– ?Y si no quiero?

La boca de Reyhan se torcio en una mueca de regocijo.

– ?Me estas desafiando?

– ?Eso me va a costar cincuenta latigazos o permanecer encerrada en la torre?

– Nada tan aburrido -dijo el sorbiendo el cafe-. ?Por que no quieres hablar de lo nuestro?

– Supongo que sera por instinto de proteccion – respondio ella encogiendose de hombros-. Mis padres siempre me estaban protegiendo. Me costo mucho ganar mi independencia, y me pongo en guardia cuando alguien me da ordenes.

– Entiendo.

– Pero tienes razon. Tenemos que hablar de lo que ocurrio y de lo que va a ocurrir. El asintio ligeramente.

– Si ese es tu deseo…

– Te estas burlando de mi.

– Me asusta tu voluntad de hierro.

Emma dudaba de que nada pudiera asustar a Reyhan. Y eso significaba que efectivamente se estaba burlando de ella. Interesante. No sabia que los principes reales tuvieran sentido del humor.

– ?Crees que nuestro matrimonio fue real? -le pregunto el.

– No quiero creerlo, pero si, lo fue. No tienes razon para mentir, y mi presencia aqui es prueba suficiente -se removio en la silla. Habia estado casada durante seis anos y no lo habia sabido. Que estupida-. ?Por que te casaste conmigo? -le pregunto, sabiendo que no habia sido por los motivos habituales. Habia creido que Reyhan la habia amado, pero su comportamiento demostraba lo contrario.

Reyhan mastico y trago.

– Eras virgen -dijo tranquilamente-. De haberlo sabido, no te habria desflorado.

Al oirlo, Emma dejo caer el tenedor y se levanto de un salto.

– ?Que? -exclamo-. ?Te casaste para acostarte conmigo? ?Solo se trataba de sexo?

– Sientate, Emma. Estas exagerando.

Ella volvio a sentarse y le clavo la mirada, furiosa. No iba a permitir que nadie volviera a dirigir su vida.

– ?Por que estas tan indignada? ?Crees que algun hombre se casaria sin pensar en acostarse con su mujer?

– Muchos hombres no piensan en otra cosa.

La expresion de Reyhan se torno rigida y severa, y la miro con ojos entornados.

– Soy el principe Reyhan de Bahania. Cuando me case contigo, no solo te di mi nombre y mi proteccion, sino que tambien te honre convirtiendote en una princesa de mi pais. Si hubieras estado dispuesta a continuar nuestra relacion, te habria traido aqui y habrias vivido en este palacio. Ni a ti ni a nuestros hijos os habria faltado de nada. Yo te habria sido fiel hasta la muerte, y tu habrias pasado a formar parte de la historia de mi pueblo. Creo que todo eso define lo que pensaba yo de nuestro matrimonio.

– Pero nunca me lo dijiste -le recordo ella-. Ni tampoco me preguntaste si era esto lo que queria para mi. ?Que pasa con mis planes y aspiraciones? Quedarme contigo habria cambiado mi vida para siempre.

– ?Y eso es tan malo?

Emma penso en su pequeno apartamento y en su tranquila vida. Recordo la conversacion con Cleo de la noche anterior y lo que ella le habia dicho sobre el palacio y los principes.

– No me diste eleccion -dijo-. Te casaste conmigo sin decirme la verdad, y luego desapareciste sin decir palabra.

Reyhan se recosto en su silla.

– Nuestra vision de lo que ocurrio difiere bastante, pero eso no importa. Lo que cuenta es el presente. Estamos casados, y eso es algo que ninguno de los dos quiere. Se necesita el permiso del rey para obtener el divorcio, y el ha insistido en que pases dos semanas aqui hasta que acepte la sentencia.

Los anos que habia pasado bajo la tutela de sus padres la habian convertido en una persona hipersensible a las ordenes. Su primer impulso fue decirle a Reyhan que tal vez no quisiera el divorcio y que queria seguir casada. Pero se contuvo antes de decir semejante estupidez. No conocia a aquel hombre ni queria tener nada que ver con el. Por supuesto que queria divorciarse y volver a su vida.

– No necesitaste su permiso para casarte, pero si para divorciarte -le dijo-. Eso no tiene sentido.

– Si necesitaba su permiso para casarme, pero lo hice sin consultarselo -respondio el.

Emma se quedo perpleja. ?Habia desafiado al rey casandose por ella? ?Por que?

?Por sexo? ?Acaso un principe guapo y rico no podia conseguir a cualquier mujer? ?Por que a ella? Tenia el presentimiento de que nunca conseguiria la respuesta a esa pregunta, asi que eligio cambiar de tema.

– Entonces despues del divorcio te casaras con otra mujer… ?Ya has elegido a tu nueva novia? -le pregunto. Cleo le habia dicho que no estaba comprometido, pero ?estaria enamorado?

Reyhan nego con la cabeza.

– Mi matrimonio sera concertado.

– ?Quieres decir que otra persona elegira a tu esposa? ?Y si ella no te gusta?

El se encogio de hombros.

– Eso no tiene importancia.

– Pero podria volverte loco.

– En ese caso, tendremos muy poco contacto. Mi deber es darle herederos al reino. Y no voy a eludir mi responsabilidad.

?Su responsabilidad? ?Y cual habia sido su responsabilidad cuando se caso con ella? ?Y por que accederia a casarse con alguien que no fuera de su agrado?

– ?Tienes que pasar algun tiempo con tus posibles novias?

– No.

– Pero…

El se levanto con brusquedad.

– Tengo una reunion -la interrumpio cortesmente -. Por favor, considera tu estancia en Bahania como unas vacaciones. En dos semanas podras volver a Texas como si nada hubiera pasado. Mientras tanto, si necesitas algo, pideselo a los criados. Eres la invitada de honor del rey.

Asintio y salio de la habitacion.

Emma se quedo desconcertada por unos segundos. Tal vez se fuera a casa, pero jamas olvidaria lo sucedido. En cuestion de horas, su vida habia sufrido un vuelco dramatico.

Se levanto y salio al balcon. Era una amplia terraza que se alargaba por todo el perimetro del edificio. Un lugar muy agradable para pasear, penso Emma mientras se acercaba a la barandilla para observar los magnificos jardines.

Caminos de piedra serpenteaban entre lo que parecia un jardin ingles, y el gorgoteo de una fuente se confundia con el canto de los pajaros.

No era lo que ella habia esperado de un pais desertico. pero entonces recordo la planta desalinizadora que Alex le habia ensenado en el trayecto desde el aeropuerto. Bahania producia casi toda el agua potable que la gente consumia. Interesante, pero no eran asuntos como aquel los que ocupaban su mente.

Desvio la mirada desde el jardin hacia su mano izquierda donde Reyhan le habia puesto un anillo de oro tras la ceremonia. La habia besado y le habia prometido que cambiaria aquel anillo tan simple por cualquier otro que a ella le gustase. En aquel momento Emma habia pensado que Reyhan estaba tan entusiasmado por la emocion que habia hecho promesas que no podria cumplir. Ahora se daba cuenta de que le habia dicho la verdad.

Pero ?por que no se lo habia contado todo? ?Por que no le habia dicho que era un principe y que su plan siempre habia sido regresar a su pais? ?Y por que sus padres no habian podido averiguar que estaba realmente casada? ?Quien les habia dicho que la ceremonia habia sido una farsa, y por que no habian puesto en duda esa informacion?

Aunque… ?habria supuesto alguna diferencia? Se habia quedado con el corazon destrozado, traumatizada y sin el menor interes en ser la esposa de Reyhan. Los pocos dias que habian compartido como marido y mujer los habian pasado en la cama. El la habia deseado con una pasion abrumadora y desconcertante. Y aunque a ella no le habia importado que la tocara, tampoco le habia gustado especialmente. Reyhan habia sido demasiado intenso, demasiado ansioso, demasiado… todo.

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