– Diablos, pareces hundida.

– No del todo.

– ?Le tenias mucho carino a Charlie?

– Si -contesto Em-. Todo el mundo queria a Charlie. Ha sido pescador en Bay Beach toda la vida -miro hacia el cuerpo de Charlie. Le habian cerrado los ojos y parecia increiblemente tranquilo. Dormido. No debia lamentarse, pero Lo conocia de toda la vida. Me enseno mucho sobre la vida… -Em perdio el control y comenzo a llorar.

– Necesitas un poco de tiempo para recuperarte -dijo el para consolarla, y miro hacia afuera, donde aun quedaba media docena de pacientes que habian decidido que lo suyo era suficientemente urgente para esperar. Despues de hablar con la sobrina de Charlie y de que los de la funeraria se llevaran el cuerpo de Charlie, a esa doctora exhausta aun le quedaba mucho trabajo por hacer-. ?Tienes a alguien que pueda suplirte?

Em tomo una bocanada de aire e intento volver a la normalidad.

– No.

– Entonces, lo hare yo -le dijo el-. Soy cirujano. Aunque no estoy acostumbrado a este tipo de medicina, puedo hacerme cargo de los casos urgentes hasta que te recuperes un poco.

– ?Eres cirujano? -pregunto asombrada. No se lo esperaba. Anna no tenia nada de dinero. Eso no tenia sentido.

– Soy cirujano a tiempo completo. Y soy hermano de Anna Lunn solo cuando ella me deja -dijo y solto una carcajada nerviosa-. Pero mis problemas pueden esperar. Puedo ver a tus pacientes y hacerme cargo de lo que sea urgente. Esperemos a que se lleven a Charlie con el debido respeto y hagamos un descanso para tomarnos un cafe. Lo unico es…

– ?Que?

El vacilo un momento.

– Me ha costado semanas conseguir que mi hermana viniera a verte -dijo con reticencia-. Tuvimos que dejar a los ninos en la guarderia de emergencia de la Residencia Bay Beach para venir. Si ahora la dejamos regresar a casa, no conseguire que vuelva. ?Podrias verla?

– Claro que si.

– No esta tan claro. Si lo haces, es a condicion de que despues me dejes atender tus casos urgentes. -No es necesario.

– Si lo es.

El se quedo mirandola fijamente. Em se preguntaba por que la miraba asi. Ella solia estar palida, era alta y demasiado delgada. El pelo, largo y negro, lo llevaba trenzado a la espalda, lo que la hacia parecer aun mas flaca. Tenia ojeras y sus ojos pardos estaban hundidos, reflejando su cansancio. El podia ver que estaba cansada. Sus palabras lo confirmaron.

– ?No tienes a nadie que te ayude? -pregunto el, y ella nego con las manos-. ?Y por que diablos no? ?Acaso Bay Beach no es lo bastante grande como para tener dos medicos o incluso tres?

– Yo naci aqui y adoro este lugar -contesto ella-, pero en Australia hay montones de pequenas ciudades costeras y muchas no estan tan lejos de la ciudad como esta. Los medicos quieren disponer de restaurantes, colegios y universidades para sus hijos. Hemos puesto anuncios desde que mi ultimo socio se marcho hace dos anos y no hemos recibido ni una respuesta.

– Asi que tu eres el unico medico.

– Asi es.

– Diablos.

– No esta tan mal -Em paso la mano sobre su trenza sedosa y, mirando a Charlie, suspiro-. Excepto ahora. Me alegro mucho de que estuvieras aqui para que me quede claro que no se podia hacer nada mas para salvar a mi amigo.

. -Lo entiendo -contesto el mirando tambien al cuerpo de Charlie-. ?Maldita sea!

– Habia llegado su hora -susurro Em.

– Y tambien tu hora de dormir un poco.

– No -suspiro Em, y consiguio esbozar una sonrisa-. No hay descanso para los malditos, doctor Lunn. ?O deberia decir senor Lunn?

– Llamame Jonas.

Jonas… «Suena bien», penso ella.

– De acuerdo, Jonas -asintio. El hombre de la funeraria acababa de llegar-. Despidamonos de Charlie y luego seguire con mi trabajo.

. -Ya oiste lo que dije -gruno Jonas-. En cuanto veas a mi hermana, yo seguire con tu consulta hasta que hayas descansado,

Era una gran tentacion. Tenian dos pacientes en el hospital a los que deberia ver. Si dejaba al doctor Lunn con la consulta, podria visitarlos, comer algo y hasta echarse una siesta antes de la consulta de la tarde.

– Venga, hazlo -dijo el. Pero le parecia una irresponsabilidad pasarle su trabajo a un desconocido-. Estoy perfectamente cualificado -aclaro al ver que dudaba-. Con una llamada a Sydney Central te lo confirmaran.

Ella lo creia y no se resistio mas.

– Me parece maravilloso. La consulta es toda tuya. Pero, primero, veamos a tu hermana.

– No quiere decirme que tiene, pero esta muy asustada.

Media hora mas tarde Em estaba en su despacho. Lo que habia pasado le parecia mentira. Delante de ella estaba Anna Lunn, palida y callada. Jonas, que le agarraba la mano para infundirle animo, estaba igual de serio.

– No se lo que esta pasando, doctora Mainwaring -dijo el. Habia pasado a un tono formal, lo cual era una buena idea. La consulta debia ser estrictamente profesional-. Anna no me cuenta nada. Ella y yo nos distanciamos hace mucho tiempo y nunca ha dejado que la ayude, aunque educar a sus hijos sola ha debido de ser una pesadilla. Pero ahora… Vine a verla hace un par de semanas y hay algo que la atemoriza. No quiere decirme lo que es, pero la conozco y se que es algo malo.

– ?Anna? -Em se dispuso a prestarle atencion a la mujer.

Anna era pelirroja como su hermano, pero ahi terminaba su parecido. Aunque era mas joven que el, parecia mucho mayor. Los rizos de su pelo eran desiguales, y sus ojos verdes tenian una expresion de derrota.

Parecia como si la vida le hubiera dado muchos golpes, y que el ultimo la fuera a desbordar.

– ?Si? -su voz era solo un susurro.

– ?Preferirias que tu hermano saliera para que me cuentes lo que te pasa en privado? -pregunto mientras dirigia una mirada a Jonas.

– Si tu quieres, me voy -ofrecio el, preparandose para salir, pero Anna alargo la mano y lo retuvo. Jonas volvio a sentarse y le dijo con dulzura-: Anna, dinos lo que te pasa. Estamos contigo hasta el final. Los dos. Pero tienes que decirnos lo que ocurre.

Anna respiro hondo y miro a Em asustada.

– Cuentanos, Anna -dijo Em con dulzura, y la chica se estremecio.

– No se, no se si puedo hacerle frente. Mis hijos…

– Dinos.

– Tengo un bulto en el pecho. Creo que es cancer de mama.

En efecto, habia un bulto en el pecho de Anna, cerca del pezon. Era del tamano de un guisante y se movia cuando Em lo palpaba.

– ?Desde cuando te has dado cuenta de que lo tienes? -pregunto Em mientras examinaba el resto del pecho. No habia nada mas. Solo el pequenisimo bulto.

– Hace cuatro semanas.

– ?Solamente? Eso es estupendo -dijo Em. Anna estaba tumbada en la camilla detras del biombo y Jonas podia oirlas-. Algunas mujeres se preocupan por un bulto como este durante un ano o mas sin hacerse examinar. No tienes ni idea del perjuicio que puede causar tardar tanto.Pero tu has venido muy pronto y es muy pequeno. Tiene menos de un centimetro.

Anna temblaba bajo sus manos, temerosa de mirar a, Em a los ojos.

– Entonces, ?es cancer?

– Puede que sea un pequeno cancer de mama -repuso Em. No tenia sentido intentar tranquilizarla cuando lo que importaba era que se hiciera las pruebas necesarias-. Pero tambien es muy posible que sea un quiste

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