Nicole se volvio hacia Raoul.
– ?Esto es lo que tu quieres? ?De verdad?
El asintio.
– Quiero a Brittany.
Queria decir que iba a estar a su lado pasara lo que pasara. Nicole respetaba eso, al menos.
Brittany sonrio a Raoul y despues miro a Nicole.
– Se que esto es muy dificil para ti, pero por favor, alegrate por nosotros. Se que todo va a salir bien.
– Claro.
– Tengo que irme a casa -dijo Brittany. Le dio un beso a Raoul y se dirigio hacia la puerta. Antes de salir dijo-: Oh…, me he dejado el resto de la prueba de embarazo en el bano.
– No te preocupes por eso.
– De acuerdo. Gracias -dijo la chica, pero volvio a mirar a Nicole-. Mi padre no lo sabe. No se lo digas, por favor. Quiero que sepa la noticia por nosotros.
Nicole alzo ambas manos.
– No dire nada.
En realidad, no era una conversacion que quisiera mantener con Hawk. Lo unico que podria decirle era «te lo adverti».
Despues de cenar, Nicole fue a la habitacion de Raoul. La puerta estaba abierta, pero ella llamo antes de entrar.
El estaba sentado en la cama, leyendo a Julio Cesar.
– Me acuerdo de tener que estudiar eso -dijo ella-. Despues te examinaban sobre ello, porque leerlo no era suficiente tortura.
Raoul sonrio.
– Quieres hablar del embarazo de Brittany.
– ?Estas diciendo que no soy sutil? -pregunto Nicole. Entro en la habitacion y se sento en la silla del escritorio-. Estoy preocupada -le dijo-. Esto es algo muy serio. Me gustaria asegurarme de que sabes en donde te estas metiendo.
– Brittany esta embarazada. Yo voy a asumir mis responsabilidades.
– Me parece bien, pero ?como? Vamos a pasar por alto el hecho de que, cuando Hawk se entere, te va a matar.
Raoul se movio sobre la cama.
– El entrenador no se va a poner muy contento.
– Creo que no. Asi que, suponiendo que consigas salir vivo de la conversacion con el, ?que vas a hacer?
– Conseguire la beca y jugare al futbol.
– ?Y si las cosas no salen bien? ?Y si te lesionas un hombro, o una rodilla?
– Encontrare un trabajo y mantendre a Brittany y al bebe.
– ?Haciendo que? -pregunto Nicole, y alzo una mano-. Raoul, se que todo esto parece posible, y que tu puedes trabajar perfectamente, pero no es la unica opcion. No tienes por que poner tu futuro en peligro para hacer lo correcto. Brittany esta convencida de que todo saldra maravillosamente, pero tu y yo vivimos en el mundo real. Sabemos que las cosas pueden salir mal. Y hay muchas parejas maravillosas, preparadas emocionalmente y economicamente para mantener a un bebe.
– No voy a dar a mi bebe.
En cuanto el respondio, Nicole se dio cuenta de lo que habia dicho. Raoul nunca habia tenido un hogar. Nunca le daria la espalda a su propio hijo.
– Claro. Lo siento. Deberia haberme dado cuenta.
Para el no habia mas opciones. Raoul no estaba muy disgustado por lo del bebe porque, para el, significaba que por fin tenia lazos fuertes con alguien. No perderia a Brittany ni al bebe, o eso creia.
– Estoy segura de que las cosas funcionaran -dijo ella.
– No estas segura. Crees que es un error.
Nicole se puso en pie.
– Quiza, pero lo que yo crea no importa. Tu sabes que ella no es lo suficientemente madura como para soportar bien todo esto, ?verdad?
El titubeo, pero despues asintio lentamente.
– Lo se, pero yo si. Vamos a formar una familia.
Al final, eso era lo mas importante.
Nicole salio de la habitacion y cerro la puerta. Entonces se dio cuenta de que habia otra mujer en su vida que estaba embarazada. Claire, Jesse, la perra y ahora Brittany. Parecia que todo el mundo iba a tener un hijo menos ella.
– Da gracias a que mi ex marido era completamente inepto -murmuro Nicole mientras terminaba de hacerle el nudo de la corbata a Raoul -, asi que yo aprendi a hacer este tipo de cosas -dijo. Despues se aparto para que el pudiera mirarse al espejo-. Eramos tres hermanas, y esto no tiene por que estar entre mis habilidades.
– Gracias -dijo el, y se aliso la pechera de la camisa-. ?Estoy bien? Me siento estupido.
– Estas muy bien. Muy elegante.
Hawk lo habia llevado de tiendas el dia anterior y le habia comprado pantalones de vestir, un par de camisas de traje y una americana de
En aquel momento, parecia que Raoul se sentia incomodo con su traje nuevo.
– No se -murmuro.
– Eh, escucha. ?Quien es el mejor?
– ?Que?
– ?Quien es el mejor?
– Yo… -respondio el con un grunido.
Ella se puso en jarras.
– O demuestras un poco de entusiasmo o no voy.
El abrio unos ojos como platos.
– Tienes que venir. Yo no voy a entrar al restaurante solo, no sabria que decir. Mira, Nicole, yo solo soy un crio. Nunca he estado en ningun sitio, ni he hecho nada. No soy como tu. Ya sabes, sofisticado.
Si Raoul no hubiera dicho aquello con sinceridad, Nicole se habria echado a reir. ?Sofisticada, ella? Raoul debia de referirse a su hermana la pianista, la que habia viajado por todos los paises. Claire habia estado en todo el mundo; Nicole habia ido una vez a Nueva York, varios anos antes, con Drew. Habian visto
– Vas a hacerlo muy bien, porque tu eres el que tiene que elegir. Todas las universidades quieren que seas el capitan de su equipo, puedes escoger la que quieras. Ellos lo saben, y tu tambien tienes que ser consciente de ello. Tu deja que hablen. Si la conversacion decae, Hawk o yo intervendremos. Tu eres el que tiene talento. Esta noche solo tienes que fingir que eres Lance Armstrong.
– Es un ciclista.
– Entonces, pon en la frase el nombre de tu jugador de futbol favorito. Tu eres ese tipo. Y ahora tenemos que irnos, habra trafico. Puedes pasarte todo el camino diciendome lo guapa que estoy. Para mi sera relajante y tu te distraeras.
Raoul se echo a reir, lo cual estaba muy bien. Habia habido un poco de tension entre ellos durante los dos ultimos dias, desde que ella se habia enterado de que Brittany estaba embarazada. Como no habia oido un grito atronador proveniente de la zona oeste de la ciudad, suponia que Hawk todavia no lo sabia. Ella no estaba precisamente impaciente por tener una conversacion sobre ese tema.
Cuando llegaron a Buchanan's, un restaurante refinado que habia en el centro de la ciudad, Nicole le entrego las llaves del coche al portero y entro en el establecimiento con Raoul. Hawk ya estaba junto al mostrador de recepcion, hablando con un hombre de mediana edad que llevaba un buen traje.