todo encima.

Rachel desvio la mirada.

– Entonces no hay nada mas que decir.

Ben la acaricio, deslizo los dedos por su pelo, por el lobulo de su oreja, deseando que aquella fuera la ultima caricia, el ultimo recuerdo. Sabia que no podria regresar pronto porque no seria capaz de soportarlo. Y el hecho de estar pensando ya en la vuelta le hizo darse cuenta de lo debil que realmente estaba.

– Yo…

– ?Le mando recuerdos a Emily?

– Si -se aclaro la garganta-, Rach…

– Vete -susurro Rachel, se cubrio el rostro durante un instante antes de dejar caer las manos y rodear el coche-. Deja de alargar este momento y vete de una vez.

Se metio en el coche, lo puso en marcha y se marcho, dejandolo tambaleandose como un borracho con aquellas muletas a las que no estaba acostumbrado y preguntandose como podian haber llegado a desarrollar esa capacidad para destrozarse una y otra vez.

Ben se fue en el primer avion que salia de Los Angeles con destino a Africa, decidido a perderse en las miserias de otros y a olvidar.

Pero mientras se frotaba su dolorida pierna, lo unico que podia ver eran las luces de South Village y la desilusion y el dolor en el rostro de Emily.

Y el verdadero amor en los ojos de Rachel, quisiera ella admitirlo o no.

Gracias a la historia de Asada y a la resurreccion de Gracie, nada de lo ocurrido afecto realmente a Rachel durante las primeras tres semanas.

Pero en cuanto llego la calma, fue consciente de que Ben realmente se habia marchado. Era como si se hubiera acostumbrado a el y desde que Ben se habia ido, se sentia… diferente.

Era curioso que fuera capaz de trabajar con el corazon destrozado, pero asi era. O quiza podia trabajar precisamente porque tenia el corazon roto. En cualquier caso, se dispuso a terminar un dibujo en el que aparecia Gracie montada en una piragua, surcando las dificiles aguas de la vida con una mano atada a la espalda y un remo diminuto, representando todas las dificultades de la vida cotidiana.

Al oir una camioneta debajo de su casa, perdio la concentracion. El camion de la basura volvia a llegar tarde otra vez. Y, a juzgar por toda la basura que se estaba dejando el basurero mientras arrastraba el cubo hacia el camion, parecia tener prisa.

– ?Eh! -Rachel se asomo a la ventana para asegurarse de que la oyera-. ?Eso tambien tiene que llevarselo! - grito.

El basurero alzo la mirada sorprendido. Sonrojado al saberse descubierto, se dispuso a recoger la basura que se habia caido.

– ?Mama! -Emily entro corriendo en el estudio-, ?que pasa?

– Absolutamente nada.

– Pero estabas gritando.

– Si, ?y sabes una cosa? -se volvio hacia su hija-, me siento maravillosamente… Oh, Dios mio -la melena de su hija habia desaparecido-, ?que demonios has hecho?

Emily sonrio de oreja a oreja y tiro de uno de los mechones extremadamente cortos que todavia quedaban en su cabeza.

– ?Te gusta?

– ?Te has cortado la melena?

– Si -cuadro los hombros y alzo la barbilla-, siempre he querido llevarlo corto, pero tu no me dejabas.

– ?Y tampoco te habria dejado ahora! -cambio de tono al ver la expresion desolada de su hija-. Comprendo que es tu pelo y que estas comenzando a despegar las alas, a convertirte en una adolescente y todo eso, pero…

– Mamaaaa -comenzo a decir Emily.

– ?Deberias haber preguntado! -estaba gritando otra vez y no le importaba.

– ?Queria parecerme a ti! -grito Emily en respuesta.

– ?De verdad? -a Rachel se le llenaron los ojos de lagrimas.

– De verdad -contesto Emily llorosa-. Pero tu lo odias. Y estas gritando. ?Por que gritas, mama? Tu nunca gritas.

– Oh, carino, no lo odio, te lo prometo -Rachel envolvio a su hija en un enorme abrazo-. Supongo que me gustaria que siguieras siendo mi ninita, que continuaras necesitandome para todo.

– Y te necesito, siempre te necesitare.

Rachel enterro el rostro en el cortisimo pelo de su hija.

– Me alegro de oirtelo decir. Ultimamente me he sentido… un poco insegura.

– ?Sin papa?

La mera mencion de Ben era para ella como un cuchillo clavado en el pecho.

– Si.

– ?Por eso gritas?

– Grito porque… me hace sentirme bien -sonrio-. Y no voy a reprimirme mas, Emily. No voy a continuar fingiendo que mis sentimientos no existen.

– ?Y eso significa que a partir de ahora vas a gritarme mucho?

– Intentare controlar los decibelios, ?de acuerdo?

– Caramba, Rach -Melanie entro en aquel momento en el estudio-, creo que en China no te han oido, ?por que no le gritas un poco mas alto a ese tipo? Eh, estas genial -le dijo a Emily y le revolvio el pelo.

?Lo ves?, parecio decirle Emily a Rachel con la mirada.

Rachel elevo los ojos al cielo.

– ?Interrumpo algo? -pregunto Melanie vacilante.

La vieja Melanie jamas habria preguntado algo asi, no le habria importado. Y Rachel sabia que aquellos cambios de actitud se debian a Garret. Estaban viviendo juntos y Melanie habia conseguido trabajo… en la consulta de Garret, por cierto.

– No interrumpes nada en absoluto. Estabamos a punto de tomar un aperitivo.

– Para eso siempre estoy dispuesta -dijo Mel, y agarro una silla. Vacilo un instante antes de decir-: ?Sabes, Rachel? Nunca hemos hablado de…

– ?Te refieres a cuando te dije que te marcharas a tu casa? -Rachel suspiro-. No deberia haberlo hecho, Melanie, lo siento.

– Soy yo la que lo siente. Pero voy a decirte algo: he cambiado.

– Lo se. Y ahora solo quiero poder confiar en ti y que seas feliz.

– Puedes confiar en mi, y te aseguro que soy muy feliz -Melanie se acerco a ella y la sorprendio al decirle por primera vez en su vida-: Te quiero.

– Yo tambien te quiero -contesto Rachel con un nudo en la garganta-. Y quiero que sepas que a partir de ahora voy a decirte muchas cosas. Porque, Em, puede decirtelo, ya no voy a reprimirme mas.

– Si, asi que cuidado -le advirtio Emily.

Melanie le sonrio.

– Se siente una bien, ?eh?

– Desde luego.

Melanie alargo el brazo para pasarselo a Emily por los hombros.

– ?Por que no me traes un refresco?

– Lo que quieres es que me vaya para poder hablar sin que os oiga. Pero te advierto que solo voy a tardar dos minutos en ir a la cocina y volver.

– Entonces, ahora que has decidido no reprimirte nada, ?vas a decirle a Ben que no querias que se fuera? -le pregunto Melanie a Rachel cuando se quedaron a solas.

– Bueno, esa parte es un poco complicada… No se, Melanie, estoy pensando en ello. En todo.

Emily regreso casi inmediatamente con una bandeja llena de cosas ricas.

– ?Tienes a mano el numero del movil de tu padre? -le pregunto Rachel.

– ?Que pasa? -pregunto Emily preocupada-. ?Por que lo necesitas?

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