– Yo no…

– Y no me trate como si fuera idiota.

Hawk alzo ambas manos.

– No…

Ella lo fulmino con la mirada.

Seguro que estaba acostumbrado a salirse con la suya, sobre todo con las mujeres. Con aquella sonrisa asesina, cualquiera con dos cromosomas X se derretiria como la mantequilla bajo el sol. Bien, pues ella no.

Se puso en pie y agarro el baston.

– Voy a denunciar al chico.

Hawk se levanto de un salto.

– Demonios, eso no es justo.

– Digaselo al juez.

Hawk avanzo hacia ella, pero Raoul se interpuso.

– Entrenador, no se preocupe. He actuado mal. Sabia que estaba mal robar los donuts, y de todos modos lo hice. Usted siempre dice que hay que aceptar las consecuencias de nuestros actos. Esta es una de ellas.

El chico se volvio hacia Nicole y bajo la mirada.

– No tener dinero no es una excusa. No deberia haberlo hecho. Tenia miedo de quedar en ridiculo delante de todo el equipo -dijo, y se encogio de hombros-. Lo siento, senora Keyes.

Por mucho que lo odiara, Nicole queria creerlo. Raoul tenia un aire de derrota…, se dijo que podia estar enganandola, que aquellos dos formaban un gran equipo, pero por algun motivo, tenia la sensacion de que el chico decia la verdad. Estaba avergonzado y lo lamentaba.

Sabiendo que iba a arrepentirse a la manana siguiente, cuando el muchacho no apareciera, dijo:

– Vamos a hacer un trato. Puedes pagarme lo que has robado trabajando. Ven manana a las seis de la manana.

Por primera vez desde que lo habia hecho tropezar, Raoul la miro. En sus ojos oscuros brillo algo parecido a la esperanza.

– ?De verdad?

– Si. Pero si no apareces, te buscare y hare que te arrepientas de haber nacido. ?Trato hecho?

Raoul sonrio. Ella suspiro. Dos anos mas y seria tan atractivo como su entrenador. ?Acaso no era injusto?

– Estare aqui -prometio el-. Y vendre pronto.

– De acuerdo.

Hawk se volvio hacia ella.

– Y ahora, ?puede ir a esperarme al coche?

– Claro.

Aunque, si fuera por ella, el entrenador Hawk tambien podia irse. No tenian nada que decirse el uno al otro.

Lo miro, y tuvo la tentacion de frotarse los parpados. Quiza fuera solo un efecto de la luz, pero Nicole tuvo la impresion de que cada vez era mas guapo. Molesto, ciertamente.

Hawk se volvio hacia la mujer que lo estaba fulminando con la mirada. Le recordaba a un gato callejero que su hija habia llevado a casa anos atras. Era todo dureza y desden.

Nicole era sensata. El se daba cuenta por la camisa que llevaba, larga hasta las rodillas, de tela vaquera oscura, su camiseta lisa, la falta de maquillaje y su pelo largo y rubio, recogido en una coleta. No era de las que se dejaban impresionar facilmente. Aunque a el, eso no le importaba.

– Gracias -dijo-. No tenia por que hacerlo.

– Tiene razon -respondio ella-. No tenia por que. Tambien se que voy a lamentar dejar que se vaya de rositas.

– No, no es verdad. Es un buen chico. Tiene mucho talento. Llegara lejos.

– Se ve en el, ?verdad?

Hawk sonrio.

– Si.

– Tipico -respondio Nicole, y miro el reloj-. ?No tiene que estar en ningun sitio?

– En el entrenamiento. Los chicos estan esperando -dijo el, y saco la cartera del bolsillo-. ?Cuanto le debo por los donuts?

Ella fruncio el ceno.

– ?Es que no estaba escuchando? Raoul va a pagarlos con su trabajo. Al menos, esa es mi fantasia.

– Bueno, entonces sigo necesitando cinco docenas para el equipo.

Nicole miro a la mujer que estaba detras del mostrador.

– Maggie, ?puedes darle sus donuts al entrenador para que se marche de una vez?

Hawk se inclino y recogio los donuts que todavia estaban por el suelo.

– Esta intentando librarse de mi.

– ?De verdad?

– Pero si yo soy la mejor parte de su dia.

– Quiza me clave una astilla despues, y ese sea el momento algido.

El se echo a reir.

– No es usted facil.

– Esa es la primera cosa inteligente que ha dicho.

El dejo las cajas aplastadas y los donuts en una de las mesas del local.

– Yo soy muy listo, Nicole.

– Siga diciendoselo, y quiza un dia se haga realidad.

El se quedo mirandola fijamente hasta que ella comenzo a retorcerse.

– ?Por que esta intentando que yo le caiga mal por todos los medios? ?Acaso la intimido?

– Yo… usted… Vayase.

Dicho eso, se apoyo sobre el baston y se dirigio al obrador, en la parte trasera de la pasteleria.

– ?No hay ningun comentario desdenoso? -le pregunto el-. ?Significa eso que he ganado?

Ella se volvio y lo miro con cara de pocos amigos.

– No todo en la vida es ganar o perder.

– Claro que si.

Ella apreto los dientes.

– Vayase.

– Me voy porque los chicos estan esperando. Pero volvere.

– No se moleste.

– No es molestia. Sera divertido.

Salio de la tienda silbando mientras se acercaba a su coche, que estaba aparcado enfrente.

Hawk se habia dado cuenta de que a Nicole le gustaba decir la ultima palabra. Obviamente, estaba acostumbrada a llevar las riendas y a salirse con la suya. El futbol le habia ensenado mucho de la vida a Hawk. Algunas veces, los equipos se sentian pletoricos porque eran muy buenos en algo determinado. Si se les quitaba ese algo, se tambaleaban. Lo mismo con las mujeres. Sobre todo, con las mujeres.

Iba a ser un buen dia, penso mientras le entregaba a Raoul los donuts y arrancaba. De repente, el mundo parecia lleno de posibilidades.

– ?Que te parece? -pregunto Claire.

Nicole siguio mirando las camisas que habia en uno de los percheros.

– No.

– Vamos. Es rosa.

– No.

– Ni siquiera estas mirando.

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