– Tu, yo, Jill… Estoy segura de que ella se lo ha dicho a Mac, pero el jamas haria algo asi. Y Pam. Estaba presente cuando recibi la llamada. Se alegro mucho por mi.

– Te aseguro que Pam jamas se ha alegrado por nadie en toda su vida. En mi opinion, es la principal sospechosa.

– Estoy de acuerdo contigo -admitio Gracie-, pero, ?por que iba a hacerlo? A ella no le afecta que yo vaya a aparecer en una revista: Para mi es muy importante, pero no lo es para el resto de la gente. Ni mis exitos ni mis fracasos la afectan para nada.

– Si, pero no hay nadie mas.

– Lo se… No lo entiendo. ?Por que? ?Que voy a hacer ahora?

?Quieres enfrentarte a ella?

– No. Lo que quiero, es meterme en casa y pensar que esto no ha ocurrido. ?Crees que es posible?

– Gracie -dijo Riley, acariciandole el cabello-. Se que es horrible, pero, ?que es lo peor que te puede pasar? Que no tengas ese articulo en la revista. Antes de todo esto te iba bien. No creo que eso cambie.

– Mira, Riley, yo he hecho pasteles para personas muy famosas. No hay nada que guste mas que un escandalo en el que aparecen personas famosas. Si Neda se conforma con hablar mal de mi en la revista, no voy mal. Sin embargo, si vende la historia y las fotos a un tabloide, me habra fastidiado por completo.

– ?Que puedo hacer por ti?

– Nada, pero te lo agradezco de todas formas. Bueno, te agradezco mucho que me hayas consolado. Ahora, tengo que marcharme. Tengo que terminar unos pasteles antes de que mi carrera se vaya al garete:

– No puedes estar segura de que eso vaya a ocurrir.

– Tal vez tenga suerte, pero no lo creo.

Mientras observaba como Gracie se marchaba, Riley apreto los punos. No podia consentir que Gracie sufriera tanto.

Gracie se centro en su trabajo. Su casa` le parecia el lugar mas seguro en el que podia estar. Evito a todo el mundo, incluso a Riley. Hablo con Jill por telefono, pero no menciono la entrevista. En cuanto a Pam, se mantuvo alejada de ella y del hotel.

Tres dias mas tarde, alguien llamo a su puerta. Gracie se dirigio al pequeno recibidor y miro por la ventana.

– Justo lo que necesito -murmuro al ver a su madre-. Otra paliza emocional

Como no le quedaba mas remedio, abrio la puerta y se preparo para la charla que, con toda seguridad, su madre le iba a echar.

– Hola, mama -dijo con una alegria que no sentia-. ?Como te va todo?

– No muy bien -respondio su madre, mientras entraba en la casa.

– Lo siento. Te aseguro que no he regresado aqui para crear problemas, pero eso es precisamente lo que esta ocurriendo. Aparentemente, hay fuerzas que no soy capaz de controlar. En verdad, aunque agradezco tu interes, no podria soportar una charla mas. No quiero hablar de mi relacion con Riley, ni de mi pasado ni de cosas por el estilo.

– No he venido por eso.

Gracie se imagino que su madre habia ido para hablarle de la boda. Genial. ?Habria funcionado el plan de Vivian? Acompano a su madre hasta el pequeno salon y la invito asentarse en el sofa.

– ?Quieres algo?

– No, gracias -contesto su madre, tomando asiento-. Lo siento. Lo siento mucho mas de lo que puedo expresar con palabras. He sido una madre horrible y una persona aun peor. Me siento asqueada de mi misma - anadio con lagrimas en los ojos.

– Mama, no se de que estas hablando.

– Lo se. He tratado de ignorarlo, pero no puedo. Es como en el pasada. Se lo que hice y me niego a volver a hacerlo. Esas zorras se pueden ir al infierno.

– ?De quien estas hablando? -pregunto Gracie, atonita. Jamas habia escuchado blasfemar a su madre-. ?Que es lo que han hecho?

– No son ellas, sino yo. Oh, Gracie… Tu fuiste siempre una nina tan alegre y tan lista… Entonces, tu padre murio y tu mundo se derrumbo. Eras su favorita. Se supone que los padres no deben tener favoritos o, si los tienen, no deben decirlo. Sin embargo, todo el mundo sabe que tu padre te queria mas que a nadie. Cuando murio, te sentiste perdida.

– Lo echaba mucho de menos… -admitio Gracie, recordando el pasado.

– Lo se. Yo estaba muy preocupada por ti, pero pense que saldrias adelante. Entonces ese Riley se mudo a la casa de al lado y tu te fijaste en el. Yo sabia que era porque habias perdido a tu padre y necesitabas una figura masculina en tu vida. Pense que todo se pasaria, pero no fue asi.

– Mama, ya hemos hablado de esto…

– Lo se. Muy pronto se entero todo el mundo de que estabas coladita por el. Empezaron los rumores y los articulos en el periodico. Te convertiste en una leyenda. A muchas personas le parecieron cosas muy tiernas, pero algunas mujeres fueron muy crueles. Se rieron de ti y de mi. Yo me senti humillada. Como si no pudiera controlar a mi hija. Todas las semanas habia una historia nueva sobre Gracie.

– Lo siento…

– No tienes por que. Eras muy joven y se trataba de tu primer amor. Yo deberia haber sabido como ocuparme de ti. Deberia haberles dicho que eras mi hija y que pensaba apoyarte. En vez de eso trate de detenerte, lo que no consegui. Entonces, Pam dijo que estaba embarazada y se produjo la boda. Sabia que tenia que sacarte de la ciudad para que no ocurriera nada, pero no importo. En la boda de Pam y Riley, no se hablaba de otra cosa mas que de ti. Unas personas te admiraban por lo que habias sido capaz de hacer, pero otras no eran tan amables.

– No lo sabia.

– No te lo digo para ser cruel yo tambien, sino para explicarme. La culpa es mia. No crei poder soportar el ridiculo durante mas tiempo. Cuando mi hermana se ofrecio a quedarse contigo, yo acepte porque era egoista y debil. Lo siento -musito su madre. Entonces, empezo de nuevo a llorar-. Te he echado tanto de menos… Todos los dias tomaba el telefono para llamarte y decirte que regresaras a casa. Entonces, alguien me decia algo y recordaba todo de repente. Con el tiempo, los rumores fueron apaciguandose, lo que fue un gran alivio para mi. Sin embargo, en mi interior me senti muy culpable por ser tan cobarde. Deje que mis supuestas amigas me influyeran y, por eso, perdi a una hija.

Gracie no sabia que pensar.

– No me perdiste.

– Claro que si. Tu y yo no tenemos una buena relacion. Tu estas enfadada conmigo por 1o que hice y me lo merezco. No tengo excusas. Lo siento, Gracie. Lo siento mucho… Soy una mala madre porque, de mis tres hijas, tu eres la mejor. Vivian es una nina mimada y egoista y Alexis no hace mas que montar dramas. Creo que esculpa mia. Yo las hice asi.

Gracie se acerco al, sofa y abrazo a su madre.

– No importa…

– Claro que importa. Te perdi y todo es culpa mia. Lo siento mucho.

– Yo tambien lo siento -susurro Gracie sin dejar de abrazarla-. No queria avergonzarte.

– Eso solo fue culpa mia, no tuya. Tu no eras mas que una nina que estaba sufriendo mucho. Deberia haberme dado cuenta.

Gracie suponia que su madre estaba en lo cierto, pero no queria seguir hablando del tema.

– Recuerdame que nunca me vuelva a enamorar.

– Creo que ya has superado esa etapa -replico su madre, riendo.

– Eso no era lo que me decias hace un par de semanas.

– Es cierto, pero ahora se que no era asi. Si Riley Whitefield te hace feliz, deberias seguir viendolo.

– ?De verdad?

Su madre asintio.

– No quiero volver a perderte, Gracie. Se que no podemos recuperar lo que hemos perdido, pero quiero que volvamos a estar unidas de nuevo. Estoy dispuesta a ser paciente y a ganarme tu confianza.

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