Una hora mas tarde, Ally dormia placidamente y Luke tenia en sus brazos a un nino furioso que habia llegado al mundo en menos de quince minutos y con solo dos empujones.
«Un milagro», penso mientras el pequeno lloraba a pleno pulmon.
– ?Se puede saber con quien estas tan enfadado? -murmuro entre risas.
– ?Estas bien?
Luke se volvio y vio que Faith estaba observandolo desde la puerta. ?Que si estaba bien? El la habia observado hacer su trabajo, habia respirado, sudado, reido y llorado al mismo tiempo que Ally. Y por supuesto, se habia entregado a ella al cien por cien.
– ?Quieres que lo sujete yo? -pregunto ella estirando los brazos.
– Estoy bien. Solo ha nacido hambriento.
– Ally quiere intentar ponerselo en el pecho. Le dije que primero iba a cambiarle el panal.
– Ya lo he hecho.
– ?De veras?
– Bueno, si, pero… -Luke acaricio la cabeza del bebe, quien empezaba con otra rabieta-. Porque, por si no te has dado cuenta, este paciente y yo estamos teniendo una profunda discusion sobre el sentido de la vida.
Ella se rio.
– Es solo que los doctores no soleis… -al ver que arqueaba las cejas, se callo--. De acuerdo, tengo que admitirlo, no eres el tipico doctor.
– ?Es que hay un tipico doctor?
– Si, al menos desde el punto de vista de las enfermeras. Son engreidos, arrogantes, maleducados… solo por mencionar algunos fallos.
– Yo los tengo todos -dijo el-. Preguntale a cualquiera de los que han trabajado conmigo.
– Bueno, tu has trabajado conmigo -dijo ella, mirandolo a los ojos-. Y he de decir que no lo he notado.
– ?Te has olvidado de lo que me hizo venir aqui en primer lugar?
– A lo mejor has cambiado.
El la miro y casi la creyo. Nunca se habia percatado de que su vida anterior tuviera algo malo. Lo unico que le importaba eran sus pacientes. Pero desde que habia ido alli…
– Eres el hombre mas compasivo que he conocido nunca -susurro ella, y lo agarro del brazo-. Eres amable, carinoso y…
El bebe que Luke tenia en los brazos entorno los ojos y miro a ambos. Despues, abrio la boca como un pajarito.
Faith y Luke se rieron, pero el dejo de sonreir en cuanto la miro a ella. Estaba palida, y cuando se retiro un mechon de la frente, los dedos le temblaban ligeramente. Frunciendo el ceno, Luke le acaricio la barbilla y noto que estaba sudando.
– ?Estas bien?
– Claro -pero no sonrio ni lo miro a los ojos-. Ha sido un dia largo.
Luke mecio al bebe, que se habia puesto a llorar, sin dejar de mirar a Faith.
– Despues de un largo dia, uno bosteza, pero no tiene aspecto de que se vaya a desmayar -se puso en pie-. Sientate -le ordeno-. Faith…
– Es posible que solo sea ese estupido virus -dijo ella, echando la cabeza hacia atras y cerrando los ojos.
– ?Cuando fue la ultima vez que te has hecho un analisis? -ella se puso tensa-. Hace tiempo, ?no?
– Estoy bien.
– Estas agotada y algo va mal. Deja que te saque una muestra de sangre.
– No.
– Faith…
Ella se acurruco en la silla.
– ?Quieres ser un buen medico? Pues ocupate de Ally mientras yo descanso cinco minutos.
La noche siguiente, Faith decidio descansar. Estaba sentada delante del televisor comiendo palomitas dulces de maiz, vestida con un chandal, una camiseta v sus zapatillas de conejo.
Habia hecho las cuentas y estaba sorprendida porque habia podido pagar mas facturas de las que esperaba. Tambien habia hecho el pedido y habia organizado el horario de sus empleados.
Cuando llamaron a la puerta, se sobresalto.
?Una emergencia? No, porque de haber sido una emergencia habrian llamado abajo, y no a su casa.
Se acerco a la puerta y miro por la mirilla. Reconocio la silueta de Luke y, al instante, se le endurecieron los pezones.
?Al fin habia ido a por esa sesion de sexo salvaje que ella le habia prometido! Solo de pensarlo, le temblaron las piernas. ?Cuando aprenderia? Tenia que ir por casa vestida de seda y encaje, no con algodon viejo.
– ?Vas a dejarme pasar? Abre la puerta, Faith.
«Si, abre la puerta, Faith». Tardo un instante porque se puso nerviosa al imaginarselo desnudo. Se recoloco la horquillas que llevaba en el cabello, se subio los pantalones que no paraban de caersele y estiro de la camiseta destenida.
– Lo siento, yo…
– Ya basta -dijo el, mirandola a los ojos-. Estas preciosa, Faith. Se me olvida lo preciosa que eres, luego te veo y me quedo sin respiracion.
– Yo… No sabia que me veias asi -dijo ella con nerviosismo.
– Entonces no prestas atencion.
– Luke…
– ?Te has olvidado de lo que pasa cuando nos besamos?
– Um… no.
– Bien. Recuerdalo, ?de acuerdo?
De pronto, Faith se percato de que Luke tenia la mano detras de la espalda. y la miraba como si fuera uno de sus pacientes.
– Sentemonos -dijo el-. ?Que estas viendo?
El nunca se habia interesado por algo tan mundano como la television. Nunca habia sido tan carinoso.
– ?Por que me tratas tan bien de repente?
– ?De que estas hablando? Siempre soy encantador -cuando ella lo miro, el suspiro-. De acuerdo, la verdad… -saco la mano de detras de la espalda le mostro un kit de analisis de sangre.
– No…
– Si -la agarro de la mano-. No tienes por que tener miedo, soy muy bueno sacando sangre…
– No tengo miedo de la aguja.
– Bien, porque sospecho que tienes un problema de azucar.
– ?No!
– Mira, Faith, hazme caso, ?de acuerdo? Se que crees que tienes ese virus…
– Lo tengo…
– Pero creo que hay algo mas, y no puedes seguir ignorandolo, no es seguro.
Lo que no era seguro era que ella hubiera pensado que el habia ido alli por otros motivos.
– Yo me ocupare de mi misma.
– Eso es ridiculo. Estoy aqui y soy capaz de encontrar las respuestas que necesitamos. Tomaremos una pequena muestra y… -ella escondio el brazo detras de la espalda-. Solo es un pinchazo en un dedo.
Lo que ella necesitaba era que se marchara, que la dejara a solas con el televisor v con su estilo de vida en el que no tenia sitio para un hombre. Pero antes de que pudiera decirselo, tenia el brazo extendido apoyado sobre su pierna y el le limpiaba el dedo con un algodon mojado en alcohol.
– De acuerdo, te menti. No me gustan las agujas.
– ?De veras? -dijo el.
– ?No se supone que deberias estar distrayendome?
– Si te portas bien, te dare un chupa chups.
– ?Tienes un chupa chups?
