– ?Es un buen libro? -inquirio y tomo del regazo de Bliss la copia de
– ?Que tiene de malo eso? -pregunto Bliss. Sin embargo, empezo a reir al pensar que Quin estaba bromeando.
– Pobre Ned Jones -comento. La sorprendio al recordar el nombre de Ned.
– ?Por que pobre de Ned? -cuestiono y se pregunto si se equivoco al suponer que Quin bromeaba, pues, de pronto, el la miro con tal severidad que casi era algo hostil.
– ?Estas implicando que tu relacion con el es la de amantes? -inquirio con dureza y Bliss se pregunto como demonios habian caido sobre un tema semejante de conversacion.
– ?No estoy implicando nada parecido! -se irrito-. Ned y yo somos amigos, buenos amigos -califico, ignorando el hecho de que Ned quiso que las cosas entre ambos fueran diferentes-. Y eso es todo lo que somos.
– ?Estas afirmando que el no es ese tipo de amigo? -Quin estaba esceptico. Aunque Bliss lo amaba y habia estado muriendose de ganas de verlo, de pronto sintio deseos de abofetearlo.
La chica inhalo hondo. Estaba decidida a no contestar. Sin embargo, Quin la observo con tal detenimiento que fue obvio que esperaria a recibir una respuesta. Bliss se la dio… tan solo para desviar la atencion de si misma.
– No, no es
A ver que le decia Quin ahora. La dejo pasmada al hacer el siguiente comentario:
– Desde luego, ya no eres virgen.
– ?Como que “desde luego”? -replico, molesta. No sabia que le pasaba a ese hombre y no sabia como estaban hablando de algo semejante.
– ?Quieres decir que lo eres? -pregunto el con rapidez-. ?Que hombre…?
Bliss se puso de pie. El libro, que Quin volvio a ponerle en el regazo, cayo al suelo. A ella no le importo y se alejo unos cuantos pasos.
– Lamento desilusionarte cuando es obvio que piensas que soy una ramera de primer orden… -se tenso y se habria alejado de el en ese momento, de no ser porque Quin le puso las manos en los hombros. De inmediato, Bliss sintio que revivia. Toda su piel empezo a cosquillearle, temio mover un musculo siquiera en caso de que se apoyara contra Quin.
– No pienso nada semejante y lo sabes -aseguro Quin con brusquedad. La apreto con fuerza al anadir-. Lo que pasa es que, con tu atractivo, imagine que…
– ?Que tiene que ver mi apariencia con esto? -se enfado Bliss, y se alegro de hacerlo, pues eso le dio fuerzas para zafarse de el y encararlo. Se percato de que la observaba con detenimiento. Ella siguio hablando con mucha irritacion-. Las mujeres deciden que algunas… experiencias pueden esperar a… hasta que sea el momento adecuado, o no lo deciden. En mi caso, asi lo decidi y me molesta mucho que impliques que yo me acostaria con cualquier… -se interrumpio al oir un rugido en espanol. De todos modos, lo miro con rabia cuando Quin de pronto la tomo de los brazos.
Pasmada todavia, Bliss sufrio un momento de debilidad al sentir el roce de Quin y, le parecio imposible apartarlo como debia hacerlo.
– ?Cuando implique yo algo semejante? -rugio Quin.
– ?Lo hiciste! Estoy segura… -se detuvo. Ansio que la tierra se la tragara en caso de haberlo interpretado mal.
– Y estoy seguro de que tu, con un enfado tan explosivo, eres demasiado susceptible -concluyo Quin con una voz mucho mas suave.
Bliss lo miro con fijeza y tuvo la horrible sensacion de haber hecho el ridiculo. Estaba demasiado susceptible a cualquier cosa que el dijera, y no pudo pensar en nada que contestarle. Todavia estaba tratando de alejarse de Quin cuando recibio la sorpresa de ver que el empezaba a sonreir. De pronto, Quin parecio estar muy contento e inquirio con profundo encanto:
– ?Vas a mostrarme que me perdonas al permitir que te lleve a comer?
– No tienes que divertirme -Bliss contesto con frialdad y se resistio a su encanto.
No se hubiera asombrado mucho si Quin le hubiera dicho que se muriera de hambre entonces. Sin embargo, el conservo su buen humor.
– ?Crees que te llevaria a alguna parte si no estuviera deseoso de hacerlo?
El corazon de la chica dio un vuelco de felicidad… aunque Bliss logro observarlo todavia con solemnidad.
– ?Desilusionarias a un hombre, Bliss, que bajo el pretexto de asistir al funeral de su abuela, salio de su trabajo para venir a verte?
Bliss no pudo evitar reir. Echo a reir de felicidad y fue un sonido magico y musical. Mentiroso… lo amaba.
– Ire a lavarme las manos -anuncio, muy divertida todavia.
No obstante, en ese momento se dio cuenta de que Quin la observaba de manera contemplativa. Bliss se inmovilizo cuando el la empezo a acercar mas.
– ?Por que, siquiera por un segundo, pense que siempre eras seria? -sin esperar su respuesta, inclino la cabeza con lentitud y la beso con cuidado y suavidad.
Bliss todavia trataba de aterrizar cuando, sentada al lado de el en el coche, revivio una y otra vez ese breve y hermosisimo beso. Claro, sabia que no significaba nada para Quin, existiera Paloma o no. Sin embargo, al haberla besado con tanta delicadeza, eso debia implicar que ella le agradaba.
Cuando llegaron a Pisco, Bliss se dio cuenta de que ya no debia obsesionarse con ese beso, para no empezar a imaginar cosas que no existian. Quin la beso porque lo complacio un poco verla reir, y eso era todo. Sin embargo, la chica deseo con todo su ser que con el tiempo fuera correspondida en su amor.
Quin estaciono el auto y juntos entraron al restaurante. Al sentarse a una mesa, el le pregunto que le gustaria comer.
– Algo pequeno… y peruano -decidio.
– Recuerdo que antes fuiste muy aventurera respecto a la minuta-. ?De nuevo te sientes audaz?
“Me siento feliz”, quiso decirle, pero, por supuesto, no lo hizo.
– ?Por que no? -replico y desvio la mirada por miedo a que descubriera la alegria que la embargaba solo de estar con el.
Con la ayuda de Quin, quien la hizo sentir en las nubes cuando el ordeno lo mismo, pidio algo llamado
– ?Preferirias algo distinto? -inquirio Quin al verla probar el platillo y la salsa.
– Lo estoy disfrutando mucho -le aseguro. Y estaba disfrutando algo mas que el sabor a queso, cebolla y especias que detectaba su paladar.
Quin era un companero encantador y pronto empezaron a charlar acerca de temas sobre los cuales Bliss no sabia que tenia opiniones tan definidas. Y eso la complacio. Como su pasion por la arqueologia ocupaba la mayor parte de su tiempo, a veces se preguntaba si se convertiria en el tipo de persona que ya no podria hablar de otro tema. Le agradecio en silencio a Quin el descubrir que tenia puntos de vista acerca de otros asuntos y que los podia expresar con calma y seguridad.
Bliss no queria comer postre. Sin embargo, como ansiaba llevarse a casa muchos recuerdos, y no precisamente sobre comida, decidio ordenar un pastel de fruta.
– ?Tienes tiempo para tus aficiones? -pregunto ella con naturalidad cuando llego pastel. Tomo su tenedor y supo que queria conocerlo todo acerca de el, pero no queria darle la impresion de estar demasiado interesada-. Quiero decir, cuando no estas trabajando -anadio.
– No trabajo todo el tiempo -bromeo. Le sostuvo la mirada-. Esquio… y… -de pronto se detuvo. Todavia la miraba, pero fue como si al ver sus grandes ojos verdes hubiera olvidado lo que iba a decir-… y, claro, viajo… a veces puedo combinar los negocios con el placer.
Bliss quiso comentar muchas cosas, ademas de sugerirle que los visitara si llegaba a ir alguna vez a Dorset. Pero estaba celosa.
– Este pastel esta delicioso -comento al darse cuenta de que ella no tenia nada que ver con el hecho de que de pronto Quin perdiera su idea. Era obvio que Quin no estuvo pensando en ella. La estuvo observando, claro,