unos ninos en la nieve. Fue mala suerte.

– Eso es lo que le conte -Reid estaba dispuesto a decir la verdad-. No habia ningun nino. Estaba borracho. Por eso perdi el control y me estrelle contra un arbol. Asi tire por la borda mi carrera. Estaba borracho y fui un majadero. Luego, lei lo de esos ninos enfermos y me di cuenta de que no tengo motivos para quejarme. Deberia dedicar cada dia a hacerlos felices.

– Esa no es tu profesion -le dijo Cal-. La vida no es asi.

– ?Como es? No puedo seguir siendo un cero a la izquierda. Tengo que hacer algo que este bien, pero no se como -se hundio mas en la butaca-. La prensa sigue acosandome. Me persiguen en cuanto salgo.

– Fue una historia ideada para captar la atencion de todo el mundo.

– ?Sabes una cosa? Ya no me importa casi nada.

?Por que iba a importarle una mujer de la que no se acordaba? Sabia lo bien que habia salido todo con Lori. Era curioso que eso le importara mucho mas en ese momento.

– Quiero dejar el bar -dijo Reid-. Mas tarde hablare con Walker.

– Acabas de decir que lo de la prensa ya no te importa.

– No se trata de eso. Tengo que hacer algo distinto. No soy la persona adecuada para este trabajo. No quiero pasarme el dia contando historias. Quiero…

Eso era lo malo. No sabia que queria.

– Eres rico, ?verdad? -le pregunto Cal.

– ?Necesitas un prestamo?

– No. Estaba pensando en ti. Tienes mas dinero del que podrias gastarte.

– Efectivamente.

– Crea una fundacion. Una de verdad. Dotala de fondos suficientes para que se financie con los intereses y ofrecesela al mundo.

Reid se puso muy derecho. No sabia nada de fundaciones, salvo que hacian cosas buenas. Se acordo de lo que habia disfrutado viendo a aquellos ninos con su material deportivo nuevo.

– Podria centrarme en lo que quiero -se dijo Reid a si mismo en voz alta-. Los ninos y el deporte.

– Mas aun -intervino su hermano-. Todo el mundo esta interesado en ti. Puedes acceder a gente a la que los demas no sonamos con conocer.

Reid sabia que era verdad. Le bastaba con llamar para hablar con quien fuera.

– Podria ser generoso sin que nadie supiera que soy yo.

– ?Es lo que quieres?

Reid penso en todas esa cartas y peticiones, y en las respuestas tan frias que habian recibido.

– Ya no necesito que se me aprecie por hacer lo correcto -contesto Reid con calma.

Lori entro en la habitacion de Gloria y se preparo para oir todo tipo de comentarios. Llevaba unos vaqueros nuevos y un jersey cenido. Pese a su inexperiencia, habia conseguido imitar las cascada de rizos de Ramon y no se habia sacado un ojo al maquillarse. Sin embargo, una vez alli, se sentia ridicula. Como una cabra que intentara pasar por una gacela.

– Buenos dias -la saludo Gloria mientras la miraba por encima del periodico-. ?Lo pasaste bien en tu dia libre?

– Si. ?Que tal te encuentras?

– Como una vieja con la cadera rota. Esta manana me duele un poco, pero sobrevivire.

– Esperaba algo mas de la vida. Sobrevivir no es divertido.

– Crees que vas a distraerme para que no me de cuenta de los cambios, pero te equivocas -Gloria sonrio-. Ponte en medio de la habitacion y date la vuelta despacio.

– No me pagas para que haga de modelo.

– Te pago para que satisfagas mis caprichos. Adelante.

Lori, cohibida y sintiendose absurda, obedecio. Se puso en el centro de la habitacion y se dio la vuelta lentamente. Gloria la miro y asintio con la cabeza.

– Mejor -dijo-. Mucho mejor. Viste a Ramon.

– Si. Me corto el pelo y me enseno a usar unos productos bastante pringosos.

– La ropa tambien es bonita. Por fin pareces una mujer y no una patata.

– ?Una patata…? -Lori se rio.

– Si hubiera tenido que volver a ver otro jersey marron, habria vuelto al hospital.

– Lo dudo.

– ?Te ayudo tu hermana a elegir la ropa?

Lori penso decirle que era perfectamente capaz de hacerlo sola, pero las dos sabian la verdad.

– Si. Lo eligio todo. Es un poco bochornoso que yo no sepa lo que me favorece.

– Claro que lo sabes -Gloria se inclino hacia delante -, pero hay que hacer algo con esas gafas.

– No puedo llevar lentillas y no empieces a hablarme de rayos laser. No voy a achicharrarme la cornea. ?De acuerdo?

– No te la achicharran entera, pero dejalo. Estas muy bien. Reid se quedara impresionado.

Lori se quedo helada. La verdad era que se habia acostado con Reid en casa de Gloria, pero nunca se habria imaginado que ella lo sabia. No podia saberlo. Seria demasiado humillante. Debia estar hablando de otra cosa. De Reid en general o de su enamoramiento de el, algo que tampoco deberia saber nadie.

– No lo he hecho por… Reid -balbucio Lori.

– Claro que no, carino. Solo quiero que tengas cuidado. Te aprecio mucho y no quiero que te hagan dano.

Lori agradecio el gesto. Supo que Gloria lo decia con carino y preocupacion. Sin embargo, la inquieto que diera por supuesto que Reid seria quien hiciera el dano. Parecia imposible que ella pudiera ser quien lo dejara o le hiciera sufrir. Era logico, pero, por una vez, le gustaria ser ella la que tuviera la sarten por el mango y no la que fuera suplicando.

– Te traere cafe -dijo Lori antes de salir de la habitacion.

Fue a la cocina y se sorprendio de encontrarse con Reid. El levanto la mirada, empezo a hablar y la miro fijamente.

– ?Que pasa? -pregunto ella.

– Nada. Hola, me alegro de verte. Ayer te eche de menos.

– Tenia el dia libre.

Ella supo que habia sido un poco antipatica y el verdadero motivo no tenia nada que ver con el.

– Nadie ha dicho que no lo tuvieras -el se acerco y la beso-. Me gusta tu pelo.

– Me lo he cortado -Lori se sintio ridicula y cohibida.

– Antes no sabias si querias cortartelo. Estas bien -Reid sonrio-. Mejor dicho, estas fantastica.

– Ahora -Lori no pudo evitar el tono de rencor-. Te has olvidado de decir «ahora». Pero me alegro de haber salido del peloton de las feas y ser una mas de tus guapas.

– ?Que te pasa? ?Por que estas furiosa conmigo?

No lo estaba. Estaba furiosa consigo misma, pero era mas facil gritarle a el.

– Soy lamentable. Doy verdadera pena y no lo soporto. ?Por que no puedo cautivarte? ?Por que no estas preocupado de que ya no me intereses mas?

– ?Que te hace pensar que no lo estoy?

Ella agarro la cafetera, se sirvio y lo miro con rabia.

– Por favor… Me he transformado. Llevo maquillaje y un tanga y lo he hecho todo por ti. ?Para que? ?Cual es el objetivo? Es un disparate y es culpa tuya.

– ?Culpa mia? ?El que? ?Por que?

Lo oyo farfullar algo mientras ella se marchaba, pero no se dio la vuelta. Habia sido un error, se dijo sombriamente. ?A quien iba a enganar? No daba el tipo y nunca lo daria. Habia sido un error intentarlo. Era preferible jugar sobre seguro y no correr el riesgo de sufrir.

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