– Yo no pude verle la cara por culpa de la capa oscura con capucha que ha mencionado sir Samuel -dijo un caballero que Logan recordaba de la fiesta de la noche anterior pero cuyo nombre desconocia.
– ?Como se llama, senor? -pregunto Logan.
– Lord Calvert.
Despues de que Logan se hubiera presentado, lord Calvert se giro hacia la mujer regordeta, evidentemente su esposa, que lo agarraba del brazo.
– ?Lograste ver algo? -le pregunto.
– Solo la capa con capucha -respondio lady Calvert que estaba tan agitada que las plumas de su turbante no dejaban de oscilar de arriba abajo, por lo que Logan estaba seguro de que la mujer se debatia entre el deseo de desmayarse y la determinacion de no perderse nada. -Cielos, otra persona misteriosa con una capa con capucha igual que en la fiesta que dio lord Teller anoche -continuo lady Calvert con voz entrecortada. Abrio mucho los ojos y sus plumas oscilaron con mas rapidez aun. -Oh, Santo Dios, ?y si el conductor del carruaje era otro vampiro?
Mientras varias personas soltaban un grito ahogado de asombro ante tal sugerencia, Logan tuvo que contener el impulso de menear la cabeza y mirar al cielo. Miro a lady Emily para observar su reaccion y le sorprendio ver que la joven pareciera tan… ?satisfecha? No, no podia estarlo, pero a menos que estuviera equivocado -cosa que no creia -en los ojos de la joven habia un brillo de satisfaccion. ?De que demonios iba todo eso?
– No seas ridicula, querida -dijo lord Calvert antes de que Logan pudiera reflexionar sobre ello. -Todo el mundo sabe que los vampiros, esas criaturas diabolicas, solo salen de noche. El sol los convierte en ceniza.
– Lo que explicaria la capa con la capucha -insistio lady Calvert. -?Por que, si no, el cochero llevaria puesta semejante prenda en un dia tan soleado?
Un murmullo se extendio entre el gentio y de nuevo Logan tuvo que contener el deseo de mirar al cielo. No se molesto en sugerir que seguramente el cochero no queria ser reconocido, lo que demostraba que el exceso de velocidad del carruaje no habia sido un accidente.
– Lady Emily tiene que regresar a su casa -dijo con firmeza, esperando poner fin a las especulaciones sobre el vampiro. Despues de asegurar una vez mas a la gente que tanto lady Emily como el estaban bien, la multitud se disperso dejando a Logan con la familia Stapleford.
– No se como darle las gracias por haber salvado a nuestra chica -dijo Kenneth, alargando la mano. -Tiene nuestra mas profunda gratitud.
Logan estrecho la mano del joven, y luego tambien las de William y Percy. Mary, que agarraba las correas de los tres perritos, le brindo una sonrisa de agradecimiento. Tia Agatha tomo su mano entre las suyas y le hablo en voz muy alta.
– Bien hecho, senor Jennsen. ?Que valiente ha sido! Nunca se lo podre agradecer lo suficiente.
Arthur se acerco a el, pero en lugar de ofrecerle la mano como sus hermanos, el nino rodeo la cintura de Logan con los brazos y le abrazo con fuerza.
– Gracias, senor Jennsen. Gracias por salvar a mi Emmie.
El corazon de Logan, que parecia derretirse en su pecho conmovido por la gratitud que la familia de Emily mostraba hacia el, se derritio del todo por el abrazo de Arthur. No recordaba cuando habia sido la ultima vez que alguien lo abrazo de una manera tan espontanea. De hecho, no creia que nadie lo hubiera hecho nunca. Apoyo las manos en los hombros de Arthur y miro a lady Emily por encima de la cabeza del nino. Sus miradas se encontraron, y el se sintio como si le hubieran dado un punetazo en el pecho. Emily tenia la cara todavia palida y manchada, y Logan tuvo que contenerse para no abrirse paso a codazos, tomarla entre sus brazos y llevarla a casa. Maldita sea, si le hubiera ocurrido algo…
Ahuyento ese pensamiento. Estaba ilesa. Igual que el. Pero solo por un milagro. No habia sido un accidente, de eso estaba seguro. Estaba resuelto a averiguar quien era el responsable y por que lo habia hecho. Luego se lo haria pagar.
Logan los acompano por el camino de entrada a la casa. Cuando los demas entraron en el vestibulo, el tomo a lady Emily del brazo.
– ?Seguro que esta bien? -le pregunto en voz baja.
Los ojos de la joven se suavizaron y el labio inferior le temblo de tal manera que Logan deseo estrecharla entre sus brazos y besar indefinidamente aquella boca exuberante. Queria sentir su cuerpo contra el suyo. Aspirar su aroma a flores y a azucar. Tocar su piel suave.
– Si, gracias a usted -respondio ella. -?De verdad que esta bien?
No lo estaba. Y no lo estaria hasta averiguar que diablos sucedia y quien andaba detras de todo eso.
– Estoy bien -se limito a decir.
La mirada de Emily se deslizo por su cuerpo.
– Me temo que no puede decir lo mismo de su abrigo.
El bajo la vista al desgarrado y sucio abrigo azul marino.
– Tengo mas. -Entonces le solto el brazo, sorprendido de lo renuente que era a dejar de tocarla. -Por favor, cuidese mucho lady Emily.
Ella le brindo una triste sonrisa.
– Descuide, no volvere a cruzar la calle sin comprobar antes si hay un vehiculo en marcha cerca. -Bien. Ahora debo despedirme.
– ?Quiere… quiere quedarse a tomar el te o quizas algo mas fuerte que le ayude a olvidar tan terrible experiencia?
Maldita sea, queria. Y mucho. Muchisimo mas de lo que deberia. Pero tenia que hacer cosas, cosas que no podian esperar. Y ademas, no queria prolongar su compania. ?O si? Que Dios le ayudara, solo unas horas antes hubiera respondido con un no rotundo. Pero ahora… Ahora no estaba tan seguro.
– Gracias, pero debo irme.
?Era decepcion lo que vio en los ojos de Emily?
– Oh. Por supuesto. Bueno, gracias de nuevo.
Logan hizo una reverencia formal y luego recorrio el camino conteniendo el abrumador deseo de mirar hacia atras para captar una ultima imagen de la mujer que tanto le habia fascinado hoy. Y que casi habia perdido la vida.
Gano la batalla hasta que la verja de hierro forjado se cerro tras el. En ese momento cedio a su impulso, y se giro para mirar la casa. Ella estaba detras de una de las ventanas que flanqueaban la puerta doble de roble. La observo arrodillarse delante de Arthur para quedar a la misma altura de los ojos del nino y envolverlo entre sus brazos. Arthur la abrazo como si no quisiera soltarla nunca. Y no lo hizo hasta que se vieron rodeados por
Luego ella giro la cabeza y las miradas de ambos se cruzaron. Incluso a traves del cristal la vio sorprenderse ante el hecho de que el todavia estuviera alli. Una oleada de verguenza lo atraveso al haber sido pillado infraganti mirandola como un estupido adolescente enamorado. Ella lo saludo con la cabeza lentamente y el respondio con un gesto rapido. Luego echo a andar a paso vivo hacia al parque antes de quedar en ridiculo.
Una hora despues, tras un infructuoso paseo por Hyde Park durante el cual no percibio que nadie lo estuviera observando, Logan entro en su mansion de Berkeley Square donde le recibio Eversham que, con el rostro imperturbable, ni siquiera se molesto en pestanear ante el desastroso estado del abrigo de su jefe ni por la ausencia del sombrero.
– Me ocupare de que lo lleven al sastre, senor -dijo el mayordomo con el mismo tono monotono y seco de siempre, sosteniendo la prenda destrozada lo mas lejos posible de su impecable uniforme.
Logan se preguntaba a menudo que habria que hacer para obtener una reaccion de ese hombre. Sabia que el arrogante mayordomo no aprobaba a su jefe americano, pero Logan sospechaba que debajo de toda esa rigidez britanica, Eversham estaba encantado de trabajar para el hombre mas rico de la ciudad. Jennsen se tomaba como un reto personal hacer algo que escandalizara al rigido mayordomo, pero hasta ahora habia fracasado.
– ?No quieres saber que fue lo que le ocurrio a mi ropa?
– Solo si usted quiere contarmelo, senor.
– Casi me atropella un carruaje.
La expresion inescrutable de Eversham no vario.