– ?Algo va mal? -Tina le sonrio, burlandose de el-. ?Es que mi vestido es demasiado corto?

?Demasiado corto!

Bueno, un poco corto si que era. Y estaba guapisima con el.

Jock trago saliva, fijandose en las piernas de Tina, que eran muy largas y bonitas. Llevaba unas medias de tono plateado que dejaban ver sus bien formados muslos.

– Tienes el pelo mojado -dijo Marie, fijandose en la expresion que tenia Jock-. No deberias salir asi.

– Es que tardo mucho en secarmelo y ya se secara solo en el coche de Jock -respondio Tina-. Si deja la capota bajada… -luego se volvio hacia el-. ?O quiza tu coche incluye un secador de pelo entre sus prestaciones?

?Maravillosa! ?Ella era maravillosa! Jock se aclaro la garganta y se levanto de la silla en la que estaba sentado frente a la mesa al lado de Christie y Marie. Tina penso que el no estaba nada mal, mientras el se ponia de pie. De hecho, ese traje negro le sentaba fenomenal. Y con Rose en sus brazos se le veia muy bien. Se le daban estupendamente los ninos. Era una pena que no contemplara la posibilidad de tener uno propio.

El habia nacido para ser un buen padre. Y un buen marido y amante.

?Pero ?en que estoy pensando?! se recrimino Tina por pensar en eso, recordando que esa era la primera cita con el y que despues de la segunda, no volveria a salir con ella. Tina lo sabia. Se lo habia oido a todo el mundo, incluido a el mismo. Podia pensar que era guapo, se dijo a si misma, pero no que lo deseaba.

– Tina, ?crees que ese vestido es suficientemente corto? -pregunto Christie-. ?No deberias subirtelo un poco por los hombros?

– ?Si lo hago parecera una camisa! Tal como esta, lo unico que me tapa es la ropa interior.

A Jock, mientras tanto, le costaba cada vez mas respirar. Para empeorar las cosas Marie y Christie lo miraron y entonces no supo que hacer ni que expresion poner.

– ?Quieres que nos vayamos ya? -pregunto Tina, mirando su reloj de pulsera, el unico adorno que llevaba sobre su piel delicada-. Son las siete y media. Deja a Rose con su madre y vamonos, doctor Blaxton, ahora que el movil esta en silencio. No sabemos el tiempo que tendremos antes de que tengas que atender otro parto, asi que aprovechemos.

Jock recordo en ese momento que quiza lo llamaran para un par de casos complicados. Si lo llamaban, preferiria morirse, penso. La idea de que Tina lo acompanara al baile del hospital, era algo que deseaba fervientemente.

El baile fue maravilloso.

Tina disfruto muchisimo, pero mas tarde Jock solo pudo recordar algunos instantes. Por ejemplo, la sorpresa de su colega, Lloyd Neale, que veia a Tina por primera vez sin uniforme. Y la rapidez con que Sally se llevo a su marido del brazo.

– Tu eres un hombre felizmente casado, Lloyd Neale, asi que deja el vestido de Tina, o mejor dicho, la ausencia de vestido, para Jock -fueron las palabras de Sally, muy guapa con un vestido crema que le sentaba estupendamente-. Aunque pensaria que a Lloyd le pasaba algo si no mirara. Estas guapisima, Tina. Llevatela, Jock, y sujetala bien o tendremos que atar a cada hombre de esta sala.

Asi que Jock obedecio. Se llevo a Tina a la pista de baile y puso las manos en su cintura delgada para apretarla contra si… La habitacion le daba vueltas… Y le dieron mas palmaditas en el hombro de lo que estaba dispuesto a recordar.

– Dejanos a nosotros tambien. La doctora Rafter esta soltera. Danos una oportunidad.

– No te entregues unicamente al doctor Blaxton, doctora Rafter. ?Te acuerdas de mi? Solias prestarme las pinturas cuando estabamos en tercer curso. Si hubiera sabido que ibas a ser tan guapa, te habria regalado una caja de pinturas entera, Tina Rafter. Dejanos que bailemos con ella, doctor. Ya hablaremos de como devolverte el favor.

Tina sonreia y reia, echandose el precioso cabello hacia atras y apoyando firmemente sus manos en Jock.

– Esta noche no, muchachos. Estoy acompanando al doctor Blaxton hasta el proximo parto. ?Dejadnos en paz!

?Como iba a querer Jock un parto aquella noche? Pero, por supuesto, tuvo uno. Hacia las doce, cuando la musica comenzaba a hacerse mas lenta y las parejas empezaban a acercarse mas y la mente de Jock se llenaba de horizontes tropicales, se oyo el busca.

– ?Maldita sea! -exclamo Jock, volviendo a la realidad con un gran esfuerzo.

Se aparto de Tina y maldijo de nuevo.

– Necesito encontrar un telefono -comento-. Sam Hopper esta hoy de guardia, pero si me llaman quiere decir que me necesitan. Afortunadamente puede ser que solo necesite algun consejo. ?Me esperas?

Pero no anduvo dos pasos cuando Tina fue atrapada por los brazos de Kevin Blewit, el farmaceutico de la localidad.

“Quiero ser un farmaceutico”, penso Jock con amargura, mientras buscaba el telefono. Tenian un horario regular. Una tienda que se cierra a las ocho y te puedes ir a casa…

Maldijo de nuevo. ?Como recuperar a Tina despues de la llamada? El farmaceutico agarraba a Tina mucho mas intimamente de lo que a Jock le hubiera gustado, y no hubo ninguna llamada que le apartara de ella. Sam Hopper, uno de los medicos de la ciudad, estaba nervioso y nada mas escuchar su voz tensa, Jock supo lo que necesitaba.

– Jock, lo siento, pero tengo un problema y te necesito.

?Maldita sea!

Sam era un medico de medicina general que insistia en atender a sus propios partos, pero no era competente. Primeramente tenia poca practica y solo atendia unos cinco o seis partos al ano. Eso significaba que no tenia la experiencia suficiente en un caso complicado.

En segundo lugar, era un hombre arrogante que detestaba pedir ayuda. Eso significaba que siempre esperaba hasta el ultimo momento.

De manera que Jock no podia hacer otra cosa que decirle a Tina que tenia que marcharse. Quiza Lloyd y Sally podian llevar a Tina a casa cuando el baile terminara. Tambien podria llevarla el farmaceutico. Tina no eligio ninguna de las dos opciones.

Se quedo parada, en los brazos del farmaceutico y miro a Jock con cara de preocupacion.

– ?Oh, Jock, vaya fastidio! -exclamo Tina, entendiendo, como doctora, la situacion-. Kevin, si me disculpas, ire con Jock -anadio y Jock tuvo que pellizcarse para creer que habia oido correctamente-. Puede que necesite una anestesista.

– Pero…

– No.

Kevin y Jock hablaron a la vez. Las manos de Kevin sujetaron con mas fuerza a Tina.

– Esta noche tu no tienes por que trabajar, Tina-. A menos que estes de guardia… Mark es el anestesista esta noche. Jock puede llamarlo.

Pero Tina miro a Mark, que estaba besando a su mujer e hizo un movimiento negativo. Su cabello rojo se libero, provocando una extrana reaccion en las piernas de Jock.

– No -insistio, apartandose de Kevin y agarrandose al brazo de Jock-. Si tengo una cita con un doctor, yo tambien actuare como doctora. Solo tendre dos oportunidades con Jock, ya lo sabes, y tengo que aprovecharlas. Buenas noche, Kevin. Vamonos, Jock.

– No tenias por que haber venido.

Estaban ya casi en el hospital cuando Jock consiguio articular palabra. Aunque incluso en ese momento su voz sono extrana. Tina lo miro de reojo.

– Tenia que hacerlo -contesto ella-. Kevin olia a sudor y tenia las manos mojadas. Ademas solo pensaba en una cosa y yo no estaba interesada.

Eso provoco una mueca.

– ?Entonces quieres que te lleve a casa? -pregunto Jock, esperando que se negara-. ?O quieres que pidamos un taxi?

– No. Ire contigo -dijo sonriendo-. Me pediste que saliera contigo y te acompanare el resto de la noche, te

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