– Fue antes de que averiguara lo desgraciado que es, asi que lo pasamos bien. Todos los hombres son idiotas.
Claire asintio por solidaridad. La verdad era que no tenia suficiente experiencia con los hombres como para hacer un juicio asi. Wyatt no le parecia idiota. Ademas, todavia estaba dolida por el hecho de que su hermana hubiera ido a Nueva York y no se hubiera puesto en contacto con ella. Claro que tampoco la habia invitado a su boda.
– Muchos interpretes se acuestan con diferentes mujeres cuando van de gira -dijo-. Siempre encuentran una amante en cada puerto. Yo tuve suerte. Creci en ese ambiente, asi que lo he conocido mientras era demasiado joven como para que se interesaran por mi. De mayor, ya tenia aprendida la leccion. Claro que las mujeres tambien tienen miles de aventuras. Hay mucho sexo en las orquestas.
Para ella no, penso con tristeza. Parecia que ella evitaba el sexo, o mas bien, que el sexo la evitaba a ella. Nunca habia sabido cual de las dos cosas era cierta.
– Que suerte la tuya -murmuro Nicole.
– La mayoria de la gente piensa que los musicos de una orquesta son bobos o aburridos, pero no es cierto. Les encantan las fiestas.
– ?Y para ti tambien es asi la vida? ?Dormir de dia y estar de fiesta todas las noches?
– No. Yo tengo clases y practica, reuniones y entrevistas. Nunca he entrado en el circuito de las fiestas. Lo que si he hecho es ir a algunos eventos en los que habia famosos. Conoci a George Clooney. Es simpatico. Y a Richard Gere, que sabe tocar el piano de verdad. Tocamos juntos una noche.
– Que emocionante -dijo Nicole, con una mirada asesina-. Quiza te sorprenda, pero no necesito que me recuerdes que tu vida es mucho mas interesante que la mia. Lo tengo muy claro.
– ?Que? No es eso…
– ?No? Es evidente que aprovechas todas las oportunidades para hablar de lo maravillosa que es tu vida. Un apartamento en Nueva York, tan grande como para poder tener el piano. Salir por ahi con George Clooney y Richard Gere. Eres fabulosa.
Claire no sabia que decir. Solo estaba intentando llenar el silencio con una conversacion trivial.
– Parece que te gusta pensar siempre lo peor de mi -murmuro por fin-. Estaba intentando hablar de algo contigo. De algo por lo que no discutieramos. Supongo que me equivoque al elegir.
– Pues si. ?Es que te crees que esto funciona? ?Que puedes fingir que eres una persona de verdad? No.
Claire dejo su tenedor en el plato.
– Soy una persona de verdad.
– Ni siquiera sabes poner la lavadora.
– ?Y esa es la definicion de una persona de verdad?
No se molesto en decirle que, gracias a Amy y al folleto de las instrucciones, ya podia lavar la ropa como cualquiera.
Aquello era muy injusto. Se sentia atrapada. No podia responder a su hermana como se merecia. Bueno, si podia, pero decirle a Nicole que ella no podia poner en pie a todo un auditorio y hacer que el publico aplaudiera con entusiasmo no iba a mejorar su relacion.
– Tenemos vidas diferentes -dijo-. Eso no tiene por que ser malo.
– Eso lo dice la que tiene una vida perfecta.
Claire penso en todo el tiempo que habia pasado sola. Todas las noches que se habia acostado tan sola que le dolia el alma.
– No era perfecta.
– Oh, pobre nina rica. ?Es que la fama es demasiado para ti? Al menos, tu no te quedaste aqui atrapada, teniendo que criar a una hermana pequena y con unos padres que solo querian hablar de su hija la famosa. Te odie por llevarte a mama, pero la odie mas a ella, porque quiso irse.
Nicole hizo una pausa y trago saliva antes de continuar.
– Cuando la abuela volvio a casa, diciendo que era demasiado trabajo y que ya no podia viajar contigo, mama aprovecho la oportunidad sin pensarlo dos veces y ocupo su lugar. Queria irse y ver todas esas ciudades. Queria estar contigo.
Claire no sabia que decir. Ella se habia sentido muy agradecida por poder tener a su madre. Un poco de su hogar siempre era bienvenido. Nunca habia pensado en la familia que habia quedado atras.
– No lo sabia.
– No te molestaste en saberlo. Mientras tu estabas por ahi, codeandote con los ricos y famosos, yo estaba aqui metida. Empece a cuidar de Jesse el dia en que nacio. Cuando mama se marcho, la nina se convirtio en mi primera responsabilidad. La abuela estaba en la residencia, y papa nunca supo que hacer con nosotras. Cuando creci, tuve que trabajar tambien en la panaderia. Nunca tenia tiempo para hacer lo que queria porque siempre tenia que ocuparme de Jesse, o hacer mi turno en el obrador. A los catorce anos ya era una adulta. Tu me robaste todo lo que queria.
Claire habia oido mas que suficiente. Empujo la silla hacia atras y se puso en pie.
– Pobre Nicole, atrapada en casa con su familia. Mientras tu ibas al colegio y tenias amigos, yo estaba sola. Sola con un tutor, sola en mi sala de practicas, sola en una habitacion de hotel. Nunca conoci a nadie de mi edad. Vivia con las maletas hechas siempre. Nunca vi las ciudades que visitabamos. O estaba estudiando, o practicando, o preparandome para un dar un concierto, o durmiendo. Eso fue mi vida.
– Por lo menos, tenias a mama contigo. Hasta que la mataste.
– Deja de decir eso -grito Claire-. Yo tambien la perdi. Era mi unico vinculo con mi familia. Me quede atrapada en el coche con ella, y no pude hacer nada mientras moria. ?Sabes lo que es eso? Tu tenias a papa y a Jesse, y yo no tenia a nadie. Murio, y el hospital me envio de vuelta al hotel. ?Sabes lo que dijo mi representante? Que tenia que tocar de todos modos, porque las entradas estaban vendidas y la gente quedaria decepcionada. ?Que sabia yo? Toque. La noche en que murio mi madre tuve que salir a tocar porque no habia nadie que dijera que podia llorar su muerte.
Metio la silla bajo la mesa y continuo:
– Despues, parece que nuestro padre tuvo una larga conversacion con mi representante, y entre los dos decidieron que yo era lo suficientemente madura como para continuar sola, sin acompanante ni tutor. Tenia dieciseis anos, acababa de perder a mi madre y me dejaron sola. Mi trabajo era cumplir las normas, y las cumpli, porque eran lo unico que tenia. No creo que vayas a entender nada de esto. Que Dios te libre de comprender a otro que no seas tu misma. El hecho de ser famosa, cosa que por cierto, no soy, es mucho menos interesante de lo que piensas. Supongo que ser victima profesional tambien acaba volviendose algo muy aburrido.
Y con eso, se dio la vuelta y salio de la cocina. Se alegro de poder llegar a su habitacion antes de estallar en sollozos y caer al suelo en un charco de dolor y pena. Se acurruco con las rodillas pegadas al pecho e intento consolarse, como siempre. Volver a casa no habia servido de nada. Seguia estando sola.
Su ataque de llanto duro unos diez minutos mas. Despues se puso en pie y fue al bano a lavarse la cara.
– Sabias que esto no iba a ser facil -dijo a su imagen en el espejo-. ?Vas a rendirte?
Ella nunca habia sido de las que se rendian, y le habian sucedido cosas peores que pelearse con su hermana. ?Y que si habia tenido la fantasia de que al volver a Seattle se encontraria a su familia emocionada por su vuelta? Tendria que trabajar un poco mas. Eso era todo. A ella se le daba bien trabajar duro.
Se acerco a la comoda donde tenia la ropa y abrio el primer cajon. Bajo la ropa interior habia un fino diario. No escribia un diario, pero si tenia una lista de objetivos que leia todos los dias. Eso la ayudaba a mantenerse centrada. Su lista de aquellos dias incluia tomar contacto con la familia, comenzar a tener citas, tener relaciones sexuales, enamorarse, ser normal.
La ultima de aquellas cosas iba a ser la mas dificil. O quiza todas lo fueran. ?Tener relaciones sexuales? ?A quien queria tomar el pelo? Se habia pasado veintiocho anos sin encontrar un hombre que tuviera interes en verla desnuda.
Se dejo caer sobre la cama. No era que ella no quisiera tener relaciones sexuales, si queria. Habia tenido novios, pero el tiempo y la distancia siempre habian sido un problema. Nunca habia permanecido lo suficiente en el mismo sitio como para forjar un vinculo estrecho. Y sabia bien que no debia tener una aventura con nadie de una orquesta. O estaban casados, o eran poco recomendables u homosexuales. Siempre habia querido que su primera vez fuera con alguien especial. Sin embargo, si hubiera sabido lo mucho que iba a tardar en encontrar a esa persona especial, quiza habria sido menos maniatica.