o los sentimientos personales interfirieran en sus negocios.

No obstante, el repentino cambio de la joven le habia desequilibrado por completo. Si hubiera podido pensar con claridad, demonios, si hubiera podido formar una sola frase coherente, le habria exigido que le dijera la verdad. Pero hablar estuvo mas alla de sus posibilidades, y ella abandono la estancia antes de que el volviera a pensar de manera coherente. Y aquel simple beso, que durante unos segundos lo habia dejado fuera de combate, habia encendido un fuego en el que Logan no habia sido capaz de apagar. Un beso que se volvio frustrantemente inolvidable.

El dia despues de la boda y de aquel condenado beso, Emily y su familia se fueron al campo, y no la habia vuelto a ver desde entonces.

Por desgracia, no pudo quitarsela de la cabeza.

– ?Te parece bien?

La voz de Gideon arranco a Logan de su ensimismamiento, y se volvio hacia el detective. Se encontro con que Gideon lo miraba fijamente con una expresion inquisitiva.

– ?Perdon?

Gideon arqueo una ceja oscura.

– Te he dicho que te acompanare a casa de lord Fenstraw, luego husmeare un poco por los alrededores. Comprobare si hay alguien acechando o si veo algo fuera de lo normal.

– Gracias. Por supuesto te compensare por las molestias.

Gideon curvo los labios.

– Entonces supongo que no deberia decirte que no es una tarea que me suponga ningun inconveniente, ya que me da la excusa perfecta para esperar a mi mujer y acompanarla a casa. Ha ido a visitar a Emily, junto con Carolyn y Sarah. Una reunion de su club literario. La Sociedad Literaria de Damas.

La declaracion de Gideon distrajo a Logan de su preocupacion de estar siendo espiado y se le acelero el pulso de una manera ridicula al saber que lady Emily estaba, de hecho, en casa.

– Debo admitir que siento mucha curiosidad sobre lo que hablan en esas reuniones del «club literario» - mascullo Gideon.

Logan arqueo las cejas.

– ?En la Sociedad Literaria de Damas? ?Que tiene de especial un punado de mujeres charlando sobre Shakespeare o algo por el estilo?

– No leen precisamente a Shakespeare.

– ?Ah, no? ?Y que leen?

– Novelas que harian sonrojar a una cortesana. De hecho, una de las obras que seleccionaron hace algun tiempo fue escrita por una. Una lectura muy interesante. Algo que, para mi condenacion, casi me hace sonrojar.

Logan no creia que existiera algo que pudiera hacer sonrojar a un hombre como Gideon. Tambien a el le resultaba dificil imaginar que la timida y formal esposa de Gideon fuera capaz de leer sobre tales temas lascivos. Y le parecia inquietantemente excitante pensar que lady Emily tambien lo estuviera haciendo.

Un pensamiento lo asalto y aminoro el paso. ?Seria verdad la afirmacion de lady Emily de que solo lo beso movida por la curiosidad? ?Era posible que tras aquellas escandalosas lecturas ella se hubiera preguntado como seria experimentar tales intimidades? Demonios, si ese fuera el caso ?seguiria ella sintiendo curiosidad? El acaloramiento que Logan sintio no tenia nada que ver con los brillantes rayos de sol que caian sobre el.

Pero luego regresaron sus sospechas. Incluso aunque hubiera sido la curiosidad lo que impulso a lady Emily a besarlo, resultaba evidente que existia otro motivo aparte de ese, y el no dudaba de que ese motivo tuviera algo que ver con el dinero que su padre le debia. De otra manera, ?por que satisfacer su curiosidad con un hombre al que claramente despreciaba? Nada mas hacerse esa pregunta aparecio en su mente una imagen de ella… besando a un hombre que no era el. Sintio que lo atravesaba una punzada de algo parecido a los celos, pero no podian serlo, por supuesto que no.

Logan parpadeo para hacer desaparecer aquella perturbadora imagen mental y se volvio hacia Gideon.

– ?No desapruebas que Julianne lea esa clase de libros obscenos? -le pregunto.

– Demonios, no. Si estuvieras casado, tu tampoco desaprobarias que tu mujer lo hiciera. -Gideon le lanzo una breve mirada de soslayo. -Confia en mi.

Logan no dudo de su palabra, y para su consternacion se encontro imaginando a lady Emily acostada en su cama, sin otra cosa encima que una picara sonrisa mientras lo miraba por encima de una de esas novelas picantes.

– Son bastante picaras, ?verdad? -murmuro el, intentando que no se le notara la tensa inquietud que le invadio.

– Mucho -convino Gideon. -En especial Emily. Tiene una mirada diabolica.

Mmm. Si que la tenia. Y ademas leia libros obscenos. Que inesperado. Y que perturbadoramente excitante.

– ?Que fue lo ultimo que leyeron? -pregunto solo por continuar la conversacion y que pareciera a ojos de cualquiera que solo eran dos amigos dando un paseo. No es que sintiera verdadera curiosidad ni que estuviera considerando la idea de comprarse ese libro y leerlo.

– La amante del caballero vampiro.

– ?Lo has leido? -pregunto Logan.

– Si.

– ?Y? ?Esta bien? Gideon sonrio levemente.

– Digamos solo que lo encontre muy… estimulante. Quiza deberias preguntarselo a Emily. Logan se giro para mirarlo.

– ?Por que demonios querria hacer eso? -pregunto con mas agresividad de la que queria. Gideon se encogio de hombros.

– Se que ocurrio algo entre vosotros despues de mi boda. En la biblioteca. Por lo que pude observar, pense que tal vez hubiera sido algo… bueno.

Logan recordo de repente que lady Emily choco literalmente contra Gideon cuando huia de la biblioteca despues del beso. Recordo que, despues, Gideon le habia preguntado en tono divertido: «?Pasa algo?», arrancandole del aturdido trance en el que habia caido. Y Logan le aseguro que no era nada de lo que no pudiera encargarse el solo.

?Algo bueno? «No habia sido bueno; habia sido genial. Increible.»

Se aclaro la garganta.

– Pues te equivocaste.

Gideon no dijo nada, y Logan se pregunto que estaria pensando su amigo. Gideon era como una maldita esfinge: silencioso e inescrutable. Logan supuso que tal cualidad resultaba muy util para su trabajo en Bow Street, pero no dejaba de ser condenadamente frustrante para el. Era incapaz de leerle el pensamiento.

– Me cae bien -dijo Gideon finalmente.

– ?Quien? -pregunto Logan, aunque no tenia ninguna duda de a quien se referia.

– Emily. Julianne y ella son amigas desde la infancia, y ha sido una buena amiga para mi mujer.

– ?En que sentido?

– Julianne es hija unica y sus padres… -Las palabras de Gideon se desvanecieron y le palpito un musculo en la mandibula. Logan asintio con la cabeza.

– He conocido a los condes. No me caen mejor que a ti. Son gente fria y arrogante. -Habian desheredado y desterrado a su hija cuando ella contrario sus deseos casandose con Gideon, un plebeyo, en vez de con un caballero con titulo tal y como ellos querian. En lo que a Logan concernia, aquello no era una gran perdida para los recien casados, y el habia llegado a respetar mucho a Julianne por elegir al hombre que amaba por encima de todo lo demas.

– Esa es una manera muy educada de describir a los padres de Julianne. Emily trajo risas y diversion a lo que de otro modo hubiera sido una infancia muy solitaria para Julianne. Me cae bien cualquiera que haga sonreir a mi mujer.

Logan sacudio la cabeza y se rio entre dientes.

– Santo Dios, ese pequeno bastardo que es Cupido te ha arrojado todo un carcaj de flechas. Practicamente puedo ver pequenos corazones flotando alrededor de tu cabeza, como si fueran un halo de amor.

Вы читаете Mascarada
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату