Nicole solto una palabrota.

– No lo sabe, ?verdad?

– No, y tu no se lo vas a decir.

– No sabria por donde empezar. Virgen. Vaya.

Claire hizo un mohin.

– Deja de decirlo.

– Claro. Lo siento. Es que estoy un poco…

– Horrorizada.

– No, no es eso. Mira, yo no tengo experiencia personal, pero estoy segura de que Wyatt es estupendo en el sexo. Si no se lo dices, el no se dara cuenta de que tiene que ir despacio, pero no creo que eso sea ningun problema. Estoy segura de que es muy considerado. A lo mejor puedes insinuarle que no tienes mucha experiencia. Vaya. Casi me gustaria ver la cara que pone cuando se entere de la verdad.

Claire no sabia si agradecerle tanta sinceridad a Nicole, o si darle un golpe en el brazo.

– No me estas ayudando.

– Lo siento, lo siento. Estoy intentando asimilarlo. Y yo pensando que tu te estabas llevando toda la diversion.

– No.

– Ya veo -dijo Nicole-. ?Tienes alguna pregunta?

Claire se echo a reir.

– Mil.

– Adelante.

Doce

Claire detuvo el coche en el aparcamiento de la escuela de Amy y despues apago el motor.

– ?Estas segura? -pregunto a la nina.

Amy asintio y sonrio.

– Quiero que conozcas a mi profesora.

Hubo algunos signos que Claire no entendio, pero comprendio la mayor parte de la conversacion. Amy habia hablado de ella en el colegio. Claire esperaba que la hubiera mencionado por lo divertida que era, y no por nada mas significativo, como que era concertista de piano.

Todavia no habia averiguado como iba a enfrentarse a su otra vida. ?Iba a escaparse completamente? Parecia que no tenia otro remedio, hasta que consiguiera controlar su panico. La gente acudia a sus conciertos a verla tocar, no a ver como sucumbia a un ataque de nervios.

Aquello no tenia nada que ver con Amy.

– Me encantaria conocer a tu profesora -le dijo a la nina.

Amy la condujo por los pasillos de la escuela, que era luminosa y alegre. En las paredes habia letreros grandes que recordaban a los estudiantes que era obligatorio llevar aparatos auditivos en las clases. Eso, y el hecho de que todos los estudiantes estaban haciendose signos los unos a los otros eran las unicas indicaciones de que aquella escuela era distinta a cualquiera en la que hubiera estado Claire.

Amy la condujo hasta el despacho principal, donde le pidio a la mujer que habia detras del mostrador que avisara a su profesora.

– Tienen una reunion todos los martes -dijo Amy, hablando lentamente-. Ya habran terminado.

?Una reunion? ?Habia mas de una persona en la habitacion?

Claire se dijo que no debia preocuparse. Amy le presentaria a su profesora, hablarian durante unos segundos y todo habria terminado. No era un gran problema. Sin embargo, ?no podia haberle pedido Wyatt que llevara a Amy al colegio un dia en que no hubiera reunion?

De la sala que habia tras el mostrador salieron una docena de adultos. Amy saludo y comenzo a hacer signos a la velocidad de la luz. Su nivel de competencia le recordo a Claire que ella todavia tenia que aprender mucho antes de llegar al nivel basico.

Una mujer de unos treinta y cinco anos se acerco a ellas.

– Hola -dijo mientras hacia signos-. Amy, me alegro de verte. ?A quien has traido?

– Es mi amiga, Claire -respondio Amy-. Te presento a mi profesora, la senora Olive.

Claire sonrio.

– Hola. Me alegro de conocerla. Estoy cuidando de Amy durante mi visita a mi hermana.

– Me he enterado de que han operado a Nicole -dijo la senora Olive-. ?Como esta?

– Mejor -dijo Claire por signos, con sensacion de ser torpe y lenta. Iba a tener que mejorar mucho en su comunicacion.

Amy le tiro de la manga a su profesora.

– Claire sabe tocar el piano. Toco para mi.

La senora Olive miro a Claire.

– Eso es maravilloso. Mucha gente piensa que los sordos no pueden apreciar la musica, pero no es cierto. Hay muchos… -de repente, parpadeo-. ?Oh, Dios Santo! No es posible. ?Es usted Claire Keyes?

Claire reprimio un grunido mientras asentia.

– Tengo un par de discos suyos. Me encanta su musica. La vi en la PBS. No puedo creerlo -afirmo, y se volvio hacia las profesoras que todavia quedaban en la zona-. Sarah, no te imaginas. Esta es Claire Keyes, la famosa pianista.

Las otras profesoras se acercaron apresuradamente y se presentaron. Claire se vio respondiendo un monton de preguntas.

– Si, viajo por todo el mundo -admitio-. Es un trabajo muy duro, si.

– Sin embargo -dijo una de ellas-, tiene mucha suerte. ?De verdad ha tocado con todos esos cantantes? ?Con los tres tenores?

Claire asintio.

– Son encantadores.

– No me lo puedo creer. Una pianista mundialmente famosa ?en nuestro colegio!

La multitud aumentaba. Claire agarro a Amy de la mano para mantenerla cerca. Se les acerco otra mujer, un poco mayor.

– Soy la senora Freeman, la directora. Es un placer conocerla, senorita Keyes.

Claire le estrecho la mano.

– El placer es mio.

La senora Freeman le acaricio la cabeza a Amy.

– Es una de nuestras estudiantes favoritas. Es muy lista y tiene mucha motivacion.

Claire sonrio a Amy.

– Es muy especial.

Amy sonrio tambien.

– Todos hemos oido hablar de usted -prosiguio la senora Freeman-, pero no entendiamos quien era exactamente. ?Seria mucho pedirle que tocara en nuestra escuela?

?Demasiado? Eso no era lo que habria dicho Claire. Era horrible, espantoso, helador.

– Se que esta de vacaciones -continuo la directora-, pero ninguna de nosotras tendremos oportunidad de oirla tocar en vivo.

Y no eran las unicas, penso Claire, conteniendo las nauseas. Hasta que dominara sus miedos, nadie iba a volver a oirla tocar en vivo nunca mas.

– Yo… eh…

Se dio cuenta de que todas las profesoras la estaban mirando. Estaban muy emocionadas.

– ?Cuanta gente asistiria? -pregunto Claire con cautela.

– Solo unas cuantas profesoras y algunos estudiantes.

No tenia problema con los estudiantes; eran los adultos los que la ponian nerviosa.

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