– Mil dolares. ?Que se puede cubrir con eso?

– Dos billetes de vuelta. ?Por que? ?La familia tuvo otros gastos?

– ?La familia? Zeke, no era una familia. Fue todo el equipo.

– No lo sabia -Zeke solto un juramento-. Seth lo planteo como si fuera una familia. Esa cantidad les pareceria un insulto.

– Peor aun. Son familias que no llegan a final de mes. El asunto de los billetes fue un desastre economico para muchas. A unos les embargaron el coche.

– Maldita sea, Reid. Esas calamidades no deberian pasar. Para eso pagas a gente como Seth y como yo.

– Quiero arreglarlo. ?Puedes enterarte de cuanto se gasto cada uno para volver a su casa y mandarles un par de miles mas? En cuanto a la familia que perdio el coche, consigueles otro.

– Dalo por hecho. ?Algo mas?

– Por ahora, no. Pero lo habra pronto. Voy a estudiar la documentacion de Seth en cuanto llegue. Me temo que va a haber que arreglar mas cosas.

– Lo haremos. Se puede arreglar -lo tranquilizo Zeke.

– Muy bien -se despidio Reid antes de colgar. Sin embargo, no todo podia arreglarse. Como ese nino que habia muerto sin saber que Reid se preocupaba por el. Eso no podia arreglarse ni deshacerse. ?Cuanta gente estaria defraudada por el? ?Cuantos desastres eran culpa suya?

A la manana siguiente, Reid fue a buscar a Lori. Esa noche, en un momento de insomnio, se dio cuenta de algo molesto. Lori estaba dolida porque no se habia acostado con ella. Se habia acostado con las otras dos enfermeras, pero no con ella. Queria decirle que no se lo tomara como algo personal, pero era una mujer y, naturalmente, lo tomaria asi. ?Como podia explicarle que no se habia acostado con ella porque no la consideraba ese tipo de mujer? Estaba deseando tener esa conversacion.

Intento convencerse de que tenia que olvidarse de las otras enfermeras y de lo dolida que ella pudiera sentirse, pero no pudo. Bastante tenia con que todo el mundo pensara que era un majadero; no queria que Lori tambien lo creyera. Aunque seguramente seria demasiado tarde para que cambiara de idea.

La encontro en la cocina. Estaba metiendo la taza del desayuno de Gloria en el lavaplatos. Ella entrecerro los ojos al verlo entrar, pero no dijo nada. El se dio cuenta de que no llevaba la bata. Llevaba vaqueros y un jersey. La ropa, mas cenida, resaltaba unas curvas que no habia captado antes. Muy interesante…

– ?Que quieres? -pregunto ella mientras se colocaba bien las gafas.

– Conocer a tu hermana.

No fue lo que tenia pensado haber dicho y tampoco supo por que lo habia dicho.

– No -replico ella rotundamente.

– ?Por que? Dijiste que esta muriendose. A lo mejor le apetece un poco de compania. Soy una buena compania.

– No lo eres y la respuesta sigue siendo, no. Madeline no es un espectaculo al que puedes ir para ocupar el dia. Vete a molestar a otra.

Su actitud estaba empezando a sacarlo de sus casillas. ?Que le habia hecho?

– Solo intento ayudar -se justifico el-. Puedo consolar a los enfermos.

– No sexualmente, por lo que se comenta.

El dio dos zancadas, la agarro del brazo y tuvo que contenerse para no zarandearla.

– No tuve la culpa -bramo Reid-. Era mi primer ano apartado del deporte. Mi equipo estaba en la final. Perdieron. Estaba borracho. ?Te parece mal que estuviera mas interesado en ahogar mis penas que en satisfacer a una mujer? Tuve una mala noche. Todo el mundo puede tener una mala noche menos yo, ?verdad? Soy bueno en la cama, mejor que bueno. Me han clavado la unas y las mujeres gritan casi siempre.

– Estoy bostezando -ella ni parpadeo-. Eso es lo que me interesa esta conversacion.

Reid solto una maldicion, la agarro y la beso. No lo habia planeado, pero estaba a punto de estallar y no se le ocurrio otra forma de liberar la tension. Dejo que su impotencia, su furia y vanidad herida se derramaran con el beso. Hundio la mano libre en el pelo de ella y se sorprendio al encontrarse con que esos rizos ondulados eran muy sedosos. La estrecho un poco mas contra el para besarla mejor porque empezaba a gustarle.

Lori se quedo sin saber que hacer con los brazos, las manos o el cuerpo. Se sentia ridicula, pero lo unico que sabia era que queria que ese beso no terminara jamas. El beso le exigia algo y ella se dio cuenta que queria darselo. Sin embargo, aunque el perseveraba, sus labios no era demasiado abrumadores. Solo eran lo suficientemente calidos y prometedores para que ella quisiera dejarse llevar. Le gusto como olia y que tuviera la estatura idonea. Le gusto el contacto de su mano en el pelo y el roce provocador de su lengua sobre el labio inferior.

Si hubiera tenido voluntad o acceso a su cerebro, se habria retirado. Era lo sensato, lo unico juicioso. Sin embargo, no tenia nada de eso y no pudo evitar ponerle una mano en el hombro y separar los labios. El le mordisqueo el labio. Eso la sorprendio y tomo aire; el dejo escapar un risita y entro con una voracidad que la dejo otra vez sin aliento.

Besaba como un hombre que adoraba a las mujeres. Besaba como un hombre que entendia que a veces un beso no era solo un peldano que llevaba a otra cosa; que podia ser, si se hacia bien, un fin en si mismo. Besaba a conciencia y consiguio que ella se sintiera como si hubiera pasado toda su vida esperando ese momento.

Sintio que se abrasaba por dentro, se sintio incomoda con la ropa y dentro de su piel. Queria que la acariciara por todo el cuerpo y queria acariciarlo. Queria percibir el contacto de su cuerpo perfecto, desnudo y en tension. Lo queria dentro de ella.

La imagen fue demasiado real y se estremecio solo de pensarlo. El profundizo el beso y ella correspondio a cada movimiento: entro en su boca para conocerla y excitarlo.

Entonces, tan subitamente como habia comenzado, el beso termino.

– Estas temblando -Reid retrocedio.

Ella noto los estremecimientos por todo el cuerpo. Efectivamente, estaba temblando.

– Una bajada de azucar -explico como si quisiera justificarse-. No he tomado bastantes proteinas en el desayuno.

Reid la miro fijamente un buen rato y empezo a sonreir. Fue una sonrisa lenta, de satisfaccion masculina. Una sonrisa que expresaba su capacidad para que una mujer cayera rendida por un beso. Seguia sonriendo cuando salio de la cocina y Lori se quedo mirandolo sin saber que la desquiciaba mas, si que la hubiera alterado tanto para luego abandonarla o que ella hubiera correspondido.

Dos dias despues, Reid abrio la puerta a Walker y Elissa. La expresion de Walker era inescrutable, como siempre, pero Elissa parecia atonita.

– Obedecemos -le saludo Walker-. Gloria nos ha llamado para que vengamos.

– ?Estas seguro de que hablaba de los dos? -pregunto Elissa mordiendose el labio inferior-. Estoy segura de que se referia a ti. Yo le caigo mal y ella me parece aterradora.

Walker sonrio a su mujer.

– Si quieres, puedes esperarme con Reid. No voy a obligarte.

– Claro que no -ella suspiro-, no eres de esos. Pero como eres tan considerado, me da rabia tener miedo. Te acompanare y sere cortes. Puedo hacerlo. Creci entre gente muy cortes.

Reid penso tranquilizar a Elissa y decirle que Gloria habia cambiado un poco, pero no estaba seguro de que el cambio hubiese durado y decidio no decir nada.

– Puedo acompanaros si quereis -se ofrecio-. Si la cosa se pone fea, me llevare a Elissa para que no tengas que matar a la abuela.

– Me parece una buena idea -dijo Walker-. ?Que tal te va la vida?

– Sigo haciendo un inventario de danos -contesto Reid mientras pasaban al recibidor-. Cada dia aparece una mujer nueva para decir que ella no sintio nada. Es humillante, pero es una distraccion. He despedido a mi representante y estoy repasando las cajas que me mando. Hay muchas peticiones y cartas sin contestar. No soporto saber que hay ninos que me consideran un imbecil.

– ?Que vas a hacer para arreglarlo? -pregunto Walker.

– Sigo pensandolo.

Вы читаете Inmune A Sus Encantos
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×