antes de que la mujer estuviera en su silla, Mary dijo. – Entonces ?que me va a administrar y cuando podre empezar?
La Dra. Delia Croce levanto la mirada de los registros medicos, las plumas, los clips de carpeta y el telefono de su escritorio.
– Hable con mis colegas asi como con otros dos especialistas. Hemos repasado los registros y los resultados de ayer…
– Estoy segura de que los tiene. Ahora digame donde nos encontramos.
La otra mujer se quito las gafas y respiro profundamente. -Creo que debe poner en orden sus asuntos, Mary. No hay nada que podamos hacer por usted.
A las cuatro treinta de la madrugada, Rhage dejo el hospital en un estado absoluto de desconcierto. Nunca habia esperado ir a casa sin Mary.
Se habia quedado para una transfusion de sangre y porque claramente aquellas fiebres nocturnas y el agotamiento eran los inicios de una pancreatitis. Si las cosas mejoraban le darian el alta a la manana siguiente, pero nadie se comprometia.
El cancer era fuerte: su presencia se habia multiplicado en un corto periodo de tiempo entre que ella habia tenido su chequeo trimestral hacia una semana y la muestra sanguinea del dia anterior. Y la Dra. Delia Croce y los especialistas habian acordado que por los tratamientos que Mary habia recibido, no podian administrarle mas quimioterapia. Su higado estaba liquidado y no podia aceptar la carga quimica.
Dios. El se habia preparado para una lucha infernal. Y una gran parte de sufrimiento, en particular esta parte. Pero nunca la muerte. Y no tan rapida.
Solo tenian unos meses. Hasta la primavera. Tal vez hasta el verano.
Rhage se materializo en el patio de la casa principal y se dirigio al Pit. No podia regresar a su habitacion y de Mary solo. No aun.
Pero cuando estuvo de pie ante la puerta de Butch y V, no llamo. En cambio apoyo su hombro sobre la fachada de la casa principal y penso en Mary alimentando a los pajaros. Se la imagino alli, sobre las escaleras, con la encantadora sonrisa sobre su cara, la luz del sol sobre su pelo.
Dulce Jesus. ?Que iba a hacer sin ella?
Penso en la fuerza y resolucion en sus ojos despues de que el se alimento de otra mujer delante de ella. De la manera que lo amaba aun cuando habia visto a la bestia. De su silenciosa, demoledora belleza y su risa y sus ojos grises metalizados.
Sobre todo penso en la noche que habia salido de la casa de Bella, corriendo sobre el frio con los pies desnudos, hacia sus brazos, diciendole que no estaba bien…finalmente acudiendo hacia el buscando ayuda.
Sintio algo sobre su cara.
Ah, joder ?Estaba llorando?
Yup
Y no se preocupo de que fuera a ser suave.
El miro hacia las piedras del camino de acceso y se sintio herido por el absurdo pensamiento de que eran muy blancos como los reflectores. Y tal era la barrera de contencion estucada que corria alrededor del patio. Y la fuente en el centro habia sido drenada durante el invierno…
El se congelo. Entonces abrio los ojos.
Se giro despacio hacia la mansion, levantando la vista hasta la ventana de su habitacion.
Su objetivo lo incito y lo condujo hasta el vestibulo en una carrera mortal.
Mary estaba tendida en la cama del hospital e intentaba sonreirle a Butch, quien estaba sentado en una silla en la esquina con su sombrero y las gafas puestas. Habia venido cuando Rhage la habia dejado para protegerla y mantenerla segura hasta que cayera la noche.
– No tienes que ser sociable. -Dijo Butch suavemente, como si supiera que luchaba por ser cortes. – Solo haz lo tuyo.
Ella asintio y miro por la ventana. Los intravenosos en su brazo no estaban mal; no le dolia. Entonces otra vez, estaba tan entumecida que podrian haberle martilleado clavos sobre las venas y probablemente no lo habria notado.
Santo infierno. El final habia llegado. La ineludible realidad de morir estaba sobre ella. Ninguna salida esta vez. Nada que se pudiera hacer, ninguna batalla que emprender. La muerte no seria un concepto abstracto, seria un acontecimiento muy real, inminente.
Ella no sintio ninguna paz.
No habia aceptacion. Todo lo que tenia era rabia de…
No queria irse. No queria abandonar al hombre al que amaba. No queria dejar el sucio caos de la vida.
Solo paralo, penso ella. Que alguien…lo pare.
Cerro los ojos.
Cuando todo se hizo oscuro, vio la cara de Rhage. Y en su mente ella toco su mejilla con su mano y sintio el calor de su piel, los fuertes huesos debajo. Las palabras comenzaron a marcharse de su cabeza, viniendo de algun lugar que no reconocia, yendo…a ninguna parte, supuso ella.
No permitas que me vaya. No me hagas abandonarlo. Por favor…
Dios, solo dejame quedarme aqui con el y amarlo un poco mas. Prometo no desperdiciar los momentos. Lo abrazare y nunca lo dejare marchar…Dios, por favor. Solo paralo…
Mary comenzo a llorar cuando comprendio que rezaba, rezaba con todo lo que habia en su interior, abriendo su corazon, suplicando. Cuando llamaba a algo en lo que no creia, una revelacion extrana que le llego en medio de la desesperacion.
Entonces esto era por lo que su madre habia creido. Cissy no habia querido bajarse del paseo de carnaval, no habia querido que el carrusel dejara de dar vueltas, no habia querido abandonar a Mary…La inminente separacion del amor, mas que el final de la vida, le habia mantenido toda aquella fe viva. Fue la esperanza de tener un poco mas de tiempo para amar lo que habia hecho a su madre mantener las cruces y contemplar las caras de las estatuas y lanzar las palabras al aire.
?Y por que aquellos rezos habian sido dirigidos hacia el cielo? Bien, la cosa tenia sentido, ?verdad? Incluso cuando no habia mas opciones para el cuerpo, los deseos del corazon encontraban una salida y como con todo el calor, el amor aumenta. Ademas, la voluntad de volar estaba en la naturaleza del alma asi que su casa tenia que elevarse hacia arriba. Y los regalos realmente llegaban del cielo, como primaveral lluvia y brisa veraniega y la caida del sol y la nieve invernal.
Mary abrio los ojos. Despues de parpadear se le aclaro la vision, se concentro en el brillante alba naciente detras de los edificios de la ciudad.
Por favor…Dios
Dejame quedarme aqui con el.
No hagas que me marche.
Capitulo 49