prueba.
– Es cancer…
– Si, Anna, es cancer. Es una mala noticia, pero no es terrible. Recuerdalo -y, dirigiendose a la radiologa, prosiguio-. Ni siquiera sera necesaria una mastectomia, ?verdad, Margaret?
– Por lo que hemos visto, no -Margaret White era la jefa de radiologia de Blairglen. Aunque la decision de practicar una mastectomia era responsabilidad del cirujano, Patrick May, el especialista de Blairglen, trabajaba en equipo con Margaret y no le importaba que ella tranquilizara a las pacientes adelantando lo que iba a pasar-. ?Vas a elegir a Patrick para la intervencion?
– Voy a sugerirlo -dijo Em. Agarro de nuevo la mano de Anna y le sonrio-. Anna, Patrick May es uno de los mejores cirujanos que conozco -dudo un momento y anadio-. Aparte de tu hermano, claro.
– Cla… claro -tartamudeo Anna, y miro a su hermano.
– Patrick es muy bueno -reitero Em mirando a Jonas, que parecia dudoso-. Si tu y Jonas estais de acuerdo en que te opere el, y lo haceis aqui en Blairglen, podemos trasladarte al hospital de Bay Beach de inmediato para el postoperatorio. Asi los ninos podran visitarte.
– Pero la quimioterapia…, la radioterapia… ?Como voy a enfrentarme a eso?
– La radioterapia es como si te hicieran una radiografia al dia. Y si el tumor es tan pequeno y limitado como parece, la quimioterapia solo sera opcional, para mas seguridad. Eso es todo. Hazlo y sigue adelante con tu vida.
Anna cerro los ojos.
– ?No me estas mintiendo? -pregunto con un hilo de voz-. ?No me estais mintiendo todos?
Em le apreto la mano.
– De ninguna manera.
– ?Como diablos lo has conseguido? -mientras Anna se vestia, Jonas arrastro a Em hacia el pasillo para que no los oyera-. ?Como te has escapado de Bay Beach para estar aqui con Anna? -pregunto con incredulidad.
– Los milagros ocurren a veces -dijo Em mirando el reloj-. Hago lo posible para que ocurran cuando son necesarios. Pero… -vacilo un poco-, este milagro toca a su fin. No puedo quedarme mucho mas tiempo.
– Te has quedado lo suficiente. Eras la persona a quien Anna tenia mas ganas de ver.
– Me lo imaginaba. La mayor parte del miedo que produce este tipo de pruebas es porque las realizan desconocidos. Asi que, siempre que puedo, intento venir. -?Lo harias por cualquiera? Em se puso tensa.
– ?Quieres decir si lo haria por alguien que no fuera tu hermana?
El sonrio y se encogio de hombros como disculpandose.
– Supongo que debes hacerlo. Anna es especial para mi, pero para ti solo es una paciente.
– Nadie es solo un paciente -repuso Em tajante-.Y si alguna vez pienso asi, me retirare de la medicina y no volvere a ejercer.
De repente, se hizo un silencio. Una enfermera que llevaba una bandeja con muestras patologicas paso por alli, pero ni la vieron. Jonas estaba mirando a Em y no tenia ojos para nadie mas.
– Los medicos de familia de las ciudades grandes no hacen esto por sus pacientes -afirmo Jonas, y Em nego con la cabeza.
– Eso es injusto. ?Cuantos medicos de familia conoces?
– No es injusto. Es la verdad.
– Entonces prejuzgas a los medicos de familia -dijo Em, y sonrio para quitar peso a la conversacion-. ?Que bien que vas a ser uno de ellos durante un par de meses!
– Un par de meses…
– Tres -enmendo ella-. Ese es el tiempo minimo que Anna va a necesitarte.
– Si me deja.
– Te dejara. Asi que tienes tres meses por delante para intentar ser un buen hermano y un buen medico de familia. Va a ser una experiencia muy estimulante para ti -volvio a mirar el reloj-. Jonas, tengo que irme.
– Lo se.
Pero ella no queria marcharse. Y Jonas tampoco queria que se fuera, ella se daba cuenta de eso. Se quedaron callados unos segundos, Em con la vista fija en el suelo y Jonas, dudoso, mirandola a ella.
Antes de que Em pudiera detenerlo, Jonas tomo las manos de ella entre las suyas y las retuvo con firmeza, mirandolas con una sonrisa burlona.
Podia ver que eran unas buenas manos. Tenian las huellas de mucho uso, de ser lavadas cien veces al dia, todos los dias de la semana durante anos, entre paciente y paciente. No eran como las manos de las mujeres que el frecuentaba, penso Jonas, pero le parecian maravillosas.
– Gracias, Emily -dijo con sencillez, y luego hizo lo primero que se le ocurrio y que no pudo dejar de hacer.
Alli mismo, entre el ajetreo del pasillo del hospital, con gente yendo de un lado a otro a cada segundo, la estrecho entre sus brazos y la beso.
Y, cuando al fin la solto, la vida de Em habia cambiado para siempre.
– ?No me interesa Jonas Lunn!
Se repitio Em mientras conducia de regreso. Y durante toda la tarde y toda la noche, mientras trabajaba no dejo de repetir la cantinela. «Es un soltero encantador, con un atractivo de muerte. Te ha besado por agradecimiento, y no significa nada. Y aunque significara algo… aunque se sintiera atraido por ti como tu te sientes por el…, solo estara aqui por poco tiempo, mientras su hermana este en tratamiento, y luego se marchara. ?Y cuando se haya ido, tu tendras que seguir con tu vida!»
Pero la cosa no era tan simple. La cantinela tenia sus fallos. Porque…
– ?Es guapisimo! -exclamo Lori cuando Em llego esa noche para curar las quemaduras de su pequeno paciente. Lori la estaba mirando mientras le cambiaba los vendajes a Robby y le hacia los ejercicios. Pero Lori no estaba pensando en Robby, sino en Jonas-. Es uno de los hombre mas atractivos que he visto jamas -asevero observando con interes como su amiga se ruborizaba y arqueaba las cejas-. ?Eh! ?Y tu tambien lo piensas!
– Claro, como que estoy a regimen de sexo -rebatio Em con una sonrisa. Estaba haciendo grandes esfuerzos para bromear-. He de reconocer que ultimamente mi relacion con el viejo Bernard esta siendo un poco dura. Sus ronquidos estan saliendose de madre y, francamente, en comparacion, Jonas Lunn no esta mal del todo.
– En comparacion con un chucho apolillado que solo se dedica a dormir y que no sabe otra gracia que hacer que la gente se tropiece con el cuando menos lo espera. Vaya, eso es algo… – Lori miraba como Em masajeaba con suavidad las piernas de Robby-. Robby esta evolucionando muy bien.
– Asi es -contesto sonriendole al bebe, que la miraba feliz y tambien sonreia. Robby sonreia incluso cuando le hacia dano, y al pensarlo, el corazon se le encogio. Maldicion. Primero Robby y luego Jonas se estaban colando dentro de su corazon. Bernard tenia una competencia muy dura esos dias.
– Desde manana, Robby va a tener dos hermanos y una hermana -le comunico Lori, y Em puso cara de sorpresa.
– ?Quieres decir que los hijos de Anna van a venir aqui mientras la operan?
– Si. Anna y Jonas vinieron hace dos horas a recoger a los ninos y a organizar una estancia mas larga para ellos. Al parecer, el cirujano quiere intervenirla lo antes posible y, ya que se ha decidido, no ve ninguna razon para posponerlo. Asi que la operaran manana. De hecho, a ella le habria gustado que lo hicieran esta misma tarde.
– No me extrana -dijo Em pensativa-. Asi que Jonas te esta endosando a los chicos.
– No seas injusta -amonesto Lori-. El estara yendo de un lado a otro para visitar a Anna. Se ha ofrecido a trabajar contigo, lo cual me parece una idea excelente, y no tiene ni idea de como tratar a los ninos. Ademas, apenas los conoce. Tenemos suerte porque, por primera vez, la casa no esta llena. Kate y Anna, las gemelas que han estado conmigo mientras sus padres se aclaraban, se marcharon ayer, no han mandado a nadie desde Sydney y el unico que queda es Robby.
Cuando Em termino de curar a Robby, Lori lo alzo y lo abrazo.
– Eso nos deja a ti y a mi solos esta noche, ?verdad, pequenajo? -pero Robby apreto los labios, se puso rigido y estiro los bracitos hacia Em, dejando bien claro por quien sentia mas afecto. Lori se lo paso con un gesto de preocupacion-. Todavia esta muy apegado a ti, Em.
– Quiza fuera mejor si no lo viera mas -dijo Em, pero al decirlo se le encogio el corazon. Tenia que endurecerse. No podia encarinarse con un paciente, aunque fuera un nino-. Supongo que ahora Jonas vendra