Claire esperaba que su hermana no hablara en serio. Nicole se merecia alguien que la adorara.
– ?Quieres que te ayude a subir a tu habitacion? -pregunto Claire.
– Quiero quedarme aqui. La vista sera diferente. Ademas, no creo que pueda subir.
– Yo te ayudaria -dijo Claire, intentando no titubear. Acababa de tener una vision subita de ellas dos cayendose por los peldanos.
– No, mejor no -dijo Nicole, mirando a su hermana-. Siento que tengas que quedarte aqui atrapada.
Claire se sento frente a Nicole, en una butaca.
– No estoy aqui atrapada, y me alegro de poder ayudar. Para eso vine.
– Pero en algun momento tendras que volver a tu vida normal.
– Tal vez -dijo Claire. Probablemente-, pero no esta semana. Tu estas atrapada conmigo.
– Estaria perdida sin ti -dijo Nicole, casi llorando-. Demonios, no pienso echarme a llorar. Ya hemos tenido nuestro momento emocionante y conmovedor en el hospital.
Claire sonrio.
– Podemos tener mas de uno.
– No, porque no quiero llorar otra vez.
– Yo puedo aguantarlo. ?Me estas diciendo que tu no puedes? -pregunto Claire, al acordarse de que Nicole era incapaz de resistirse a un desafio.
– Me estas provocando.
– No, no.
Nicole apreto los dientes.
– Yo puedo soportarlo mejor que tu. Vamos, adelante. Me alegro mucho de que estes aqui. Nadie me ha cuidado nunca.
– Siempre estare a tu lado cuando me necesites.
A Nicole se le llenaron los ojos de lagrimas, y se las enjugo rapidamente.
– Demonios, Claire.
Claire sonrio con petulancia.
– No pasa nada. Puedo soportar tus estallidos emocionales.
Nicole la atraveso con la mirada.
– Deberia tirarte algo a la cabeza.
– Pero no lo vas a hacer. ?Que te traigo? ?Que necesitas?
–
– ?Discutimos ahora por los champinones de la pizza, o despues?
Nicole se echo a reir.
– Discutamos ahora.
Wyatt cerro la plancha de gofres y puso el temporizador en marcha. Mientras Amy servia el zumo de naranja, el saco el sirope y les dio la vuelta en la sarten a las salchichas vegetarianas que tanto le gustaban a su hija.
– Estoy impaciente por hacer el examen de deletreo -dijo Amy mediante signos, cuando el la miro-. Me se todas las palabras.
– Has practicado mucho. Y anoche las acertaste todas.
Ella asintio varias veces, y su cola de caballo se balanceo con el movimiento. Aquella manana habia elegido un jersey azul con pantalones negros y botas. Estaba creciendo muy deprisa. Dentro de poco comenzaria a poner los ojos en blanco y a suspirar con resignacion todo el tiempo. Sin embargo, por ahora seguia siendo su ninita.
El gofre termino de hacerse. El abrio la tapa y lo saco de la plancha. Lo puso en el plato junto a la salchicha vegetariana y se lo sirvio a Amy, que ya se habia sentado en la barra de desayunos.
– Gracias, papa -le dijo.
– De nada -respondio el.
Ella tomo un pedacito de gofre y mastico. Cuando hubo tragado, dijo:
– Quiero hacerme un implante coclear.
Wyatt se quedo mirandola fijamente.
– ?Como? -pregunto, sacudiendo la cabeza-. He entendido lo que has dicho.
?Un implante coclear?
Amy y el habian hablado mucho sobre aquel tema, sobre todo cuando una de las amigas de Amy se habia hecho uno. El le habia explicado que quiza fuera mejor esperar a que hubiera un adelanto en la tecnologia de aquellos implantes, puesto que, una vez hecho, no podia deshacerse.
– ?Por que ahora? -quiso saber.
– Quiero oir la musica de Claire -dijo ella, y despues se puso a hacer signos, porque asi podia expresarse mas deprisa-. No me importaba no oir antes, porque no habia mucho que quisiera oir. Pero ahora quiero oirla tocar.
?Claire habia hecho aquello? ?El le habia hablado sobre la operacion, y le habia explicado por que no era buena idea, y de todos modos ella habia hablado con Amy?
– Papa, ?estas enfadado? -pregunto Amy.
Estaba mucho mas que enfadado, pero no con su hija.
– Estoy sorprendido -le dijo por signos-. Decidimos que ibamos a esperar. Creo que deberiamos esperar.
– Son mis oidos -respondio ella-. Deberia decidirlo yo.
Lo cual no era tipico de Amy, asi que habia escuchado aquella respuesta a alguna de sus amigas o a Claire.
– Tienes ocho anos. Tu no puedes decidir nada sobre una operacion.
– Tu no lo entiendes, papa. No puedes.
Ay. ?Y ahora lo estaba excluyendo?
Tuvo ganas de decirle que el era el adulto, y que podia decidir lo que quisiera. Sin embargo, ?de que serviria? Si Amy decia en serio lo del implante, fuera por el motivo que fuera, tendrian que hablar de ello. Pelearse no serviria de nada. Intento controlar sus emociones y dijo:
– Amy, tienes que desayunar e irte al colegio. Tengo que pensar en esto. Hablaremos despues.
Ella fruncio el ceno, pero asintio lentamente.
Despues, Wyatt llevo a la nina al colegio y llamo a su oficina para decir que llegaria tarde. Tardo unos veinte minutos en llegar a casa de Nicole; durante ese breve rato, su mal humor crecio hasta que casi se desbordo del coche.
Fue hasta la puerta y llamo al timbre. Fue Claire quien abrio.
– Tenemos que hablar -le dijo, pasando por delante de ella y entrando en la casa-. Ahora mismo.
– No, claro que no es demasiado temprano -dijo Claire-. Gracias por preguntarlo. ?Y tu que tal estas?
El admitio que habia entrado practicamente sin permiso, pero no le importo.
– El hecho de que te hayas acostado conmigo no te da derecho a influir en mi hija. No te da acceso a ninguna de nuestras vidas. ?Esta claro?
– Perfectamente, pero no se de que estas hablando. Y ya que lo has mencionado, tu me pediste que cuidara de tu hija, lo que estaba haciendo como favor. Creo que eso significa que me diste acceso a su vida, si no a la tuya. ?Y cual es tu problema?
– Amy quiere hacerse un implante coclear porque quiere escuchar tu musica. Antes nunca me lo habia dicho. Es un poco enfermizo usar a una nina para sentirte mejor.
Claire tuvo la sensacion de que la tierra temblaba bajo sus pies, y se pregunto si era un terremoto.
– Dudo que me creas -dijo decidida a no enfadarse-, pero nunca hablaria de un implante coclear con Amy. Ella nunca me lo ha mencionado, y yo, por supuesto, tampoco lo he hecho. No sabia casi nada del tema hasta que salio la conversacion durante nuestra cita. Lo que decidas que deben hacerle medicamente a tu hija es cosa tuya. El hecho de que ella pueda oir mi musica en el sentido tradicional no es importante para mi.
Puso los brazos en jarras y alzo la barbilla.
– Lo que no entiendo es por que tengo que ser yo la mala en todo esto. No soy Shanna, ni soy una mujer retorcida, tal y como tu ves al genero entero. Soy alguien que lo unico que ha hecho ha sido preocuparse por ti y por tu hija. La he cuidado y le he tomado mucho afecto. No voy a permitir que tu conviertas eso en algo feo, porque no lo es. Amy es una nina estupenda.