empanados, dio un paso atras, palido como un cadaver.

– Dios mio… perdoname… no se que me pasa.

Un segundo despues salia de la habitacion como alma que lleva el diablo.

Era el fin y Phinn lo sabia. No tenia ni idea de que podia haber empujado a un hombre civilizado como el a hacer lo que habia hecho y, aunque podria perdonarlo, tenia la impresion de que Ty no seria capaz de perdonarse a si mismo.

Y todo por Ash. Ty no sabia que ella no seria capaz de hacerle dano a su hermano… de hacerle dano a nadie. Estaba convencido de que era como su prima, que no le importaba nada salvo ella misma. ?Como podia creer eso?

Hundida de repente, Phinn supo que habia llegado el momento de marcharse de Broadlands Hall. ?Para que iba a quedarse? Ash ya no la necesitaba y seguramente Ty aplaudiria su decision.

Sin probar el desayuno que Ash le habia subido en una bandeja, Phinn fue a darse una ducha y casi habia terminado de hacer las maletas cuando oyo el motor de un coche. Era el de Ty alejandose por el camino, comprobo despues de acercarse a la ventana. Y entonces, con el corazon encogido, penso que nunca volveria a verlo… aunque quiza era lo mejor.

Ash le habia ofrecido el dia anterior llevarla a cualquier sitio y necesitaba que alguien la llevase a Gloucester, a casa de su madre.

No sabia como se tomaria su repentina aparicion, pero estaba segura de que ni ella ni Clive pondrian objecion alguna. De hecho, su madre le habia pedido cien veces que fuera a vivir con ellos.

Pero, sabiendo que lo dejaria todo para ir a buscarla si la llamaba, decidio pedirle el favor a Mickie Yates porque Ash ya habia hecho demasiado por ella. Desgraciadamente, Mickie Yates no contestaba al telefono, de modo que tendria que ir en autobus… si los autobuses seguian parando en Bishops Thornby en sabado. Llamaria a Mickie en otro momento para que fuera a recoger sus cosas.

Cuando dejo el reloj de Ty sobre la mesa de su abuela suspiro al recordar el detalle. Lo habia hecho para que se sintiera como en casa. Luego, despues de una ultima mirada alrededor, tomo la maleta en la que habia guardado lo mas necesario y salio de la habitacion.

Le pesaba el corazon, pero intento recordarse a si misma que siempre habia sabido que su estancia en Broadlands Hall seria temporal.

Habia llegado al pie de la escalera cuando un ruido a su izquierda la hizo girar la cabeza…

?Ty! Y ella habia pensado no volver a verlo nunca…

– Crei que te habias ido.

– ?Donde crees que vas con esa maleta?

– Me marcho -contesto Phinn… esperando su aplauso.

Pero no llego. Al contrario, Ty dio un paso adelante y le quito la maleta de las manos.

– Eso ya lo veremos -murmuro, dirigiendose al salon.

Phinn vacilo durante un segundo, sin saber que hacer.

– Mientras no me pongas las manos encima -dijo por fin.

No sabia que queria decirle Ty o por que retrasaba su partida. Lo unico que esperaba era poder marcharse de alli sin pegarlo otra vez y con su orgullo intacto.

CAPITULO 9

TY SE habia calmado un poco cuando Phinn entro en el salon tras el. La maleta estaba en el suelo, a su lado, y Ty estaba de espaldas a ella, pero su expresion cuando se volvio para mirarla era definitivamente hostil.

– ?Quieres que me disculpe?

Phinn se encogio de hombros.

– Haz lo que quieras.

– ?Donde crees que vas?

– No es que sea asunto tuyo, pero…

– ?No es asunto mio? -repitio el-. Vienes a mi casa, vuelves loco a todo el mundo…

– Un momento -lo interrumpio Phinn-. Vine aqui porque tu me ofreciste un empleo y un sitio en el que alojarme, no fue idea mia… -de repente, sus ojos se llenaron de lagrimas. Era horrible terminar asi con el, no podia soportarlo.

– Oh, Phinn… como siempre estoy metiendo la pata. Tienes el corazon roto por Ruby y lo unico que yo hago es hacerte sufrir mas.

– Mira, me voy. Tengo que tomar el autobus en el pueblo…

– ?El autobus! -exclamo el, escandalizado-. Olvidate de eso, Phinn Hawkins.

– Ty, escuchame…

– No, escuchame tu. Se que este no es el mejor momento para ti y se que durante este ano has recibido un disgusto tras otro. Te admiro mucho por haber soportado todo eso pero, a riesgo de disgustarte aun mas, me temo que no puedo dejar que te marches hasta que hayamos hablado de… nuestro problema. Y te aseguro que, pase lo que pase, no vas a ir a ningun sitio en autobus.

Oh, Dios, ?se habria dado cuenta de que estaba enamorada de el y ese era «el problema» del que queria hablar?

– Si insistes en marcharte -siguio-, yo te llevare donde quieras ir, pero primero sientate. Le pedire a la senora Starkey que nos traiga un cafe.

– No quiero cafe, gracias.

Y tampoco sabia si queria sentarse, pero al final lo hizo.

– Se que estoy en deuda contigo -empezo a decir Phinn, sin mirarlo-, pero pienso buscar un trabajo y en cuanto pueda te pagare lo que te debo…

– ?Por el amor de Dios! -exclamo Ty-. ?No te das cuenta de que despues de lo que has hecho por Ash somos nosotros los que estamos en deuda contigo?

– Estoy hablando de dinero. A mi no me gusta deberle dinero a nadie -insistio ella-. Acepte que tu pagases las facturas del veterinario por las circunstancias, pero… Ty, se que tu crees que yo le haria dano a tu hermano, pero jamas se lo haria. Aparte de que Ash no esta interesado en mi ni yo en el, yo no soy como mi prima…

– ?Ash no esta interesado en ti? ?Pues cualquiera lo diria!

– ?Por que? ?Porque me ha dado un beso? -replico ella, enfadada-. Y era un beso de simpatia, nada mas.

– ?Suele besarte a menudo?

– ?No, eres tu quien me besa! -exclamo Phinn-. Mira, se que estas preocupado por Ash, pero te aseguro que yo nunca le haria dano. Ash es como un hermano para mi. Y el me ve como a una hermana. ?Es que no hablais nunca de vuestras cosas?

– Aparentemente, no -murmuro Ty.

– Pues Ash esta interesado en otra chica.

– ?Que? Pero si apenas miro a Cheryl Wyatt la otra noche…

– No es Cheryl -suspiro Phinn-. Bueno, espero que no sea un secreto, pero Ash ha quedado con Geraldine Walton para cenar.

– ?Geraldine Walton? ?La duena de la escuela de equitacion?

– Exactamente. Asi que no tienes que preocuparte de que yo le rompa el corazon porque es imposible.

Ty dejo caer los hombros y solo entonces Phinn se dio cuenta de lo tenso que estaba.

– Y si yo soy hermana de Ash -dijo entonces, traviesa-, eso me convierte tambien en hermana tuya.

– No, de eso nada. Yo no te quiero como a una hermana.

A Phinn le dolio tanto que dijera eso que se levanto de un salto, intentando controlar las lagrimas.

– Bonita manera de ponerme en mi sitio -murmuro-. En fin, si ya te has quedado tranquilo sobre Ash, me marcho.

Pero no llego muy lejos. Para su sorpresa, no habia llegado a la puerta cuando Ty se interpuso en su camino.

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