ocupado.
La muchacha miro a
Indigo introdujo la mano en su bolsa, y saco un arrugado cuadrado plateado. Habia guardado el naipe de la cenadora de cartas, la burla de Nemesis y su error, pero ahora ya no le servia de nada. Con un rapido movimiento, curiosa, desarrugo el pedazo de cartulina, la capa plateada empezaba a desconcharse. Le dio la vuelta...
La parte superior del naipe estaba en blanco, Indigo sonrio.
—Si —dijo a
El arrugado naipe giro hacia lo alto y hacia el mar cuando ella lo arrojo y centelleo por un breve instante antes de caer al agua. Durante algunos segundos lo vieron balancearse sobre las olas; luego el oleaje levantado por el costado del