Kane apago la luz. Willow lo amaba. No importaba que el la creyera o no. Ella lo creia y era suficiente.

?Como habia permitido que ocurriese? No queria el amor de Willow. Ni en ese momento ni nunca. Y eso iba a destrozarla.

Capitulo 11

A la manana siguiente, Willow hizo el cafe mientras Kane se preparaba para ir al trabajo. Se sentia contenta y temerosa al mismo tiempo. Aunque no se arrepentia de haberle confesado su amor y se enorgullecia de si misma por su valor, no podia evitar los nervios. Kane no queria tener novia y menos alguien que estuviera enamorada de el. ?Como reaccionaria despues de lo que ella le habia dicho?

Willow le sirvio cafe en una taza con tapadera para que se lo tomara mientras iba al trabajo cuando Kane entro en la cocina.

– Buenos dias -Kane la beso en la boca y luego agarro el cafe-. Tengo una reunion a las siete y media, asi que sera mejor que me de prisa.

– Bien. Yo dare de comer a Jazmin.

– Estupendo -Kane volvio a besarla.

Willow le agarro las solapas de la chaqueta del traje y lo miro a los ojos.

– Respecto a lo que te dije anoche, no te ha molestado, ?verdad?

– Willow, tu siempre te me vas a adelantar en lo que a las cuestiones del corazon se refiere… y eso no voy a cambiarlo.

Tras esas palabras, Kane se marcho. Al cabo de unos minutos, Willow se dio cuenta de que Kane no habia contestado a su pregunta.

Willow se presento en casa de Kane con una planta mas. Esta vez se trataba de una orquidea. Al entrar, los tres gatitos la recibieron con maullidos de entusiasmo.

– Vaya, habeis salido de la caja solos. ?Que grandes estais ya!

Willow empezo a acariciarlos. La gata madre se les unio. Sorprendente como habian salido las cosas. Hacia un par de meses habia ido alli para insultar a Todd; ahora, su vida entera habia cambiado. Estaba contenta con el trabajo, desesperadamente enamorada y su vida habia cambiado de rumbo. Si, la vida estaba llena de sorpresas… y buenas.

En ese momento oyo la llave en la cerradura de la puerta. Sonrio cuando Kane entro en la casa.

– Los gatos me tiene aprisionada. Vas a tener que rescatarme. ?Te parece bien?

Pero en vez de sonreir, ofrecerle la mano o reunirse con ella en el suelo, Kane cerro la puerta tras de si y dijo:

– Willow, por favor, me gustaria hablar contigo. ?Podrias levantarte?

Kane no sonreia y ella se levanto con un subito ataque de angustia.

Fue entonces cuando lo supo. Lo vio en sus ojos. Volvian a estar vacios. Tan vacios como cuando lo conocio.

– Kane…

– Esto ha sido una equivocacion -dijo el-. Siento haber participado en ello. No deberia haber permitido nunca que te hicieras ilusiones. Soy una persona solitaria por naturaleza y eso no puedes cambiarlo. No me interesa lo que me estas ofreciendo, Willow. No te quiero.

Kane habia hablado con calma y con una claridad que la hirio mortalmente y de por vida. No podia pensar, no podia hablar…

– Yo… -comenzo a decir ella.

Kane la interrumpio:

– No es negociable. Te doy dos horas para que recojas lo que tengas aqui y te vayas.

No estaba sufriendo lo suficiente. Willow sabia que eso era una mala senal, se debia a que aun no habia asimilado lo ocurrido. Pero si apenas podia soportar el dolor que sentia, ?que iba a hacer cuando lo sintiera de verdad?

– ?Que puedo hacer por ti? -Marina salio de la cocina con el te-. ?Quieres vino? ?Vodka? ?Que contrate a un asesino a sueldo para que mate a Kane?

Willow lanzo una carcajada, luego sollozo una vez mas y agarro un panuelo de papel.

– Lo quiero.

Estaba sentada en el sofa de Marina. Aun tenia en el coche las plantas que habia sacado de la casa de Kane, y su hermana se habia ofrecido para hacerse cargo de los gatos hasta que encontraran un sitio para ellos.

– Estoy… bie… bien -respondio Willow con voz quebrada.

– Si, ya lo veo -su hermana se sento a su lado y le puso una mano en la pierna.

– Lo peor aun esta por llegar -lo informo Willow.

Uno de los gatos se le subio encima. Willow lo acaricio.

– No es culpa suya -anadio Willow-. Me lo advirtio desde el principio y fue muy claro. Pero yo no lo crei. ?Por que hago esas cosas? ?Por que no escucho?

– Todos oimos lo que queremos oir.

Willow sacudio la cabeza.

– Es mas que eso. Estaba orgullosa de mi misma. Por fin sentia que habia superado esa mania mia de salvar a los hombres. Kane no necesitaba que nadie lo salvara. De hecho, ha sido el quien me ha ayudado a mi.

Willow se interrumpio, se sono la nariz y agarro otro panuelo de papel antes de anadir:

– Creia que lo tenia todo. Que tonteria.

– No, no es ninguna tonteria. ?Por que no ibas a tenerlo todo?

Willow suspiro. Lo peor de todo era que no podia culpar a Kane.

– El tenia razon. No es culpa suya.

– Es un desgraciado -declaro Marina-. ?Como se ha atrevido a hacerte el dano que te ha hecho?

– Kane no ha hecho nada malo -le recordo Willow-. Me dejo muy claras las cosas.

– Pero todo cambio cuando accedio a salir contigo -insistio su hermana.

Willow agarro su taza de te y bebio un sorbo.

– Le dije que lo amaba. Creo que fue eso lo que le ha asustado.

Marina se la quedo mirando.

– ?Te has enamorado de verdad?

Willow asintio.

– Si. Es el hombre de mi vida. Por fin se que, hasta ahora, no me habia enamorado nunca. Kane es fuerte, generoso y, cuando estoy con el, me siento completamente segura.

– No sabia que las cosas habian llegado tan lejos -dijo Marina con voz queda.

– Si, asi es. Lo amo y ya no esta en mi vida.

Willow se echo a llorar otra vez.

– Oh, Willow -Marina la abrazo-. Lo arreglaremos de alguna manera. Ya se nos ocurrira la forma de convencerlo para que vuelva contigo.

– No se puede. No puedo obligarlo a que quiera estar conmigo -dijo Willow-. Eso tendria que salir de el y no creo que vaya a ocurrir.

Era de noche cuando Kane regreso a su casa. Entro y… no oyo nada.

Los gatos no estaban, las plantas no estaban y Willow no estaba.

Habia comida en la nevera. El aroma de ella aun impregnaba el cuarto de bano. Vio una camisa blanca colgando de la puerta; era la camisa que Willow habia usado a falta de una bata. La agarro y la sostuvo en la mano como si aun pudiera tocar a Willow.

Pero no podia. Ella no estaba. Como el queria que fuese.

Kane regreso al cuarto de estar con la esperanza de que la paz y el silencio que solia sentir lo envolvieran.

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