– En este momento no.
– ?Pero se aloja aqui? -insistio la mujer, mirando a Nicole de pies a cabeza con los labios apretados-. Supongo que es usted su hermana.
– ?Y quien es usted?
– Lisa Whitney. Soy la representante de Claire.
Y con eso, la mujer entro en la casa. Nicole no creia que se hubiera recuperado lo suficiente como para echarla, asi que cerro la puerta y la siguio hacia el salon.
Lisa se quito el abrigo. Tenia una figura esbelta y su ropa era de muy buena calidad, de colores neutros. Nicole no sabia mucho de moda, pero supuso que sus zapatos costaban lo mismo que un coche de segunda mano decente. Lisa llevaba un peinado y un maquillaje muy elegantes, y unos pendientes de oro que seguramente eran autenticos y de dieciocho quilates. Nicole la odio a primera vista.
Lisa dejo su abrigo sobre el respaldo de una silla y miro a su alrededor.
– ?De veras se aloja aqui?
– ?Se refiere a mi casa? Si. Se aloja aqui.
– Ya. ?Y que pasa con su practica? No veo ningun piano.
– No es que sea asunto suyo, pero el piano esta en el sotano.
Lisa la miro fijamente.
– Todo lo de Claire es cosa mia. ?Cuanto esta practicando? Lo mejor es cuatro horas al dia. Puede pasar con tres, y mas de cinco no le sirven a nadie -afirmo, e hizo una pausa, expectante.
Nicole no supo que decir. No estaba segura de que Claire hubiera tocado hasta la noche anterior.
– No tengo ni idea -respondio-. No la controlo.
– Pues deberia. ?Esta comiendo bien? ?Duerme lo suficiente?
– Claire tiene veintiocho anos. Puede comer sola y acostarse.
Demonios, no era de extranar que su hermana fuera una completa inutil. Nunca le habian permitido ser una persona de verdad.
Lisa le lanzo una mirada fulminante.
– Claire no es como el resto de nosotros. Es una artista con un don. Si no se la vigila, se dejara la piel en el trabajo. Necesita descansar mucho. Los ultimos anos han sido extenuantes. Parecia que habia oportunidades, y teniamos que aprovecharlas. Claire dijo que era demasiado, pero yo sabia que era posible. Teniamos que aprovecharlo. Ahora esta en lo mas alto. Nosotras debemos hacer todo lo posible para que siga en la cima.
Nicole no tenia del todo claro quien era aquella tal Lisa, pero sabia que no le caia bien.
– No hay ningun «nosotras» en esto.
Lisa hizo caso omiso de la respuesta.
– ?Sabe si ha mirado el programa que le envie? Deberia haber llegado hoy.
Nicole penso en el paquete que habia en la cocina.
– No, no lo ha visto.
– Puede estudiarlo esta noche. Tenemos que darnos prisa para poder confirmar los conciertos de este otono. Ya llevamos retraso, y Claire tiene mucho que hacer. Aprender las piezas, programar los ensayos y los eventos con los medios de comunicacion. La publicidad es una parte muy importante de lo que hacemos. Tenemos que organizar tambien los viajes. Son solo treinta conciertos en cuatro meses, pero de todos modos, hay que prepararlo todo.
?Treinta conciertos en cuatro meses? Nicole hizo calculos. Eso era un concierto cada cuatro o cinco dias. Si no eran en la misma ciudad, habria que viajar. Ademas de practicar cuatro horas al dia, junto a los ensayos, las entrevistas y a saber cuantas cosas mas, debian de ser jornadas agotadoras.
?Esa era la vida de Claire? ?Viajar y ensayar constantemente, con aquella tal Lisa vigilandolo todo?
Nicole recordo que le habia dicho que su vida era mas dificil de lo que parecia. No se sentia impresionada, ni mal ni nada por el estilo, de todos modos. Era mucho mas facil que vivir en el mundo real.
Lisa se acerco a la ventana y miro al exterior.
– ?Ha dicho algo sobre las grabaciones?
– No.
?Que grabaciones?
– La han invitado a tocar en varios discos. Se que aceptara los discos beneficos, siempre lo hace -dijo Lisa, que parecia molesta por ello-. Pero estaria bien que aceptara algunos de los demas.
?Sesiones de grabacion, aparte de todo? Nicole se sentia cansada con solo oirlo.
– Por lo menos, puede ver todas esas ciudades en las que toca -dijo Nicole, mas para si misma que para Lisa.
Lisa se giro a mirarla.
– Su trabajo no es conocer ciudades. Su trabajo es practicar, tocar y dar entrevistas. Es logico que se haya escapado. No se como he permitido que las cosas se hayan descontrolado tanto.
Lisa se acerco a la silla y tomo su abrigo.
– No voy a quedarme aqui esperandola. Por favor, digale que me llame al movil. Y que no voy a marcharme de Seattle hasta que arreglemos este desastre.
Nicole no sabia a que desastre se referia, y no queria saberlo. Por fortuna, Lisa ya no era su problema; oia el ruido de un coche conocido en la calle.
– Digaselo usted misma -dijo-. Acaba de llegar.
– Ya he vuelto -dijo Claire mientras entraba en la cocina-. Siento haber llegado tan tarde. Wyatt me pidio que me quedara a cenar, y hemos comido pollo frito de KFC. Es su noche de comida rapida, y eligio Amy. ?Has cenado alguna vez alli? Es muy…
Entro en el salon, vio a Lisa junto a Nicole y al instante lamento haberse comido el ultimo muslo extra…
– Hola, Claire -dijo Lisa con frialdad-. Dime que no has comido de verdad pollo frito.
Lisa siempre habia tenido la capacidad de conseguir que se sintiera pequena y estupida. Tenia una disculpa en la punta de la lengua, pero se la trago. Era una persona adulta, y si queria comer comida rapida, lo haria. Estaba en su derecho.
– Si. Estaba delicioso.
Lisa fruncio los labios.
– ?Y la dieta que te di? Es una dieta equilibrada basada en la soja.
Nicole fingio una arcada y despues alzo ambas manos con las palmas hacia fuera.
– Lo siento, acaba de aparecer. No sabia que hacer.
– No te preocupes -dijo Claire. No podia esconderse de Lisa para siempre, aunque fuera un bonito sueno.
Lisa hizo caso omiso de la conversacion.
– No se como decirte lo mucho que me has decepcionado, Claire. Desaparecer asi, sin avisar. Y has estado evitando mis llamadas. ?Es que pensabas que yo iba a desaparecer?
Claire irguio los hombros y alzo la barbilla.
– Tuve que atender un asunto familiar -dijo, y rezo para que Nicole no interviniera con algun comentario hiriente sobre que no era exactamente bienvenida en su casa.
Por suerte, su hermana se quedo callada, por una vez.
Lisa miro brevemente a Nicole, y despues volvio a concentrarse en Claire.
– Parece que todo va bien en ese aspecto. Supongo, por lo tanto, que vas a volver pronto a Nueva York.
– No.
– ?Y que pasa con el programa de otono? Ya nos hemos quedado tan solo con la mitad de fechas de las que deberiamos tener. Si no estas ahi, la gente se olvidara de ti. La brillantez no es suficiente, ya lo sabes. Podrias arruinar tu carrera facilmente.
Era un mensaje que Claire llevaba anos oyendo.
– No puedo volver ahora -dijo con firmeza-. Y no se cuando podre retomar una programacion.
Lisa abrio mucho los ojos.
– No lo dices en serio. No es posible.
Claire queria preguntarle si recordaba lo que habia ocurrido la ultima vez que habia pisado un escenario. Se