a si mismo que, en la mayoria de las veces, la supervivencia era mas que suficiente.
Capitulo 3
Emma se desperto y confirmo que, a pesar de la promesa del medico, nada habia cambiado ni mejorado durante la noche. Se sento en la inmensa cama y se abrazo las rodillas al pecho. Recordaba que el medico le habia recetado algo para dormir, haberse puesto el camison y haberse desplomado en la cama. Y nada mas.
Lo bueno era que se sentia mas descansada. Lo malo… ?Por donde empezar? Habia estado realmente casada con Reyhan durante todos esos anos. Estaba en Bahania y el era el hijo del rey.
Sacudio la cabeza para despejarse. Se tomaria unos minutos para orientarse y luego se ocuparia del sinsentido que era su vida.
Se levanto y los dedos de los pies se le enroscaron en la alfombra, tan gruesa que podria servir como colchon. La habitacion estaba decorada con tonos amarillos y azules, y el mobiliario era de madera oscura y tallada. Habia un televisor, un reproductor de DVD y un amplio surtido de peliculas, asi como una lista detallada de los numerosos canales via satelite.
– Increible -murmuro mientras acariciaba los pajaros y flores tallados en el mueble.
La habitacion era tan grande como una casa de tres dormitorios en Dallas, y recordaba que el salon era igualmente enorme. Nerviosa, entro en el cuarto de bano.
«Inmenso» no era suficiente para describirlo. Su apartamento entero podria haber cabido en el, y seguiria sobrando espacio. La longitud del tocador de marmol era dos veces la de la encirnera de su cocina. La banera tenia chorros de hidromasaje y podria servir como piscina en un parque acuatico. Ademas habia un plato de ducha con mamparas de vidrio, toallas del tamano de sabanas y todas las cosas que una mujer podria necesitar en un cuarto de bano.
Se movio lentamente en circulos e intento imaginar como seria vivir en un sitio asi permanentemente ?seria posible acostumbrarse a tanto lujo?
Veinte minutos mas tarde, se habia duchado y lavado la cara. Tras vestirse y maquillarse, volvio al dormitorio y termino de deshacer el equipaje. Despues no le quedo otra cosa que hacer salvo explorar el resto la suite y pensar en lo que iba decirle a Reyhan cuando lo viera.
A la luz del dia sabia que su relacion con Reyhan era algo mas de lo que sus padres le habian dicho seis anos antes, cuando regreso a casa con el corazon destrozado. Pero ?que?
Salio del dormitorio y entro en el salon de la suite.
Los postigos estaban abiertos, ofreciendo una vista tan maravillosa del oceano, el cielo y las copas de los arboles que Emma no se percato de la presencia de Reyhan. Pero cuando se volvio, lo vio sentado junto a la gran mesa del rincon. Estaba leyendo el periodico y el tampoco la habia visto.
Su primer pensamiento fue volver corriendo al dormitorio, pero antes de que sus pies pudieran moverse, se sorprendio al quedarse inmovil contemplando a Reyhan.
Era arrebatadoramente atractivo, penso mientras recordaba como su aspecto la habia fascinado la primera vez que se conocieron. Llevaba el pelo muy corto y sus fuertes pomulos enfatizaban la dureza de sus rasgos. Tenia las cejas juntas en una expresion severa, lo que le daba un aspecto intenso y peligroso. Emma recordo como siempre que estaba a su lado se sentia estupida e incapaz de hablar, y esa sensacion volvio a invadirla de lleno.
Puso una mueca al recordar como lo habia acusado de querer casarse con ella para conseguir un permiso de residencia. Era un miembro de la familia real de Bahania. Podia moverse a sus anchas por el mundo. Y en cuanto a querer llevarsela a la cama… Emma tenia sus dudas. La experiencia habia sido un desastre, y tras un par de noches Reyhan no habia vuelto a buscarla.
– ?Cuanto tiempo vas a quedarte ahi? -Le pregunto el sin levantar la vista del periodico-. Te he pedido el desayuno, Emma. Ayer no comiste nada al llegar a palacio. No quiero que te pongas enferma.
Dejo el periodico y la miro. Su oscura y penetrante mirada parecio traspasarla.
– ?Tienes miedo de mi? -Pregunto con una ceja arqueada-. Te juro que nunca he atacado antes de las diez o las once de la manana. No es civilizado.
Emma miro el viejo carillon que habia junto a la puerta.
– ?Entonces estoy a salvo durante otros noventa minutos?
– Al menos.
Reyhan se levanto y aparto una silla. Sin saber que otra cosa podia hacer, Emma se sento y vio como el destapaba los platos que habia en el aparador.
– ?Que te gustaria tomar?
– ?Vas a servirme? -pregunto ella, parpadeando con asombro.
– Eres mi invitada. He enviado fuera a la criada, para que solo estemos tu y yo.
?Estaba insinuando que ella era su responsabilidad? Reyhan siempre habia tenido unos modales asombrosos, y parecia que eso no habia cambiado.
Emma se levanto y se acerco al aparador para examinar el surtido de alimentos. Habia huevos, beicon, nata fresca, cruasanes, galletas y cereales.
– No puedo comerme todo esto -dijo.
– Yo te ayudare -respondio el-. Por favor, empieza.
Ella tomo uno de los platos apilados a la izquierda, cuando se inclino hacia delante, Reyhan se movio y le rozo el brazo con la mano. El repentino calor la hizo temblar y le puso la carne de gallina. Descubrio que queria tocarlo de nuevo, acercarse mas a el y que tambien la tocara. Su mente se vio invadida por un monton de imagenes eroticas, y antes de saber lo que habia pasando, noto que le costaba respirar.
Todo sucedio en cuestion de segundos. Enseguida recupero la compostura, vio la expresion amable de Reyhan y se retiro rapidamente.
Aquello no le gustaba, penso frenetica. No le gustaba nada como su corazon se desbocaba cada vez que el estaba cerca. No le habia ocurrido antes. Reyhan la intimidaba tanto como la intrigaba.
Se sirvio unos huevos en el plato, junto a un poco de fruta, galletas y mantequilla, y volvio a la mesa a servir cafe para ambos. Reyhan espero a que se sentara para sentarse el.
– ?Has dormido bien?
– Si, gracias.
– El doctor Johnson no cree probable que vuelvas a desmayarte. Opina que fue la falta de sueno y comida, junto a una pequena deshidratacion y el shock por volver a verme -dijo Reyhan, mirandola fijamente-. De haber sabido que reaccionarias asi, te habria avisado con mas tiempo. No era mi intencion hacerte perder el conocimiento.
– Imagina lo que podrias conseguir si fuera tu intencion -repuso ella.
Vio que volvia a arquear una ceja, pero se nego a dejarse intimidar, a pesar de querer encogerse de verguenza y disculparse. Se concentro en el desayuno y hundio el tenedor en un trozo de mango. La tension sexual se propago por la habitacion como una neblina erotica, pero Emma estaba decidida a ignorarla.
Tal vez siempre habia reaccionado igual ante Reyhan pero nunca habia sido consciente de ello. Tal vez cuando se conocieron habia existido la misma poderosa atraccion fisica, pero habia sido demasiado joven e inocente para reconocerla. Lo unico que habia sabido en aquel tiempo era que lo amaba y temia con la misma intensidad. Era sorprendente que hubiese encontrado la fuerza para dejarlo.
Entonces recordo que no habia sido ella quien lo habia dejado. Habia sido el quien la habia abandonado, y ella quien se habia refugiado en casa de sus padres. Ni siquiera habia tenido el valor para decirle que no queria volver a verlo… aunque el tampoco se habia esforzado mucho en contactar con ella.
– ?A que se debe ese suspiro? -le pregunto el.
– ?He suspirado? No era mi intencion.
– Estabas pensando en el pasado, ?verdad?
– Me parece algo logico en lo que pensar.
– Hablemos de ello -dijo el, asintiendo.
?Habia sido una declaracion o una orden?