Capitulo14

El Valerie's Garden era un antiguo jardin victoriano restaurado en una parcela de media hectarea. A la derecha habia unas plazas de aparcamiento, pero el resto del jardin que rodeaba la casa estaba asilvestrado y era muy bonito. Tenia plantas exuberantes, setos, arboles y senderos que atraian a Dani. Quiso recorrerlos para descubrir los secretos de ese lugar tan hermoso.

Sin embargo, entro por la puerta principal y paso al comedor. La recibio una joven con pantalones caqui, una camisa blanca de manga larga y un mandil con flores bordadas.

– Esta cerrado, es la hora de la comida -dijo la chica con una sonrisa-, pero a lo mejor puedo convencer a la cocinera para que prepare algo rapido para llevar. ?Que te parece?

Dani agradecio la intencion y se fijo en el nombre de la joven.

– Gracias, Belhany. Soy Dani Buchanan y tengo una cita con Valerie a las dos y media.

– Ah, es verdad. Esta esperandote. Su despacho esta por ahi.

Belhany la acompano hasta el fondo de la casa y luego subio un tramo de escaleras bastante estrecho. El despacho de Valerie habia sido un dormitorio. El papel de la pared tenia flores, casi todas moradas. Valerie era una mujer de cincuenta y tantos anos, con el pelo largo y rubio, tirando a canoso, sujeto en lo alto de la cabeza y llevaba ropa vaporosa y romantica.

– Val, es Dani Buchanan -la presento Bethany.

– Perfecto -Valerie se levanto y rodeo la mesa-. Dani, me alegro mucho de conocerte. Llevo toda la vida buscando alguien que dirija esto. Es muy dificil encontrar a alguien con la mezcla adecuada de talento y conceptos fundamentales, pero segun lo que me ha contado Penny, tengo muchas esperanzas con esta entrevista.

– Yo tambien.

Dani estrecho la mano de la mujer y tomo nota de que tenia que llamar a su cunada para agradecerle el cable que le habia echado.

– Muy bien. Empezaremos con una charla, luego daremos una vuelta y terminaremos comiendo algo. Le he pedido a Martina, nuestra cocinera jefe, que te impresione.

– Estoy deseandolo.

Dani se sento en una silla blanca de enea sorprendentemente comoda.

– Es muy buena. Mejor que muy buena. ?Eres vegetariana?

– No -Dani vacilo-. Lo siento. Las condiciones del trabajo decian que no era un inconveniente.

– No lo es -la tranquilizo Valerie-. Solo hay que conocer muy bien los distintos platos. Hay que conocerlos en cualquier sitio, pero aqui es muy importante. Nuestros vegetarianos estrictos quieren saber exactamente lo que van a tomar, mientras que los que estan experimentando quieren ideas para hacer en casa.

– Aprender el menu no me costara.

– Muy bien. Somos apasionados de los productos frescos. Tenemos proveedores de temporada que nos suministran casi todos nuestros productos. Son increibles.

Dani se acordo de lo insistente que era Penny con que los productos tenian que ser frescos.

– Es fundamental que los ingredientes sean adecuados -comento Dani.

– Ya me gustas -Valerie sonrio-. Vamos, te ensenare el restaurante.

Fueron a la zona de provisiones en el piso de arriba y luego bajaron para conocer al personal, que estaba comiendo y charlando. Tambien vio la bodega, los dos comedores principales y oiras tres habitaciones pequenas que servian para reuniones privadas.

La cocina ocupaba la parte trasera de la casa. Era espaciosa, luminosa y olia muy bien. Martina era una mujer diminuta y con una sonrisa muy franca.

– Conozco a Penny -dijo a modo de saludo-. Dice cosas muy buenas de ti.

Dani y ella se estrecharon las manos y Martina le presento a su equipo.

– La mayoria de las cocinas son sitios complicados y crispantes -siguio Martina-. Yo intento que esta sea distinta. Todos queremos agradar a nuestros clientes. Prefiero la armonia. Naturalmente, estoy dispuesta a partir alguna cabeza si hace falta.

A Dani le encanto el restaurante. Le encanto todo el personal y le encantaron Valerie y Martina. Le encanto el sitio, el ambiente y que nadie pareciera aterrado.

– Id a sentaros -le pidio Martina-. Gerald te llevara el primer plato. He preparado un menu degustacion para vosotras dos.

– Fantastico -dijo Valerie-. Gracias.

Valerie la llevo a una mesa situada al lado de la ventana. Era invierno y la vista del jardin era impresionante. Dani no pudo por menos que imaginarse como seria en verano.

– Espero que todo se resuelva contigo -comento Valerie mientras se sentaban-, pero aunque sea asi, estoy tentada de fingir un par de entrevistas mas para que Marina siga preparando su menu degustacion. Es delicioso. Empezaremos con quesadillas vegetales con algunas sorpresas especiadas y una sopa de puerros de chuparse los dedos.

Gerald, un hombre guapo de treinta y pocos anos, aparecio con una bandeja y una jarra de te helado.

– Lo elaboramos nosotros -aclaro Valerie mientras les llenaban los vasos.

Luego Gerald sirvio unos cuencos con sopa y dejo una bandeja de tortitas humeantes entre ellas dos.

Dani probo el te y se quedo mirando fijamente el vaso. No era muy aficionada al te, pero le gustaba tomar un vaso de vez en cuando. Sin embargo, aquel tenia un sabor raro. Como si lo hubieran mezclado con zumo de apio o agua de pepino. No era una combinacion muy buena.

Probo una cucharada de sopa. Los puerros tenian un aspecto insulso y no esperaba gran cosa, pero mucho menos el sabor punzante a regaliz.

– ?Anises? -pregunto ella mientras hacia un esfuerzo para tragarlo.

– Hinojo y algunas otras hierbas que resaltan el sabor. El caldo tiene una base de coliflor y lo hacemos todos los dias. Los clientes nos suplican que les demos la receta o que les vendamos algo de caldo, pero Martina lo mantiene en secreto.

Dani asintio con la cabeza y una sonrisa, pero sintio cierta preocupacion. Le encantaban Valerie y el restaurante. Nunca le habia pasado que encontrara el sitio ideal para trabajar y que no pudiera comer su comida. Todo iria a mejor, se dijo a si misma. Sin embargo, la quesadilla vegetal fue peor que la sopa, que resulto ser la estrella de la comida.

Para poder dirigir un restaurante tenia que ser una entusiasta de todo lo que se servia. No solo lo comeria ella todos los dias, sino que tendria que comentarlo con los comensales y hacerles recomendaciones. ?Como podria hacerlo si ni siquiera podia tragarlo?

– ?No te parece increible? -pregunto Valerie.

– Martina es… innovadora.

Dani penso que todo era una injusticia. Ese restaurante era el empleo que habia sonado. ?Por que Valerie no tenia pasion por los chuletones, la comida tailandesa o cualquier otra cosa? Cualquier cosa que ella, Dani, pudiera por lo menos tolerar. ?Como le diria la verdad a Valerie?

Entonces esta recibio una llamada urgente de su suministrador de raices y ella se salvo de tener que darle una evasiva cortes. Valerie le prometio que se pondria en contacto con ella.

Dani fue hacia su coche y se dio la vuelta para mirar la preciosa casa antigua. Si Valerie le hacia una oferta, tendria que tener lista una disculpa aceptable para rechazarla y tendria que seguir buscando. El trabajo de su vida no estaba alli.

Lori estuvo subiendo y bajando escaleras durante casi toda la tarde. Queria encontrarse con Reid, pero de forma fortuita. Lo sensato, y maduro, seria ir a su habitacion y llamar a la puerta. El inconveniente era que esos dias no se encontraba especialmente madura. Habia estado merodeando tanto tiempo que cuando el aparecio, se sorprendio y no supo que decirle. Se quedo al pie de las escaleras hasta que el bajo y no se le ocurrio como decirle lo que tenia pensado.

– Estoy asustada -dijo por fin sin dar mas explicaciones.

Reid se quedo frente a ella y espero.

– No quiero hacer esto -siguio ella-. No quiero intentarlo. No quiero arriesgarme a sufrir.

– ?Estas rompiendo conmigo?

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