Oyo un ruido de pasos a sus espaldas y se volvio. A parte de las botas militares negras, Blue solo llevaba puesto un sujetador rosa de encaje y unas bragas diminutas a juego. Su Blue con ropa interior rosa. Apenas se lo podia creer. Habia encontrado valor para ponerse ropa femenina y pintar cuadros magicos.
– ?Tonto el ultimo! -Con una sonrisa de desafio, ella tomo ventaja con rapidez mientras atravesaba la cocina y salia por la puerta lateral; sus pequenas nalgas asomaban por debajo de las bragas como si fuera un melocoton partido en dos. El perdio unos segundos recreandose en la vista, pero incluso asi logro alcanzarla a mitad de camino. Comenzaba a caer aguanieve otra vez, y habia perdido la toalla, lo que lo convertia en un machote desnudo y descalzo, y muerto de frio. Ella corrio por delante de el y llego primero a la caravana. Se rio, tan traviesa como cualquiera de los duendecillos que pintaba. Los copos de nieve centelleaban en su pelo, y las sombras de los pezones se revelaban a traves de la seda mojada de su sujetador. La siguio al interior.
En la caravana hacia mucho frio. Ella se quito las botas militares. El le quito las bragas humedas. Mientras se abrazaban, cayeron en la litera fria. El cogio la manta para cubrir sus cuerpos mojados y temblorosos, y la subio hasta quedar ocultos bajo ella. En esa oscura caverna, se calentaron el uno al otro con caricias, con besos apasionados, con el calor de sus cuerpos, y con promesas de amor.
La cellisca golpeaba en el tejado de la caravana, en las pequenas ventanas y en la puerta azul. Pero ellos yacieron juntos perfectamente protegidos.
Epilogo
Ciertamente, los esmoquines debian haber sido disenados en honor a Dean Robillard, penso Blue a su lado en el altar. Estaba tan arrebatador que tuvo que desnudarle mentalmente para no sentirse intimidada, aunque ella tambien estaba muy guapa gracias al vestido de novia de Vera Wang que April habia escogido para ella. Dejar la organizacion de la boda en manos de April habia sido la segunda mejor decision que habia tomado Blue; la primera habia sido casarse con ese hombre que habia resultado tener tantas inseguridades como ella.
Centenares de orquideas blancas llegadas de todas partes del mundo adornaban la iglesia. Pedreria cosida a mano centelleaba en los palidos lazos azules que adornaban los bancos de la iglesia y los pedestales de flores. Sobre el arco del pasillo central, mas pedreria formaba las iniciales de los novios. La iglesia estaba abarrotada con los amigos de Dean, sus companeros de equipo, y los nuevos amigos que habian hecho en Garrison. Gracias a Dean, los Stars solo habian perdido un partido de la Copa AFC, una hazana increible considerando el mal comienzo de temporada que habian tenido.
Jack, que actuaba de padrino, estaba de pie al lado de Dean. El esmoquin le quedaba tan impecable como a su hijo, pero a diferencia de este, llevaba ademas unos pendientes plateados y negros. Como madrina de la boda, April habia elegido un vestido largo de color azul hielo mucho mas formal que el vestido veraniego que ya habia elegido para su propia boda que tendria lugar en Hawai. Esa otra boda se celebraria en la intimidad familiar, aunque April y Jack iban a dejar que Riley llevara a su mejor amiga del colegio para que tuviera a alguien de su edad con quien estar. Dean ya habia regalado a sus padres las tierras del estanque y pronto derribarian la casita de invitados para construir su propia casa de vacaciones.
– ?Quien entrega a la novia?
Nita se levanto del banco delantero. Estaba majestuosa con un caftan suelto en tonos azules.
– Yo -dijo con una voz que no daba lugar a dudas. Nita habia acompanado a Blue por el pasillo, algo que les habia parecido perfecto a las dos. Virginia todavia estaba en Colombia, defendiendo a los que no tenian ni voz ni voto. Dean le habia enviado un movil, y Blue y ella habian hablado con mas frecuencia, pero Blue sabia que el movil no tardaria en acabar en algun orfanato o en el bolsillo de algun medico.
Riley se levanto del banco delantero de la iglesia. Estaba muy hermosa y parecia muy feliz con su vestido de color azul pastel y los capullos de rosa blancos adornando su pelo oscuro. Jack cogio la guitarra para hacer los acompanamientos en la balada que habian compuesto juntos para la ceremonia. La asombrosa voz de Riley resono en la iglesia, y cuando Jack se le unio en los coros, los panuelos aparecieron por todas partes.
Era el momento de pronunciar sus votos. Dean bajo la mirada hacia ella, sus ojos brillaban con ternura tal como Blue sospechaba que brillaban los suyos. A su alrededor todo era perfecto: la luz de las velas, las orquideas, su familia y sus amigos.
Blue se puso de puntillas.
– Gracias a April -susurro ella-, tienes la boda con la que sonabas desde que eras una ninita.
La explosion de risa de Dean era una razon mas para que Blue amara a ese hombre con todo su corazon.
Pasaron la noche de bodas a solas en la casa de la granja. Por la manana tomarian el avion privado de Jack para pasar la luna de miel en la casa que este poseia en el sur de Francia, pero esa noche se conformaban con estar desnudos y saciados en la confortable cama que habian colocado delante de la chimenea de la sala.
Ella deslizo una rodilla entre los muslos de Dean.
– Pues para ser dos tios que se burlan de los hombres que se abrazan, Jack y tu habeis dado hoy un buen espectaculo.
Dean apreto los labios contra su pelo.
– Al menos no nos hemos peleado, que es mas de lo que tu puedes decir.
– No fue culpa mia. ?Como iba a saber que Karen Ann tenia intencion de colarse en el banquete?
– Apuesto lo que quieras a que jamas amenazara a otro pastel de boda. Pasaste por encima de dos
Blue sonrio.
– Mi parte favorita es cuando April empezo a gritar «?No, Blue! ?Te cargaras el Vera Wang!»
Dean se rio entre dientes.
– La mia es cuando Annabelle se acerco corriendo para echarte una mano.
Comenzaron a rozarse las narices. Una cosa llevo a la otra, y paso algun tiempo antes de que reanudasen la conversacion.
– Todavia estoy tratando de acostumbrarme a tener una esposa rica-dijo el.
– Es duro. -Bueno, era cierto que sus cuadros se estaban vendiendo como churros. La gente normal, que no sabia nada de arte, pero sabia muy bien lo que le gustaba, se los quitaba de la mano en cuanto los terminaba. Su trabajo tambien le habia dado a Dean una orientacion sobre a que se dedicaria en el futuro. April y el iban a dedicarse a los negocios, y comenzarian por comercializar una linea de ropa basada en los fantasticos disenos de Blue. April creia que para el ano siguiente tendria a la venta los primeros articulos. Para cuando Dean se retirara, y si la cosa marchaba bien, esperaban ampliar la linea con muebles y decoracion para el hogar. Considerando el impecable gusto y la perspicacia comercial de Dean, Blue no dudaba del exito que tendrian.
Dean observo el enorme lienzo que dominaba la pared mas larga de la sala, era la razon de que celebraran alli la noche de bodas y no arriba, en el dormitorio. Acaricio el hombro de Blue.
– No creo que ningun novio haya tenido un regalo de boda mejor.
– Lo vi en un sueno. -Blue acomodo la cabeza en el hueco del cuello de Dean-. Es exactamente como va a ser nuestra vida. Apenas dormi mientras lo pintaba.
Blue habia pintado la granja, pero como en todas sus creaciones, ese era un mundo magico donde el verano daba paso al invierno, la primavera al otono. Habia abierto las paredes de la casa