espatarrado debajo de la mesa a que cayera algo.

Em sonrio y nego con la cabeza.

– ?Que si Bernard se mueve? Eso es como preguntar si el felpudo se mueve.

– Ya veo. Lo escogiste por su conversacion tan animada -Jonas tenia una sonrisa radiante y los ojos le brillaban-. Estupendo. Intuyo que yo encajo perfectamente. Una mujer que exige mucho de sus hombres…

Em se sonrojo. «Tengo que llevar de nuevo la conversacion a la medicina», penso. Era un terreno mas seguro.

– Creia que ibas a pasar la noche en casa de Anna.

El rostro de Jonas se ensombrecio.

– Quizas deberia -dijo-, pero ella no quiere.

– ?Esta bien?

– Si -contesto, mordiendo un trozo de carne y concentrandose en la comida-. Si, esta bien. Esta controlandose. Esta en casa con sus hijos y prepara el equipaje aparentando la mas absoluta tranquilidad mientras espera para ir al hospital manana.

– ?Estas satisfecho de que sea Patrick quien la opere?

– Es un cirujano excelente -contesto Jonas sin dejar de comer-. Cuando lo vi me di cuenta de que lo conocia de algo. Es mayor que yo, pero hicimos las practicas en el mismo hospital. Si, estoy contento de que la opere Patrick, y lo que es mas importante, Anna esta contenta.

– ?Te tranquilizo su opinion?

– El tumor no mide mas de un centimetro y esta muy bien delimitado. Quiere extirparselo y limpiar los ganglios, pero esta convencido de que no se ha extendido.

– ?Y tu como te sientes?

– Mejor -Jonas pincho una patata y la volvio a dejar en el plato-. No -se contradijo con sinceridad-. No me siento mejor. Me siento muy mala Me siento como si no controlara nada.

Permanecieron en silencio hasta terminar de cenar. Em sabia que Jonas necesitaba tiempo para resignarse a los hechos. Lo ultimo que necesitaba era charlotear.

Em termino de comer, recogio la mesa y lleno el lavavajillas mientras el permanecia sentado mirando al vacio. A Em ese silencio no la molestaba.

– Gracias por hacer la cena -dijo Em cuando termino de recoger. Se sentia exhausta y el necesitaba espacio-. Bernard y yo nos vamos a dormir -dijo dandole al pasar una palmada a Jonas en el hombro-. ?Necesitas algo?

El la miro.

– No.

– Todo saldra bien -le dijo-. Telefonea a Anna.

– Son mas de las diez…

– ?Crees que estara durmiendo?

– No, pero…

– Llamala, Jonas -insistio Em con dulzura-. No he bebido tanto vino como para no poder hacerme cargo de esto. Y si quiere que vayas, ve a verla.

– Ya te lo dije. Estoy de guardia.

– Si Anna te necesita, consideralo una visita profesional. Al menos, llamala.

El la miro de una manera extrana.

– Supongo que tienes razon.

– Creo que la tengo.

El le agarro la mano y la retuvo una fraccion de segundo. Habia sido solo un instante, pero fue suficiente para que Em se quedara sin respiracion hasta que el la solto. Si el supiera el efecto que le causaba…

Pero no parecia que ese contacto le hubiera producido a Jonas ninguna tension sexual. Solo pensaba en su hermana.

– Gracias -dijo con una sonrisa cansada-. Claro que tienes razon.

– Tengo que tenerla. No tengo otra opcion.

La tuviera o no, la invencible doctora Mainwaring no se sentia invencible en absoluto.

Agarro a Bernard y lo cargo sobre su hombro, igual que lo habia hecho todas las noches durante los diez ultimos anos. Con el perro al hombro como si fuera la bolsa de su pijama, se fue a la cama.

CAPITULO 5

E M LO oyo telefonear a su hermana. Estaba acostada y lo oyo hablar en voz baja y luego colgar el auricular con suavidad. Estaba esperando que tomara su coche y se fuera, pero seguramente Anna habia rechazado su oferta de ir a verla y no lo hizo. En lugar de eso, se dirigio a acostarse en la habitacion contigua.

Oirlo le produjo una sensacion extrana. ?Jonas Lunn durmiendo en su casa!

Tendria que acostumbrarse. Iba a estar alli tres meses.

De pronto le vino un pensamiento. ?Quiza si podrian tener una aventura, como habia sugerido Lori!

Fue como si un relampago la hubiera iluminado.

?Soltarse la melena y tener un lio? ?Dejar que su vida sin sexo y con exceso de trabajo se volviera durante esos pocos meses un poco mas emocionante?

?Podria hacerlo? Ella no era el tipo de chica a quien le gustaba tener lios.

Y Jonas tampoco era ese tipo de hombre. Y menos, con chicas como ella. Cualquiera podia ver que podia tener a cualquier mujer que se le antojara.

Y en cuanto a ella… Era una chica corriente y nada presumida, y asi era como le gustaba ser. Estaba hecha para servir para algo y no para ser decorativa.

Estaba destinada a dormir con perros que roncaban y no con hombres atractivos.

Pero ese dia el la habia besado.

«Como lo habria hecho cualquiera», se dijo aun mas contrariada. El habia estado bajo mucha tension mientras le hacian las pruebas a Anna y se habia sentido agradecido. Por eso la habia besado.

Fin de la historia. Por lo tanto, no habia ninguna razon para que ella estuviera a oscuras en su cama, tocando los labios que el habia besado y recordando la sensacion de la boca de Jonas contra la suya.

Necesitaba una ducha fria. ?Y ese hombre iba a permanecer en su casa durante tres meses!

«Controlate», se dijo, furiosa. «Estas actuando como una idiota. Deja a ese hombre en paz. Aprovechalo profesionalmente, pero nada mas. Y, ahora, deja de pensar locuras y duermete».

Pero su mente no obedecia ordenes.

No dejo de pensar en el ni se durmio. No podia.

El la habitacion contigua, Jonas tambien estaba haciendo horas extra pensando locuras.

Primero penso en Anna. Al dia siguiente se enfrentaba a una operacion, y la idea le revolvio las tripas. Todavia le parecia una nina, su hermanita pequena, y por muchas seguridades que le dieran, preferia que eso no le estuviera ocurriendo a ella.

No obstante, ella no era una nina. Su voz por telefono habia sonado calmada y segura.

– Estoy bien, Jonas. Les he dicho a los ninos lo que pasa. Les he preparado una maleta a cada uno y una para mi. No. No quiero que vuelvas esta noche. No hay nada mas que tu puedas hacer, asi que dejame estar.

Dejarla estar…

No podia. Se sentia mal dejandola. Era como volver a sentir el rechazo de su madre. Su madre los habia abandonado y, en ese momento, Anna estaba rechazandolo con todas sus fuerzas.

?Queria ser tan independiente como el lo era?

Maldicion. No lo podia resistir. Su familia le habia retorcido los sentimientos desde que era pequeno y el detestaba esa sensacion.

Por eso era importante mantener el resto de si mismo entero y alegre, se dijo en la oscuridad. No necesitaba para nada enredar mas sus sentimientos.

Entonces ?por que sus pensamientos no hacian mas que derivar hacia Em?

Вы читаете El hijo de la doctora
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату