Por fin, los ojos azules de Sammy se iluminaron.

– ?Eso! ?Le echaremos una bronca!

– Se va a enterar.

– ?Si! ?Ya vera!

– Le daremos una paliza por preocuparnos.

– ?Si, si! -exclamo el crio. Pero unos segundos despues, cerro los ojos-. Lexie, me parece que me va a dar un ataque, como a ti. No estoy seguro, pero me late muy fuerte el corazon y me sudan las manos. Y quiero devolver. ?Era asi como te sentias cuando estabas en ese armario y tenias miedo?

Lexie le paso un brazo por los hombros y beso la pecosa mejilla.

– Si, carino. Asi era exactamente como me sentia.

De repente, Lexie cerro los ojos. Tenia la extrana sensacion de que le habian dado una bofetada. Estaba intentando ayudar a Sammy y, sin embargo, el nino habia evocado un recuerdo que siempre intentaba ahuyentar.

Sammy no podia soportar la idea de perder a Cash. Como ella, anos atras, habia estado aterrorizada de perder a sus padres. Y lo que estaba provocando en Sammy un ataque de ansiedad no era la perdida, sino el miedo de perder a alguien y la terrible sensacion de no poder hacer nada. Lexie conocia aquella sensacion demasiado bien.

Nada podia igualar la angustia de perder a sus padres. Nada, ni siquiera el amor, parecia tan importante como no tener que volver a pasar por aquel miedo.

Su amor por Cash era tan fuerte que esos miedos se habian despertado otra vez.

Lexie acaricio la cabeza de Sammy, sabiendo que estaba intentando ser valiente y controlar las lagrimas. En su mente, los recuerdos se agolpaban. Nunca habia encontrado su sitio, pero no porque no la hubieran querido de pequena, sino porque ella nunca lo habia permitido. Y la secreta razon estaba alli. En el recuerdo de aquel armario. La desesperacion, el terror de que la gente a la que mas queria en el mundo resultara herida. Y que ella no pudiera hacer nada.

La sensacion era insoportable.

– Sammy, te prometo que encontraremos a tu padre. Y que estara perfectamente.

– Tenia miedo de que dijeras que tenia que irme a la cama.

– No, carino. Si tu estas preocupado, yo tambien. Y si pasa algo, estaremos juntos. ?De acuerdo?

– ?Tu crees que le ha pasado algo? -pregunto Sammy, sin poder contener las lagrimas.

– No voy a mentirte. Creo que le ha ocurrido algo porque si no, habria llamado -contesto sinceramente Lexie-. Pero tu sabes que tu padre es un tipo listo. Aunque le hubiera pasado algo, no creo que sea nada grave.

Sammy lo penso un momento.

– No recuerdo cuando se fue mi madre -le confeso-. Yo era demasiado pequeno. Pero a veces me despierto por la noche y me parece recordarla. La veo en mi cabeza, pero no estoy muy seguro. Creo que… si yo hubiera hecho algo de otra manera, quiza ella se habria quedado.

– ?Sabes una cosa, Sammy? Yo tambien pensaba lo mismo. Si yo hubiera podido hacer algo, quiza mis padres seguirian vivos.

– Eso es lo que me molesta. Que a lo mejor mi madre se fue porque yo no era bueno.

– No digas bobadas -sonrio Lexie, apretando sus hombros-. Tu eres un nino con el que sonaria cualquier madre. Eres especial. No quiero que te mueras de verguenza, pero a mi me pareces un chico maravilloso y te quiero mucho. Ojala fueras mi hijo.

– Venga, Lexie…

– Perdon.

– Cash tambien se pone asi de tonto a veces.

– Te entiendo -murmuro ella, limpiando las lagrimas del nino. Y despues, las suyas-. No volvere a decir algo tan horrible.

– Yo tambien te quiero, Lexie, pero no tenemos que estar diciendolo todo el rato.

– Muy bien. ?Puedo decirte una cosa mas?

– Si no es una cosa de chicas…

– No. Es sobre Cash. Se que va a entrar por la puerta en cualquier momento, pero… ?sabes lo que me has dicho, lo de no poder controlar que tu madre se haya ido?

– Si.

– Pues es lo que yo siento. Que no pude controlar que mis padres desaparecieran de mi vida. Es una cosa que tenemos los huerfanos y no creo que nadie mas que nosotros pueda entenderlo. Pero la cuestion es que Cash no ha llegado todavia y… esa es la razon por la que nosotros estamos mas preocupados que los demas. Keegan y los demas no estan preocupados en absoluto. ?Entiendes?

– Si.

– Nosotros nos asustamos enseguida.

– A, mi me gustaria darle un punetazo a la pared.

El nino parecio calmarse durante un rato, pero cuando dieron las once, sus ojos volvieron a llenarse de lagrimas.

Lexie volvio a llamar a Keegan, pero seguia sin saber nada. Segun el, estaba demasiado oscuro como para ir a buscarlo y tendrian que esperar hasta el amanecer.

– Vete a dormir, Lexie. Seguro que estara preparando algun ejercicio en el bosque.

A las once y media, Martha empezo a aranar la puerta. Era como si la perrita hubiera ido a llorar con ellos.

– Nadie cree que pase nada, pero ?sabes una cosa?

– ?Que?

– No podemos ir a buscarlo ahora porque esta muy oscuro, pero podriamos dormir los dos en el sofa. De ese modo, saldremos a buscar a Cash antes de que amanezca. ?Que te parece?

– Bien.

Sammy se quedo dormido unos minutos despues. Lexie lo cubrio con una manta y empezo a pasear por la habitacion.

Estaba preocupada por Cash… pero no demasiado preocupada. Con logica o sin logica, estaba segura de que ella lo sabria si Cash estuviera en un serio aprieto. Lo que realmente la preocupaba era la cuestion del matrimonio.

No podia haberlo dicho de verdad.

Sabia que ella no tenia sitio en su vida.

A las dos de la madrugada, las estrellas eran tan brillantes que el bosque parecia de plata. Poco a poco, la bruma cubrio los arboles y el rocio empezo a empapar las hojas. Antes de amanecer, Lexie escucho los primeros trinos.

Minutos despues, cargados con una mochila, Sammy y ella salian a buscar a Cash.

Algo habia cambiado aquella noche para los dos. Quiza habian dejado de culparse a si mismos por perder a su familia.

Lexie amaba a Cash. Esa era la diferencia. Amarlo y ser amada por el lo cambiaba todo.

Cash no podria decir que era el paseo mas divertido de su vida, pero cuando encontro una rama lo suficientemente fuerte como para sujetar su peso, decidio ponerse en marcha. Le dolia mucho la rodilla, pero sabia que no era nada grave. Quiza un esguince o algo parecido.

No habria podido llegar a casa en la oscuridad sin arriesgarse a rompersela de verdad. Darle un descanso al hueso, manteniendo la pierna hacia arriba habia hecho que bajara la hinchazon.

Cuando el sol asomo por el horizonte, Cash tenia hambre, frio y sed. Y lo que mas lo preocupaba era Sammy. El nino tenia panico a ser abandonado.

Y Lexie. Ella tambien tenia ese miedo.

Solo que su miedo era un miedo de adulto, sus pesadillas, mas espantosas. Durante la noche, Cash habia tenido mucho tiempo para pensar y habia descubierto que era ese «algo» que tanto la aterrorizaba, lo que hacia que tuviera miedo de amar y ser amada.

Era la perdida de sus padres. El miedo de perder de nuevo a las personas que queria.

Вы читаете Fuerte como el amor
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату