– ?Algun sabor en especial?
Hawk arqueo una ceja ligeramente.
– ?Que me sugieres?
Nicole no iba a caer en la trampa, se dijo.
– Galletas normales, y magdalenas de chocolate y vainilla. Tienen bano, pero no estan decoradas. Seguro que es mejor asi.
– Te estas resistiendo.
– ?A que?
– A mi encanto.
– ?Estabas siendo encantador?
– Sabes que si -dijo el, y le entrego una tarjeta.
Ella lo miro. Tenia el emblema del instituto, la direccion, su nombre y un numero de telefono con una extension.
– ?Y esto? -pregunto.
– Es la direccion en la que necesito que entregues el pedido. Manana sobre las dos y media de la tarde, en la sala de reuniones que hay junto al gimnasio. Te he escrito las indicaciones en el reverso de la tarjeta.
– No voy a llevar este pedido.
– No tengo ningun sitio donde almacenarlo. Ni tampoco modo de llevarlo hasta alli.
Ella miro hacia fuera de la tienda. La furgoneta de Hawk estaba aparcada frente a la pasteleria.-Ahi cabe todo y mas.
– Seguramente, pero si tu llevaras el pedido, podrias quedarte a ver la filmacion.
– Ya he visto una vez el partido.
– Si, pero no conmigo explicando lo que pasa.
?Y por que demonios queria el que ella fuera a verlo?
– Es domingo.
– ?Tienes plan?
– No.
– Pues ven. Te lo pasaras bien.
Nicole se sentia desconcertada, y eso siempre la molestaba mucho.
– ?Por que estas haciendo esto?
– Porque si pasas mas ratos conmigo, terminare por caerte bien.
– ?Y que importancia tiene eso para ti?
– Tengo que caerte bien si quiero acostarme contigo.
Nicole agradecio tener el baston. La ayudo a mantenerse en pie.
– ?Se trata de acostarte conmigo?
– Si. Desnudos -anadio Hawk en un susurro-. No te olvides de la mejor parte.
– ?Y por que yo?
– Me atraes. Me intrigas. No eres facil.
– No estoy muy segura de cuales son tus estandares -murmuro ella con un cosquilleo en el estomago, y se dio la vuelta. El la tomo del brazo y tiro de ella, y de repente, estaban frente a frente, mucho mas cerca que antes.
– No puedo dejar de pensar en ti -le dijo, mirandola fijamente a los ojos-. Quiero verte de nuevo. Preferiria que fuera desnuda, pero acepto la ropa si es necesario. A pesar de lo que te hayan dicho esas mujeres con las que has hablado, yo no hago esto a menudo. Tienes algo, Nicole. No se que es, pero lo averiguare.
?Y despues que? ?Habria terminado todo?
– Di que si -insistio Hawk.
– No puedo.
El se inclino y la beso. Fue un beso duro, caliente, profundo. Tomo lo que queria y la dejo sin aliento. Ella le devolvio el beso y sintio como le hervia la sangre. Era una batalla de voluntades. Y basandose en como jadeaban los dos cuando se separaron, no habia un vencedor claro.
– Di que si -susurro el.
Ojala pudiera.
Hawk suspiro.
– Lleva el pedido.
– De acuerdo.
El la solto y se marcho. Cuando dejo de darle vueltas la cabeza, Nicole vio que Hawk habia dejado un billete de cien dolares en el mostrador para cubrir los gastos.
Maggie se acerco desde la trastienda.
– Interesante -dijo-. Es muy claro a la hora de decir lo que quiere. Eso me gusta en un hombre. Deberias salir con el.
– No puedo. No estoy preparada todavia para tener una relacion.
– ?Y quien ha dicho nada de una relacion? -a Maggie se le borro la sonrisa de los labios-. Oh, lo siento. Se me habia olvidado.
Nicole se irrito al ver la mirada de pena de su amiga. Queria defenderse y decir que estaba bien. Sin embargo, teniendo en cuenta que no podia aceptar la invitacion de Hawk, eso no era cierto.
– Voy a preparar el pedido -dijo Maggie-. Tu marchate a casa.
– De acuerdo. Vendre a recogerlo manana.
Nicole se marcho.
Durante el trayecto a casa, intento ponerse de buen humor. Deberia sentirse agradecida por tener amigos que se preocupaban por ella. Y lo estaba. Mas o menos. Sin embargo, odiaba que la gente sintiera lastima por ella. Se enorgullecia de controlar las situaciones. Ocurriera lo que ocurriera en su vida, se las arreglaba.
Era todo culpa suya. Ella era la que habia querido salir con Drew y habia aceptado su propuesta de matrimonio. Sabia que no estaba locamente enamorada de el, pero habia empezado a pensar que nadie la querria lo suficiente como para casarse con ella. Una razon tonta para tomar una decision tan importante. No habia nada como analizar las cosas con perspectiva para verlas claramente. Por desgracia, saber lo que tendria que haber hecho no podia cambiar el pasado.
?Y ahora que? ?Como iba a superar lo que habia ocurrido? No echaba de menos a su ex marido, pero queria recuperar su orgullo y su amor propio. Ojala pudiera comprarlos por Internet.
Todavia estaba sonriendo con aquella idea cuando freno ante su casa. Habia un coche aparcado en la calle. El tipo que estaba apoyado en el capo se irguio al verla.
Hablando del rey de Roma, penso Nicole con tristeza.
Drew la saludo cuando ella giraba para entrar al garaje. Ella no le presto atencion y aparco, pero el la estaba esperando cuando se acerco a la puerta, y Nicole tuvo el mal presentimiento de que con ignorarlo no iba a conseguir que se marchara.
Cinco
– Vete -dijo a modo de saludo.
– No lo dices en serio.
– Asombrosamente, si.
Penso en quedarse en el porche, pero no le apetecia proporcionar entretenimiento a los vecinos.
Entro, sabiendo que Drew la seguiria, camino hasta el centro del salon y se volvio hacia el.
– Di lo que tengas que decir y vete.
– Eso no es muy cordial.
– Que sorpresa.
No parecia que a Drew le afectara mucho su actitud. Sonreia.
– Te he echado de menos, nena, y se que tu a mi tambien.