Esa noche, antes de cenar, de nuevo Phinn se vio asaltada por las dudas. ?Debia ponerse un vestido? Ty nunca la habia visto con un vestido… bueno, salvo aquella tarde memorable, cuando la pillo en ropa interior y luego con el vestido empapado. Pero ella siempre iba en pantalones y temia que Ash lo dijese en voz alta delante de su hermano.
Como siempre, Ty y Ash estaban en el comedor antes que ella y cuando ocupo su sitio en la mesa sintio cierta ansiedad. Queria hablar con Ty mas tarde, a solas, pero no sabia como iba a reaccionar.
– ?Te ha contado Phinn que me llevo al pub ayer?
– Nada de lo que haga Phinn me sorprende ya. ?Piensas llevar a mi hermano por el mal camino, jovencita?
– En mi opinion, Ash es perfectamente capaz de meterse en lios sin que yo lo ayude -contesto ella-. ?Que tal tu viaje?
– Bien, gracias.
Ash empezo a hacerle preguntas sobre los negocios y Ty se disculpo, diciendo que no queria aburrir a Phinn… cuando en realidad ella queria saberlo todo sobre su trabajo.
Pero empezo a ponerse nerviosa cuando la cena termino.
– Ty -lo llamo cuando iba a entrar en el salon.
– Dime.
– Ahora tengo que ir a ver a Ruby, pero despues… ?podria hablar contigo un momento?
La expresion de Ty se oscurecio de inmediato.
– Si estas pensando en marcharte, olvidalo.
Ella lo miro, perpleja.
– Pero yo no…
– Estare en mi estudio -la interrumpio Ty.
Como siempre, estar un rato con Ruby la calmo un poco. Y, en realidad, ahora que lo pensaba, que Ty pareciese tan en contra de que se fuera era muy halagador. Aunque no habia sido muy amable al respecto, claro.
– Nos quedaremos, Ruby. Ademas, no tenemos ningun otro sitio al que ir. Se que el establo te encanta y entre tu y yo, se me romperia el corazon si tuviera que irme.
Unos minutos despues, Phinn entro en el lavabo del piso de abajo para lavarse las manos, peinarse un poco y ensayar lo que iba a decirle a Ty. No sabia por que estaba tan nerviosa. Ty no iba a decirle que no. ?Por que iba a hacerlo?
Cuando iba por el pasillo vio que la puerta del estudio, siempre cerrada, estaba ahora abierta y le parecio un gesto de bienvenida. En fin, Ty siempre tan considerado, penso.
– Sientate -dijo el, cuando Phinn asomo la cabeza.
– No tardare mucho…
– ?Has cambiado de opinion sobre lo de marcharte?
– ?Pero si yo no he dicho que quisiera marcharme!
– ?Ah, no?
– No, eso lo has dicho tu.
– Pues a mi me parece que te sientes culpable por algo… ?ha estado el veterinario por aqui?
– Pues claro que ha estado por aqui -contesto ella, poniendose colorada porque queria hablarle precisamente de su deuda con Kit-. Ruby no se encuentra bien y…
– Te has puesto colorada.
– Si me he puesto colorada es porque tengo que pedirte algo y me da verguenza.
– ?Te da verguenza… a ti?
– Callate ya -dijo Phinn entonces-. ?Te importaria si buscase un trabajo a tiempo parcial?
– Ya tienes un trabajo aqui.
– Pero solo seria por las tardes.
– ?Con el veterinario? -pregunto Ty.
– ?No! -exclamo ella-. Que mania con el veterinario… no tiene nada que ver con el. Pero he pensado que Ash esta ahora mucho mejor y como tu vienes los viernes a casa para hacerle compania…
– Si no es Peverill, ?con quien mas estas en contacto? -la interrumpio Ty.
Phinn se nego a contestar y el se cruzo de brazos, esperando.
– Ayer estuve hablando con Bob Quigley…
– ?Bob Quigley? ?Otro de tus amigos?
– Es el propietario del Cat and Drum, el pub del pueblo -suspiro ella-. El caso es que le pregunte a Bob si tenia un trabajo para mi…
– ?En el pub? ?Detras de la barra? -exclamo Ty.
– Si.
– ?Has trabajado alguna vez en un pub?
– No, pero Bob me dijo que le vendria bien un poco de ayuda…
– ?Desde luego que si!
– ?Te importaria dejar de interrumpirme?
– ?Como esperas que reaccione? Imagino que lo que buscas no es compania, de modo que el problema es que yo no te pago lo suficiente.
– Me pagas mas que suficiente. Ademas, tengo una habitacion gratis y un establo para Ruby. El problema es que empiezo a deberle mucho dinero a Kit Peverill. Las medicinas de Ruby son muy caras y… el pobre me ha dicho que le pague cuando pueda, pero… me ha pedido que saliera con el y yo le he dicho que no, asi que me siento incomoda.
Ty se echo hacia atras en la silla.
– Phinn Hawkins, ?que voy a hacer contigo? ?Nos dejarias solos por las tardes solo porque a Peverill le gustas?
Phinn imagino que Ty estaba bromeando. Tenia que estar bromeando.
– Si, bueno, algo asi.
– Entonces, evidentemente, tengo que aumentarte el sueldo.
– No, por favor -protesto ella-. Creo que me pagas demasiado.
– Y yo creo, querida Phinn, que Ash y yo estariamos perdidos sin ti.
– ?Tonterias!
– Por no decir que esa montana de papeles de la oficina ha desaparecido gracias a ti. Y como yo no te habia contratado para hacer de secretaria, estoy en deuda contigo.
– Eso no es verdad y tu lo sabes.
– Al menos te mereces una paga extra -siguio el, como si no la hubiera oido-. Mira, Phinnie, intenta verlo desde mi punto de vista: supongo que entenderas que mi novia no puede estar trabajando en el pub cuando yo vengo de Londres para verla.
Como latia su corazon cuando le decia esas cosas, penso ella. Aunque no fuese verdad. Sonaba como si lo dijera en serio… afortunadamente, el sentido comun le hacia ver la realidad.
– De hecho -siguio Ty-, he decidido llamar a Peverill para decirle que me envie a mi las facturas de Ruby.
– ?No vas a hacer nada por el estilo! -exclamo ella.
– Pienso hacerlo.
Y, para demostrar que la conversacion habia terminado, se dio la vuelta y se puso a trabajar en su ordenador.
Phinn se quedo mirandolo, perpleja. Podria haber protestado hasta que le doliese la boca y el resultado habria sido el mismo de modo que, dejando escapar un suspiro, salio del estudio.
Pero estaba subiendo a su dormitorio cuando se dio cuenta de algo: Ty entendia que no quisiera estar en deuda con el veterinario porque Kit habia demostrado cierto interes por ella. Pero no habia ningun problema en que estuviera en deuda con el porque, evidentemente, Ty no tenia ningun interes.
Phinn se fue a la cama sabiendo que no lo tenia ahora y no lo tendria nunca. Y paso una noche en vela pensando que no era lo bastante sofisticada como para atraer a un hombre como Tyrell Allardyce.