– Se la han llevado con todo el cuidado del mundo, como tu querias. Y he pedido que nos enviasen sus cenizas… he pensado que podrias querer esparcirlas por sus lugares favoritos -dijo Ash, apretando su mano-. Pero pareces tan cansada… ven, la senora Starkey ha hecho tu sopa favorita.
Como un automata, Phinn lo siguio hasta la casa y tomo algo de sopa antes de subir a su habitacion. Durmio un rato, no sabia como, pero cuando desperto estaba exhausta y con el corazon encogido. Despues de darse una ducha se cambio de ropa pensando que debia hacer algo, pero no sabia que.
No queria ir al establo, pero sus piernas la llevaron alli de todas formas. Y alli fue donde la encontro Ash unos minutos despues.
– No se que puedo hacer para animarte -le dijo-, pero si quieres que vayamos a dar un paseo o que te lleve a algun sitio…
– Oh, Ash -suspiro ella, enterrando la cara en su pecho.
Pero solo un momento porque enseguida vio un coche aparcado delante de la casa, un coche al que no habia oido llegar.
Era el coche de Ty y el estaba de pie, a su lado… y parecia furioso. Pero no sabia por que. Habia estado preguntandose como reaccionaria cuando volviera a verlo y tambien si el la miraria con ternura, pero la miraba como si quisiera estrangularla.
– Te has portado muy bien conmigo, Ash -le dijo-. Nunca lo olvidare.
– Voy un momento a la oficina. ?Quieres venir?
– No, no.
Se sentia perdida y no sabia que queria hacer. El santuario de su habitacion era tan buen sitio como cualquiera, pero antes de que pudiese llegar alli se encontro con Ty en el pasillo.
– Vamos a mi estudio -le ordeno, con tono malhumorado.
«Vete al infierno y llevate tus ordenes contigo», penso ella. Pero como era evidente que estaba furioso por algo, seria mejor terminar con el asunto lo antes posible.
Pero apenas habia entrado cuando el cerro de un portazo.
– ?A que crees que estas jugando?
Phinn dejo escapar un suspiro. Aquello era lo ultimo que necesitaba en ese momento. Queria odiarlo, pero enfadado con ella o no, lo amaba de la misma forma.
– No te entiendo.
– ?Como que no? Puede que te hagas la ingenua, pero yo no te creo. ?Estas aqui para cuidar de mi hermano, no para hacerle lo que le hizo tu prima!
– ?Se puede saber de que estas hablando?
– ?Cual es tu plan? ?Entrar en su dormitorio una noche, cuando este medio vestido e intentar perder tu virginidad con el tambien?
Sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, mas furiosa y dolida que nunca, Phinn levanto la mano y le dio una bofetada. Nunca en toda su vida habia pegado a nadie, pero puso en ese golpe todas sus fuerzas.
El sonido de la bofetada seguia en el aire cuando por fin recupero el sentido comun. Y no sabia quien estaba mas sorprendido, Ty o ella.
– Lo siento -se disculpo-. Yo nunca… lo siento de verdad, es que estoy muy disgustada.
– ?Tu estas disgustada!
– Ruby… -empezo a decir Phinn. Y aunque hasta ese momento habia logrado contener las lagrimas, ya iba a ser imposible-. Oh, Ty…
– ?Ruby?
– Ruby ha muerto esta manana.
– Oh, carino -Ty la tomo entre sus brazos, apretandola contra su corazon y Phinn empezo a llorar con toda su alma. Mientras lloraba, el acariciaba su pelo y su espalda, intentando consolarla.
– Lo siento mucho -se disculpo luego-. No habia llorado en todo el dia, pero…
– Yo tambien lo siento. Y me alegro de haber estado aqui para que llorases conmigo.
– Ash ha sido maravilloso -logro decir Phinn, entre lagrimas-. El se ha encargado de todo.
– Cuando esta en forma, mi hermano es bueno en momentos de crisis.
– Si, es verdad… -Phinn se seco las lagrimas con el dorso de la mano-. Ya estoy mejor.
– ?Seguro?
Ella asintio con la cabeza.
– Ahora debo estar hecha un asco.
– Estas preciosa.
– Mentiroso.
Ty la miro a los ojos y luego, como si fuera la cosa mas natural del mundo, inclino la cabeza para besarla. Poco despues Phinn salia del estudio para subir a su habitacion.
Pero las lagrimas no habian terminado. Ahora que se habian abierto las compuertas no parecia capaz de cerrarlas y lloro durante largo rato. Esa noche no bajo a cenar y los hermanos Allardyce, discretamente, enviaron a la senora Starkey a su habitacion con la cena.
Al final, durmio mejor que en mucho tiempo, seguramente por el cansancio y la pena. Desperto temprano, como era su costumbre, pero sus ojos se llenaron de lagrimas al pensar que ya no tenia que bajar al establo para ver a su querida Ruby.
No olvidaria nunca a su dulce y timida yegua, pero queria recordar los momentos felices, cuando era joven y galopaban por Broadlands, el viento revolviendole el pelo, Ruby tan feliz como ella.
Entonces recordo que habia pegado a Ty… ?como podia haber hecho algo asi despues de lo bien que se habia portado con ella… y con Ruby? En fin, no queria pensar en cosas desagradables. Estaba levantandose de la cama cuando oyo un golpecito en la puerta y, un segundo despues, Ash asomo la cabeza en su dormitorio.
– La senora Starkey ha pensado que querrias desayunar en la cama.
– No, de eso nada -protesto ella, poniendose la bata-. Pero todos estais siendo muy amables conmigo.
– Porque te lo mereces. ?Donde dejo la bandeja?
– En la mesa.
– ?Como estas?
– Un poco mejor, gracias.
– Estupendo. Comete los huevos revueltos antes de que se enfrien -dijo Ash entonces, inclinandose para darle un beso en la mejilla.
Solo habia sido un gesto de simpatia, pero el hombre que observaba la escena desde la puerta no parecia pensar lo mismo.
– ?Ashley!
Phinn miro de uno a otro, sorprendida. Nunca habia visto a Ty hablandole en ese tono a su hermano.
– Buenos dias.
Cuando el entro en la habitacion, Ash discretamente salio de ella.
– ?Mi hermano suele traerte el desayuno a la habitacion?
– No. Me lo ha traido hoy porque se lo ha pedido la senora Starkey… y para preguntarme como estaba.
– Haz el favor de dejar en paz a mi hermano.
– ?Que le deje en paz… yo?
– No quiero tener que recoger las piezas de su corazon otra vez…
– ?Pero que estas diciendo? -lo interrumpio Phinn.
– Te da igual a quien le hagas dano, ?verdad?
– Me parece que tienes muy poca memoria. Que yo sepa, me contrataste para que le hiciese compania…
– Parece que tampoco tu tienes buena memoria -la interrumpio el, tomandola por la cintura-. Hace una semana podria haberte hecho mia -le dijo, atrayendola hacia si para buscar sus labios. No con ternura o carino sino de manera brusca, furiosa.
– ?Sueltame!
Phinn intento empujarlo. Queria sus besos, pero no de esa manera.
– ?Por que voy a hacerlo? -le espeto el, acariciandola con manos ansiosas.
– ?No, Ty… asi no!
Algo en su tono le dijo que hablaba completamente en serio porque la miro a los ojos y, al ver que estaban