– Bueno, no… -sonrio el-. De acuerdo, elige otro premio. Cualquier cosa.
«Tu», penso ella. «Te elijo a ti.
– ?No se te ocurre nada? -le acaricio el brazo-. Tengo que admitir que me sorprendes, Faith. Parece que siempre sabes lo que quieres. No dejes de respirar… Relajate, solo es un pequeno pinchazo…
– ?Ay! -grito ella, pero no era para tanto.
Luke era bueno en ello. Tal y como le habia prometido.
Faith tenia la sensacion de que era bueno en todo lo que se proponia. Le presiono el dedo para sacarle unas gotas de sangre.
– ?Ay! -se quejo de nuevo.
– Eres como un bebe grande.
– No lo soy, yo…
– Shh -le puso una tirita en el dedo y puso en funcionamiento la maquina para analizar el azucar.
Si resultaba que el estaba en lo cierto y ella era hipo o hiperglucemica, Faith se moriria de verguenza. Alli estaba ella, una profesional de la salud, ignorando la suya propia.
Pero, por supuesto, el estaria equivocado. Ella solo era sensible al virus de la gripe…
Con mucha dulzura, Luke llevo el dedo de Faith junto a sus labios.
– ?Mejor? -murmuro con delicadeza, y ella se derritio. Se hubiera derretido sobre su regazo de no ser porque la maquina de analisis comenzo a pitar.
El la miro y dio un largo silbido.
– Supongo que vas a decirme que es el virus, y no esas palomitas dulces lo que han hecho que tu azucar en sangre doblara el nivel normal, ?verdad?
Capitulo 8
Al dia siguiente, Luke todavia pensaba en ello. Faith habia llegado a importarle mas de lo que esperaba, y maldita sea, estaba preocupado. Se preocupaba por ella igual que se preocupaba por cada paciente.
Bueno, quiza no exactamente igual. Ella habia ido al laboratorio del hospital para que le hicieran un analisis completo. Le habian diagnosticado diabetes, algo que podria controlar con la dieta.
Luke sabia lo que Faith sentia hacia la medicina natural, sabia que haria una dieta adecuada, ejercicio y que lo mantendria bajo control. Sabia que era inteligente y que se cuidaria.
Pero eso hacia que el sintiera ganas de cuidarla. E insistiria para que lo hiciera.
Al dia siguiente fue a verla a su casa y ella no contesto cuando llamo a la puerta. Perfecto. Un mensaje bien claro. Podia soportarlo.
El siguiente sabado, en la clinica, ella se comporto con frialdad. Igual que el. Le habia enviado por correo electronico todo tipo de informacion acerca de la diabetes, y ella le habia dado las gracias de forma educada. Le conto que Shelby y ella habian trazado un plan de dieta para controlar el azucar en sangre, que estaba bien, que muchas gracias y que se verian el sabado.
En ningun momento hizo mencion al sexo, maldita sea.
Concentrarse en el trabajo del hospital lo ayudo bastante. Despues de su turno, paso por delante de la enfermeria, tal y como hacia miles de veces al dia. Puesto que trabajaba a menudo con varias de las mujeres que estaban alli, sonrio.
Todas se pararon de golpe y lo miraron.
– ?Algun problema? -pregunto extranado, mirandose de arriba abajo.
Una de las enfermeras solto una carcajada.
– No. Esta bien… o eso creo.
– Es solo que nunca nos habia sonreido -dijo una enfermera de la que no recordaba el nombre.
?De veras nunca habia sonreido a una enfermera? ?Ni una vez?
– ?Esta segura?
– Segura -dijo una tercera.
– He debido de…
– Nunca -dijo ella, y al ver que el no se convencia, le pregunto-. De acuerdo, a ver, ?como me llamo?
Luke odiaba admitir que no lo recordaba, pero lo que mas odiaba era la sonrisa de «te lo dije», con la que la enfermera lo miraba. Cielos, era un verdadero cretino.
La primera enfermera sintio lastima por el.
– Queria decirselo, creo que la clinica es la que le esta haciendo bien. Parece que esta mas… suave.
?Suave? Luke comenzo a fruncir el ceno, pero la enfermera le dio una palmada en el brazo.
– ?Es algo bueno! Siga asi.
– Y sonriendo tambien -dijo la otra-. Le queda muy bien.
Despues, se despidieron y el comenzo a andar de nuevo.
Esa vez, mantuvo la mirada al frente en lugar de mirar los papeles que llevaba en la mano. Sucedio algo curioso, la mayor parte de la gente mantenia el contacto ocular, e incluso sonreia.
Pero, de camino al coche, era en la sonrisa de una pelirroja en lo que el no podia dejar de pensar. Habia pensado mucho en la oferta que ella le habia hecho, aquella en la que ambos estarian desnudos y jadeando, y se preguntaba como era que nunca habian llegado a estar asi. Las mujeres de parto y los problemas de azucar en sangre se habian interpuesto en su camino.
Luke estaba dispuesto a rectificar eso. Caminaba hacia el aparcamiento del hospital tratando de pensar como hacerlo cuando vio que Faith estaba alli, de pie junto a su coche, dandole patadas a la rueda trasera.
A una rueda pinchada.
– ?Toma! -le dio otra patada y se hizo dano en el dedo menique del pie.
Se agacho para presionarselo y perdio el equilibrio. Luke la agarro del brazo para estabilizarla.
– ?Te lo has roto?
Al verlo, ella se sorprendio y perdio por completo el equilibrio.
Termino entre los brazos de Luke. El se aprovecho de la situacion y le acaricio la espalda, enterro el rostro en su cabello y cerro los ojos.
– Lo siento -murmuro ella.
– ?Por que? -dijo el acariciandole el cuello con los labios.
– Porque… -no pudo terminar porque Luke le mordisqueo el cuello. Ella cerro los punos y arqueo el cuerpo. Cuando se lo hizo de nuevo, dijo con un gemido-, Luke…
– Sabes muy bien -murmuro el-. Demasiado bien. Llevo semanas pensando en esto -y acerco la boca a la de ella.
– Oh, cielos -dijo una voz femenina detras de ellos-. Disculpennos…
Luke miro a las mujeres y comprobo que eran las enfermeras con las que acababa de hablar en el interior. Los miraban con la boca abierta.
– Buenas tardes -dijo el.
– Buenas tardes -contestaron, sin dejar de mirar. De pronto, se miraron entre ellas y se marcharon deprisa.
– ?Cielos! Tiene novia -se oyo un susurro-. A lo mejor es un hombre simpatico.
Luke solto una carcajada.
– Sin duda tenia un problema de relacion social.
– ?Tenias?
El la miro a Faith a los ojos.
– Antes de conocerte -ella lo miro desconcertada-. No importa -dijo el, y la abrazo-. ?Como sabias a que hora salia?
– No lo sabia. He venido a ver a un paciente.
Claro. La vida de Faith no giraba alrededor de el. Luke la solto y dio un paso atras.
– Por supuesto.
Ella se mordio el labio inferior; estaba tan guapa bajo la luz de la luna, que Luke tuvo que meter las manos en
