que se recline frente al hacha.Observa los bordadosque la noche ha tejido en mi lecho.Miro a lo lejos y mis ojosson el redil oscuroque un confin acoge esperandoverlos hundirse para siempre en la tierra.Mis ojos desnudosque el viento se llevabaallende el amanecer con su cancionmas delicada, al relente del cielo.Silenciosa aliada de la Luna,confieso que aguardo tu regresocomo un nino que esperaa sus recuerdos paraencerrarlos en un barril de oro,y jugar con ellos al morir.Yo tambien fui un guerrero.Con mi locura y mi sonrisaparti por la mitadesta vida desdichada.?Que dios vendio mis manosa una tumba vacia en la batalla??Que honor de dios agresteproclamo impunementeque el mundo es mi final,mi pequena sentencia?
III
No, no sabria donde herirte.Me debato entre suenosy cavo mi caminoa impulsosque engendra en mis manesel sucio mediodia.Dos veces me abraseen un lugar donde la luzposo sus dedos,igual que un viejo que se vistecon instantes de vida, con cuidado.Y vislumbre la boveda celeste,sus fauces en agrazsobre estas soledadesque tu llamas «el resto de los dias».No, no sabria donde herirte,?acaso soy la vida?
IV
Azul fue mi pais,y se adentro en la noche,sonando, ebrio de vino,con madrugadas de esplendorque se perdieron por tu boca.En la arena de la vidate encontre girando como un astro queal espacio se entregaporque piensa que todo es alegria.– Y los aires temblabanbajo el gozo del cielo yte ame demorandome encada humilde caricia-.Fui en busca de las altasmontanas que expian sus verdorescolina abajo,mientras los rios las circundan.Habra un tiempo despues para nosotros,cuando vuelvan las aves migradorasy ensombrezcan los angelesla noble resistenciade los arcos de piedra por las plazas.Vendra un tiempo,en mitad del atardecer,en que no me equivoque,como gema que confiaen sus cuestiones personales,que regala su hermosuray le avisa a la noche que se hagaantes de que ella estallecon gusto en su destino.?Donde, donde nos detendremosel uno frente al otro,como una realidad entredos distancias iguales?Tal que en la oscuridadel mar bogara hacia la tierra