– No te creo. Te ha pasado algo -dijo el, y se dio cuenta de que estaba palida-. Alguien te ha hecho dano.
– Estoy bien -dijo ella, y se encogio de hombros-. No es nada.
– No voy a dejar que me convenzas -dijo Hawk. No pararia hasta averiguar que o quien la habia disgustado.
Nicole suspiro.
– Estoy… estoy teniendo algunos problemas con mi ex.
– ?Estas divorciada?
– Estoy en el proceso de divorcio. Ya se han redactado los documentos, y los terminos estan acordados. Solo estoy esperando a que se cumplan los plazos.
– ?Y todavia lo echas de menos?
– Ni lo mas minimo. Vino ayer a mi casa. Quiere que vuelva con el. Y su forma de convencerme es insultarme y ser mezquino.
Hawk se enfurecio.
– ?Te ha hecho dano?
Nicole sonrio apagadamente.
– En realidad no.
– Puedo darle una paliza, si quieres.
Ella sonrio con mas ganas.
– Estoy segura de que lo harias con una eficiencia asombrosa, pero no.
Hawk queria hacerlo de verdad.
– No me importa. Siempre estoy buscando maneras de mantenerme en forma.
– No seria mucho ejercicio para ti.
– ?Tu crees?
– Estoy segura, pero gracias de todos modos.
Habia mas. El lo veia en sus ojos. El problema con un ex era que esa persona sabia exactamente como hacer dano, conocian los puntos debiles. Y parecia que, en el caso de Nicole, su ex no tenia reparos en atacarlos directamente.
Hawk le acaricio la mejilla.
– Se equivoca.
– ?Respecto a que?
– En lo que te haya dicho.
– Eso no lo sabes.
– Si, si lo se.
La expresion de Hawk era amable, y su caricia reconfortante y un poco sensual. El era exactamente lo que necesitaba, penso Nicole.
El la miro a los ojos, y despues a la boca. Su cuerpo reacciono con un cosquilleo y un pequeno suspiro, y aquel hombre ni siquiera la estaba besando. ?Como lo conseguia?
Antes de que pudiera averiguarlo, se oyo a varios adolescentes acercandose por el pasillo. Ella retrocedio.
– Refuerzos -dijo Hawk con ligereza-. Les dire que traigan las cajas.
Lo cual significaba que la tarea podia hacerse en un solo viaje y que ella no tenia excusa para quedarse. Sin embargo, queria hacerlo.
– Te he traido el cambio -dijo, y saco el dinero del bolsillo de su pantalon.
– Guardalo para la proxima vez -dijo el-. Volvere a hacer un pedido dentro de una semana.
– De acuerdo.
– Vas a quedarte a la reunion, ?verdad?
– Yo… eh… claro -dijo. Porque la alternativa era irse a casa y evitar a sus amigos, que actualmente sentian pena por ella.
Hawk envio a varios de los chicos a buscar las cajas de dulces al coche. Raoul volvio con ellos y la saludo agradablemente. En cuestion de minutos, todo el mundo estaba sentado en sillas plegables. Nicole se vio junto a Hawk, lo cual la hizo muy feliz. El era exactamente la distraccion que necesitaba.
Con un mando a distancia, Hawk apago las luces; en la gran pantalla que habia en la pared aparecio una imagen del juego. A partir de aquel momento, el disecciono cada segundo del partido, haciendo alabanzas cuando eran merecidas y criticas constructivas cuando eran necesarias. Explicaba las cosas con sencillez. Incluso Nicole podia seguir lo que estaba diciendo… al menos durante los primeros diez minutos, mas o menos. Entonces sintio una mano que le rozaba ligeramente el brazo.
Aquel contacto inesperado la sobresalto, pero consiguio no caerse del asiento. Miro hacia abajo disimuladamente y vio que el le estaba pasando los dedos por el interior de la muneca. Lentamente, con delicadeza, sin mirarla.
En teoria, no habia nada sexual en aquel contacto. No deberia tener ninguna importancia. Sin embargo, el calor de la piel de Hawk, su forma de rozarle la muneca con el pulgar, tenian algo que le daba ganas de retorcerse. Tuvo que controlar la respiracion. Despues de diez minutos, tuvo que convencerse de que lanzarse a los brazos de Hawk era completamente inapropiado.
A mitad de la proyeccion hicieron un descanso. Los chicos devoraron las magdalenas y los
– ?Te esta gustando el partido?
Su voz tenia un tono de despreocupacion, penso Nicole, muy molesta. Con las luces encendidas, habia dejado de acariciarla, y se estaba comportando como si no hubiera ocurrido nada. Ella, por el contrario, se sentia blanda e inflamada por dentro, y tenia un ansia desesperada por algo mas que un ligero contacto en la muneca.
– Estoy aprendiendo mucho -dijo, decidida a no dejarle ver cuanto la trastornaba-. Nunca me habia interesado mucho por los deportes. Es mas complicado de lo que pensaba.
– Como la mayoria de las cosas. ?Quieres ir a comer algo despues de la reunion, o volver a tu casa?
– Tu estas muy comodo persiguiendo tu objetivo, ?verdad? -le pregunto ella, en voz baja.
– Se lo que quiero.
– Hawk, yo… tengo que irme.
El la miro fijamente.
– ?Cuanto tiempo mas vas a huir de mi?
– No lo se.
– Admitir que tienes un problema es el primer paso para resolverlo.
– Que perseverante eres.
Nicole se puso en pie y tomo su bolso. Entonces el la tomo de la mano y la atrajo hacia si.
– Por lo menos, admite que te sientes tentada -murmuro.
– Mas de lo que piensas.
– ?Digame?
El telefono habia comenzado a sonar cuando Nicole llego al trabajo el lunes por la tarde, y estaba deseando pasar un rato de tranquilidad.
– ?Nicole? Soy Martin Bashear.
Su abogado.
– Hola, Martin. ?Como estas?
– Bien. Hay un asunto del que quiero hablar contigo.
– ?Me va a gustar?
– Seguramente no.
Ella se preparo mentalmente.
– Esta bien. ?De que se trata?
– Estamos en una encrucijada con el asunto de Jesse. Tenemos que solicitar la accion judicial o dejarlo.
– Ya sabes lo que quiero.