atractivo, pero peligroso. Luke se paso los dedos por entre el cabello y dijo:

– Me gustaria dejar una cosa clara. Nunca he dicho que la clinica no mereciera la pena. Lo que dije fue que no comprendia por que el hospital daba dinero a tu clinica cuando… -al ver la expresion del rostro de Faith se callo-. De acuerdo. Olvidalo. Estare alli enseguida.

– Te esperare para llevarte.

– No hace falta.

– Creo que si.

– ?Por que? ?Hay alguna urgencia esperandome?

– Hmm…

– ?Necesitais atencion medica de algun tipo ahora mismo?

– Bueno, no, pero…

– Entonces ire yo. Por mis propios medios. Pronto -se volvio para entrar en la casa.

Sin pararse a pensar, Faith coloco la mano en la puerta para evitar que la cerrara.

– Prefiero esperarte.

Sin volverse a mirarla, el doctor Walker tomo aire y suspiro despacio, haciendo que la parte superior de su cuerpo se hinchara resaltando los musculos de su espalda.

Por desgracia, se volvio en ese mismo instante y pillo a Faith boquiabierta. Ella trago saliva y trato de ignorar que se estaba sonrojando. Otra maldicion de las pelirrojas.

– Comprendes que la clinica esta llena…

– Si -el cerro los ojos y se llevo las manos a las sienes.

Los pantalones se le cayeron una pizca, dejando su vientre plano al descubierto.

Faith sintio que una ola de calor recorria su cuerpo. «Otra vez el maldito virus tropical», penso.

– No lo comprendo. ?Por que me quereis alli? Sabes que yo me dedico a la medicina convencional. A las cosas buenas, tradicionales y cientificamente demostradas. Asi que…

– De hecho, la medicina alternativa que utilizamos nosotras es la buena y tradicional, miles de anos de antiguedad en muchos casos. Asi que tu medicina convencional, con solo unos doscientos anos, es un bebe.

– Todavia no entiendo que tiene que ver conmigo todo eso del masaje, la aromaterapia, el yoga y las hierbas.

– Las practicas alternativas pueden combinarse con las convencionales, y con eso, podemos ofrecerle a la gente algo mas. Algo mejor.

– Pero no se como tratar a la gente de esa manera.

– Es solo una forma de vida -dijo ella-. Al principio, credibilidad, pero… -se callo al ver que el ponia las manos en las caderas.

Ella se fijo en sus pantalones y se quedo sin aliento. Si se le caian medio centimetro mas…

– Mira, he tenido una noche muy larga. Y creia que tenia unas horas mas. Me dare prisa, pero no necesito publico, asi que si no te importa…

– Bueno, de hecho, yo…

Luke cerro la puerta en sus narices.

Capitulo 2

Carmen aparecio en el pasillo de la casa de Luke. Acababa de entrar por la puerta trasera y le bloqueo el paso hasta las escaleras, mirandolo con una expresion que le dejaba claro que no lo dejaria en paz hasta que le dijera lo que pensaba.

– Cielos -dijo ella-. Es dificil imaginarse como un hombre con tus encantos sigue estando soltero.

Ignorandola, el la esquivo y se dirigio a las escaleras. Habia estado despierto toda la noche tratando de enfrentarse a las pesadillas que lo hacian revivir la muerte de Johnny Garcia, el pequeno de seis anos que habia sido herido en el campo de batalla en que se habia convertido Los Angeles.

– Despiertame dentro de diez minutos, ?de acuerdo? -si conseguia dormir diez minutos estaria bien, volveria a ser humano y seria capaz de recordar los dias en que le gustaba su vida, y amaba su trabajo.

– Era una chica simpatica -dijo Carmen, disgustada-. Vino a buscarte. Y tu la asustaste.

– Era una mujer, no una chica.

– Asi que te diste cuenta.

Si, se habia dado cuenta. La sexy dulzura de Faith McDowell contrastaba con la frialdad de su tono de voz y de sus ojos verdes, y cualquier hombre con sangre en las venas se habria dado cuenta.

Tenia el pelo largo y rizado, del color de una preciosa puesta de sol y llevaba los pantalones del uniforme y un sueter que se cenia a su cuerpo y dejaba al descubierto parte de su piel. Disgustado consigo mismo, Luke se agarro a la barandilla y comenzo a subir.

Sin duda, llevaba mucho tiempo sin mantener relaciones sexuales si unos pantalones de uniforme lo habian excitado.

Pero, con un poco de suerte, podria cerrar los ojos y dormir un rato. Dormir era mas importante que el sexo en dias como ese. Despues, se daria una ducha, se tomaria un cafe cargado, y se sentiria mejor.

– ?Como se supone que vas a formar una familia si asustas a las mujeres? -grito Carmen-. ?Contestame! -el contesto con una palabra concisa-. Fuiste maleducado con ella, y ?no es tu jefa en la clinica?

Si, y justo lo que el necesitaba, otra burocrata politicamente correcta diciendole lo que tenia que hacer. Aun asi… quiza Carmen tuviera razon. Si hacia un esfuerzo, si sonreia y utilizaba el encanto que empleaba para tranquilizar a los pacientes… quiza consiguiera reducir su condena.

Luke se imagino la melena rojiza de aquella mujer ondeando con la brisa marina. El brillo de sus ojos. Penso en como habia respirado hondo justo antes de soltarle la reprimenda, como si estuviera tan enfadada, que apenas pudiera pensar.

No. Dudaba que pudiera reducir su condena como voluntario. Habia firmado su propia condena de muerte.

Sono el timbre.

– Diablos, ?y ahora que? -miro a Carmen-. He dormido cinco horas en dos dias.

– Si, carino. Trabajas demasiado.

– Solo necesito cerrar los ojos unos minutos mas. Tu puedes echarla, ?de acuerdo?

– ?Y si es una emergencia?

– No lo es. Solo es la pelirroja tratando de sacarme de mi escondite por no haber ido a mi hora.

– Si que parecia una pelirroja con caracter, ?verdad? Sabes, los rumores decian que eras capaz de calmar a las mujeres. Dicen que incluso te gustaban las mujeres.

Y todavia le gustaban. En la cama. Pero en esos momentos estaba demasiado cansado como para pensar en compartir su colchon, ademas, dudaba de que Faith McDowell estuviera interesada en ello. Faith parecia esperar mas de una persona de lo que el tenia en mente.

El no podia ofrecerle mas. Se lo daba todo a su trabajo y a sus pacientes, asi que al final del dia, no tenia nada que ofrecer.

Quiza era asi como lo habian criado, con unos padres que no le dedicaban tiempo ni a su hermano, Matt, ni a el, dejandolos con cualquiera que estuviera dispuesto a acogerlos. Quiza habia pasado tanto tiempo desde la ultima vez que se tomo un descanso, que ya no recordaba quien era. Y tampoco le importaba. Queria dormir.

Sono el timbre otra vez.

– Dile que estare alli enseguida.

– Esta claro, te necesita.

Con un grunido, Luke bajo de nuevo y miro a Carmen, quien, al contrario que el resto de la gente, no se achantaba ante el.

– Te contrate para esto. Se supone que debes asustar a la gente.

– Deja de ser tan cascarrabias.

– ?Cascarrabias?

– Es alguien grunon y…

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