Ella intento interpretar su expresion, pero no pudo. ?Que estaba pensando? ?Acaso habian tenido algun tipo de relacion como para hablar de ruptura?

– Me cuesta demasiado -reconocio ella-. He hecho todas esas cosas en parte por mi, pero sobre todo por ti. ?Que pasaria si no te hubieras dado cuenta o te hubiera dado igual? ?Que pasaria si fuera otra de la lista de los revolcones de una noche? ?Te importa algo de todo esto? ?Estoy comprometiendome con alguien que no piensa comprometerse conmigo? Nunca he salido con alguien como tu. No conozco las reglas. Me han avisado de que tenga cuidado para no me hagas dano. Agradezco la informacion, pero me gustaria saber por que nadie te avisa a ti. A lo mejor podria romperte el corazon.

– A lo mejor me lo rompes.

– No digo que quiera rompertelo -aclaro ella.

– Si quieres.

– No -?realmente pensaba eso?-. Solo quiero que los dos estemos en igualdad de condiciones. No quiero ser una suplicante en el altar de Reid.

– ?Tengo un altar?

– Sabes lo que quiero decir -Lori se encogio de hombros-. Eso es todo.

Se dio la vuelta para marcharse, pero el la agarro del brazo, puso las manos en su cintura y la estrecho contra si.

– ?Por que dudas de ti? -pregunto-. Me gustas y antes tambien me gustabas. Si estas contenta con lo que has hecho, yo tambien lo estoy. No tienes que cambiar para interesarme -el sonrio sin dejar de mirarla a los ojos-. Creo que lo he demostrado bastantes veces.

Ella agradecio que la tranquilizara, pero no le recordo que no habia repetido aquella noche maravillosa. Retrocedio un paso.

– No quiero un revolcon de una noche -siguio el-. Ademas, claro que podrias hacerme dano. Lori. Yo estoy tan expuesto como tu. Tienes razon, no estamos en igualdad de condiciones. Tu tienes ventaja.

– Vamos…

– No confias en mi. ?Por que?

– Porque… porque eres Reid Buchanan y yo no se llevar una relacion. Porque tengo miedo. Porque es dificil.

– Entonces ?sales corriendo?

– Es una buena idea.

– Podrias encontrar a otro.

Ella lo miro fijamente sin saber que decir. ?Queria seguir? No porque el se lo hubiera pedido ni porque Madeline dijera que era una buena idea, ?queria seguir por ella misma?

– Yo no he salido corriendo -siguio el-. ?Crees que a mi no me aterra?

– Tu estas atrapado aqui.

– Te equivocas -Reid le acaricio la cara-. Podria estar en miles de sitios, pero estoy aqui. Contigo.

A ella le gusto. Siempre habia evitado hacer esfuerzos. Quiza fuera el momento de cambiar.

– Me quedare -susurro ella.

– Me alegro.

La doctora Grayson era muy simpatica y escucho la triste historia de Lori sobre por que no podia llevar lentillas.

– ?Hace cuanto que lo intentaste? -pregunto la doctora-. Las nuevas lentillas blandas son de agua en gran medida y la mayoria de los pacientes ni las notan.

– Fue hace cinco anos -contesto Lori-. Quiza algo mas.

– ?Quieres probar un par ahora?

Lori no queria, pero la transformacion le parecia incompleta. Ademas el ultimo encuentro con Reid la habia animado a pasar al siguiente nivel o, al menos, a plantearselo.

La doctora Grayson saco un estuche de lentillas.

– Eres la candidata perfecta para el laser -comento-. Te lo digo por si te interesa.

Lori estaba absorta mirando a la doctora, que echaba un liquido a lo que parecia ser un inocente trozo de plastico flexible.

– No me apasiona la idea -replico Lori casi con un susurro.

Trago saliva e intento relajarse mientras la lentilla se acercaba cada vez mas a su ojo. Cuando estuvo a punto de tocarla, lo cerro. La doctora se rio.

– Da mejores resultados con el ojo abierto. ?Quieres ponertela tu misma?

– Ni por dinero.

– Muy bien. Toma aire. Alla vamos.

La lentilla se deslizo dentro del ojo. En ese instante, Lori pudo ver mejor por ese ojo, algo maravilloso. Quiza no fuera tan horrible. Quiza se hubiera excedido con el asunto de las lentillas. Parpadeo. Era como si tuviera una piedrecilla dentro del ojo. Noto un dolor muy intenso en lo mas profundo de la cabeza y empezo a llorar.

– Sacamela, sacamela -repitio implorantemente.

– Muy bien. Mira hacia arriba y manten el ojo abierto.

La doctora la saco y le dio un panuelo de papel.

– Es posible que no puedas llevar lentillas.

– Es posible.

– Hay muchos estilos de gafas preciosos.

Lori parpadeo varias veces para enjugarse las lagrimas y miro sus gafas. Quiza fuera el momento de reconocer la derrota.

Cinco minutos mas tarde, entro en la sala de espera y Madeline se levanto.

– No llevas lentillas.

– No soy la persona idonea.

– Muy bien. Y ahora, ?que?

Lori saco un impreso con una cita del bolsillo trasero e intento mantener la calma.

– Ahora voy a achicharrarme las corneas con un maldito laser.

En el mundo del beisbol era sabido que el pitcher recibia bastantes pelotazos. Reid se habia llevado su racion y recordaba cuanto le habian dolido. Los que lo alcanzaron en el abdomen lo habian dejado sin respiracion. En ese momento, se sentia igual. Se preguntaba si alguna vez recuperaria la respiracion. Habia hecho lo que tenia que hacer, pero caray…

Entro en la cocina y vio a Lori preparando la comida de Gloria. Ella se dio la vuelta, sonrio, dejo el cuchillo y se acerco a el precipitadamente.

– ?Que pasa? ?Te pasa algo? ?Estas enfermo?

– Estoy bien.

– Tienes un aspecto horrible -Lori le puso la mano en la frente-. No tienes fiebre, pero estas un poco palido.

– Estoy bien. Solo intento asimilar que he dado ciento veinticinco millones de dolares.

– ?Que…? -pregunto ella con los ojos como platos.

– He constituido una fundacion para ayudar a los ninos que hacen deporte. Les daremos material, haremos campos, los mandaremos a campamentos, ese tipo de cosas. Por el momento estamos precisando eso, los detalles.

– Impresionante -Lori le toco el brazo-. Es mucho dinero.

– Estoy dandome cuenta.

– ?Ahora eres pobre? -Lori sonrio-. ?Vas a tener que buscarte un empleo?

– Intento hacer lo que me parece correcto, pero no estoy loco. Me queda dinero. Ademas, ya tengo empleo. He dejado el bar y trabajare en la fundacion.

– ?Vas a dirigirla?

– No. Voy a contratar a especialistas para que lo hagan. Voy a ser la cabeza visible. He hablado con Cal de ello. Quiero hacer algo. Aquellas cartas me obsesionan -Reid sacudio la cabeza.

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