bocas.
Y entonces la tierra se movio.
Se movio de verdad.
Al menos la pared si que se movio. Georgie abrio los ojos de golpe y, cuando el ultimo obstaculo que los separaba desaparecio, solto un soplido de sobresalto. Tendria que haber supuesto que una tienda tan imaginativa no pasaria por alto algo asi. Su sensacion de seguridad se desvanecio.
Bram entro en su probador.
– No le cuentan a todo el mundo lo de la puerta.
Georgie nunca habia practicado el sexo sin amor y lo que Bram le ofrecia era pura y simple excitacion. Ella sabia que Bram era un bribon nada fiable. Y no se hacia ilusiones. Tenia los ojos muy abiertos, justo como queria tenerlos.
– Esta es nuestra primera cita -dijo Georgie.
– ?Y menuda cita!
Bram cerro la puerta que comunicaba los dos probadores y contemplo los pechos desnudos de Georgie que exhibia el sujetador.
– Senora, me encanta su ropa interior.
Bram le rozo un pezon con los nudillos de la mano, cogio uno de los sedosos petalos y lo abrocho, y despues le succiono el pezon a traves de la fragil barrera.
A Georgie le flaquearon las piernas. El se sento en el acolchado divan y tiro de ella de tal forma que quedo a horcajadas sobre los muslos de el. Se besaron. Bram le succiono el pecho. Georgie le hundio los dedos en el pelo y se mordio los labios para no gritar. El separo los muslos separando, a su vez, los de ella. Georgie seguia llevando puestas las bragas sin entrepierna. Bram aparto la tela de nailon y jugueteo con el sexo de su esposa hasta que ella temblo de deseo.
Cuando Georgie no pudo aguantar mas, afianzo las rodillas en el divan, se enderezo y, poco a poco, introdujo el miembro turgente en su interior.
Bram respiraba en jadeos, pero no intento penetrarla, sino que le dio todo el tiempo que ella necesito para aceptarlo. Y ella se aprovecho. Maliciosamente. En cuanto se introducia muy lentamente un centimetro del pene, volvia a sacarselo y empezaba de nuevo. Los hombros de Bram se volvieron resbaladizos a causa del sudor. Pero a ella no le importaba lo que el necesitara, no le importaba si le proporcionaba o no placer, no le importaban sus sentimientos, sus fantasias, su ego. Lo unico que le importaba era lo que el podia hacer por ella. Y si no la satisfacia, si al final resultaba ser un inutil, ella no se inventaria excusas para disculparlo como habia hecho con Lance, sino que se quejaria largo y tendido hasta que el lo entendiera. Aunque no parecia que esto fuera a ser necesario.
– Pagaras por esto -dijo Bram con los dientes apretados.
Pero siguio permitiendole que hiciera lo que quisiera, hasta que ella se excito tanto que tuvo que interrumpir el juego. Solo entonces le hinco los dedos en el trasero y le hizo descender con fuerza sobre el.
No podian provocar ningun ruido. Solo una delgada pared evitaba que quedaran expuestos. Bram hundio la cara en los pechos de Georgie y le froto el bajo vientre. Georgie se arqueo contra la mano de Bram, echo la cabeza atras, se agarro a los hombros de el y se unio a Bram en una cabalgada salvaje y silenciosa.
Sin amarlo. Solo usandolo.
El se estremecio. Ella dejo caer la cabeza atras.
Liberacion…
Los aspectos practicos no entraron en la mente de Georgie hasta despues. El desorden. La ropa interior usada que no habian pagado. El marido inconveniente. Cuando se separaron, su cordura regreso. Tenia que asegurarse de que el entendia que lo que habia pasado no cambiaba nada.
– Bien hecho, Skipper. -Georgie estiro sus entumecidas piernas-. No eres George Clooney, pero prometes.
Bram se dirigio a la puerta oculta, pero entonces se volvio y examino el cuerpo de Georgie, como si estuviera marcando su territorio.
– Al menos esto responde a una pregunta.
– ?Que pregunta?
El le sonrio con languidez.
– Por fin recuerdo lo que sucedio aquella noche en Las Vegas.
Capitulo 14
A traves de la ventana, Chaz vio que Aaron aparcaba su Honda azul oscuro en la entrada. Minutos mas tarde, la puerta principal de la casa se abrio. Aquel chico era un autentico desastre. Chaz irrumpio en el vestibulo para enfrentarse a el, pero Aaron no llevaba encima la bolsa de donuts que ella esperaba, solo su birrioso maletin negro habitual. El no se mostro contento de verla e intento pasar por su lado saludandola con una sacudida de la cabeza, pero ella se interpuso al pie de las escaleras.
– ?Que has tomado para desayunar?
– Dejame tranquilo, Chaz. Tu no eres mi madre.
Ella apoyo una mano en la pared y la otra en la barandilla. Aaron habia empezado a sudar y ni siquiera hacia calor.
– Seguro que todas las mananas ella preparaba para su nino unos huevos con salchichas acompanados de
– He desayunado un bol de cereales, ?vale?
– Te dije que yo te prepararia el desayuno.
– No pienso volver a pasar por eso. La ultima vez solo me diste la clara de dos huevos revueltos.
– Con una tostada y una naranja. Deja ya de actuar como un nino. Tienes que enfrentarte a tus problemas en lugar de comer para escapar de ellos.
– Asi que ahora eres psiquiatra. -Le separo la mano de la pared y paso por su lado-. Solo tienes veinte anos. ?Que cono sabes tu de nada?
Aaron nunca soltaba tacos, y a Chaz le gusto haberlo enervado tanto como para que lo hiciera. Lo siguio escaleras arriba.
– ?Has visto a Becky este fin de semana?
Cuando llegaron arriba, a Aaron le faltaba el aliento.
– No deberia haberte hablado de ella.
Becky vivia en el apartamento contiguo al de Aaron. El estaba loco por ella, pero Becky ni siquiera sabia que el existia, lo que no constituia ninguna sorpresa. Por lo visto, Becky era un cerebrito, como Aaron, y tenia buen aspecto, aunque no era guapa, lo que significaba que si el perdia algo de peso, se hacia un buen corte de pelo, compraba ropa decente y dejaba de actuar como un tio raro, podia tener una posibilidad con la chica.
– ?Has intentado hablar con ella como te dije?
– Tengo trabajo.
– ?Lo has hecho?
Chaz le habia dicho que se mostrara amigable con ella, pero no demasiado, lo que significaba que no debia soltar aquella estupida risa suya de cerdo. Y tampoco debia hablarle de los videojuegos. Nunca.
– No la he visto, ?vale?
– Si, si que la has visto. -Chaz lo siguio al interior del despacho de Georgie-. La has visto, pero no has tenido cojones para hablarle. ?Tan dificil es decirle hola y preguntarle como le va?
– Creo que podria ser algo mas original que eso.
– Cuando intentas ser original, suenas ridiculo. Se enrollado aunque solo sea por una vez. Dile solo «Hola» y preguntale como le va. ?Has traido tu banador como te dije?
Aaron dejo su maletin en una silla.
– Tampoco eres mi entrenador personal.