—Pero
Astor sacudio la cabeza, y una leve duda asomo a su rostro.
—Nadie habla frances —aseguro.
—Varias personas lo hablan en Francia —insisti—. E incluso aqui, algunas personas como tu madre creen que lo hablan.
—?Y que es?
—Pollo. —Intercambiaron una mirada, y luego me miraron a mi. Aunque parezca extrano, fue Cody quien rompio el silencio.
—?Vamos a comer pizza? —pregunto.
—Estoy seguro de que si —dije—. ?Que os parece si reunimos un grupo para jugar al escondite?
Cody susurro algo a Astor, y ella asintio.
—?Puedes ensenarnos cosas? Ya sabes, de las otras —sugirio.
Las «otras cosas» a las que se referia eran, por supuesto, el Saber Oscuro que acompanaba al adiestramiento de los Discipulos de Dexter. Habia descubierto hacia poco que los dos, debido al trauma repetido de vivir con su padre biologico, quien les pegaba un dia si y otro tambien con muebles y pequenos aparatos, se habian convertido en lo que solo puede describirse como Mis Hijos, los Descendientes de Dexter. Estaban marcados para siempre como yo, expulsados para siempre de la realidad de los peluches al pais desolado de los placeres perversos. Y se sentian muy ansiosos por empezar a participar en juegos perversos, aunque la unica manera segura de practicarlos era por mi mediacion, para que siguieran el Camino de Harry.
La verdad era que seria un verdadero placer impartir una pequena leccion esta noche, como un pasito en direccion a la reanudacion de mi vida normal, si puedo utilizar esas dos palabras juntas cuando hablo de mi. La luna de miel habia tensado mis imitaciones de comportamiento educado mas alla de los limites anteriores, y estaba preparado para deslizarme en las sombras y afilar mis colmillos. ?Por que no llevarme a los chicos?
—De acuerdo —dije—. Id a buscar a algunos chicos para jugar al escondite, y yo os ensenare algo util.
—?Jugando al escondite? —protesto Astor con un puchero—. No queremos saber eso.
—?Por que gano siempre yo cuando jugamos al escondite? —les pregunte.
—No es verdad —tercio Cody.
—A veces dejo que uno de vosotros gane —explique con altivez.
—Ja —dijo Cody.
—La cuestion es que se moverme con sigilo. Y eso, ?por que es importante?
—Para seguir a alguien —observo Cody, lo cual era un monton de palabras para el. Era maravilloso verle salir de su cascaron con esta nueva aficion.
—Si. Y jugar al escondite sirve para practicar esa virtud.
Intercambiaron una mirada.
—Danos una leccion primero —propuso Astor—, y despues iremos a buscar a todo el mundo.
—De acuerdo —dije. Me levante y les conduje hasta el seto que separaba nuestro patio del de los vecinos.
Aun no habia oscurecido, pero las sombras ya se estaban alargando cuando nos paramos en la hierba que crecia junto al seto. Cerre los ojos por un momento. Algo se agito en el oscuro asiento trasero y deje que el suave aleteo de alas negras me atravesara; senti que me fundia con las sombras y me integraba en la oscuridad…
—?Que estas haciendo? —me pregunto Astor.
Abri los ojos y la mire. Su hermano y ella me estaban mirando como si de repente me hubiera puesto a comer tierra, y se me ocurrio que intentar explicar la idea de integrarse en la oscuridad seria muy dificil. Pero de mi habia partido la idea de hacer esto, de modo que no podia echarme atras.
—En primer lugar —dije, en un tono que internaba ser desenfadado y logico al mismo tiempo—, teneis que relajaros y experimentar la sensacion de integraros en la noche que os rodea.
—No es de noche —senalo Astor.
—Pues integraros en el atardecer, ?vale? —insisti. La nina no parecia muy convencida, pero no dijo nada mas, de modo que continue—: Bien, llevais algo dentro que teneis que despertar, y teneis que escucharlo. ?Lo entendeis?
—El Tio Sombra —propuso Cody, y Astor asintio.
Mire a los dos y experimente una especie de fervor religioso. Conocian al Tio Sombra, el nombre que otorgaban al Oscuro Pasajero. Lo llevaban dentro tanto como yo, y conocian lo bastante de su existencia para darle un nombre. No cabia la menor duda, ya se encontraban en el mundo oscuro donde yo vivia. Fue un profundo momento de comunion, y entonces supe que estaba haciendo lo correcto: estos ninos eran hijos mios y del Pasajero. La idea de que nos unia un vinculo mas poderoso que la sangre era casi abrumadora.
No estaba solo. Habia recaido sobre mi una enorme y maravillosa responsabilidad, al hacerme cargo de aquel par y conducirles por el Camino de Harry, para convertirse en lo que ya eran, pero con seguridad y orden. Fue un momento estupendo, y estoy seguro de que en algun lugar sonaba musica.
Y asi habria debido terminar aquel dia de trastornos y penalidades. Si hubiera existido justicia en este mundo malvado, habriamos jugado alegremente en el calor de la noche, forjado un vinculo y aprendido secretos maravillosos, y despues nos habria esperado una deliciosa cena a base de comida francesa y pizza norteamericana.
Pero, por supuesto, la justicia no existe, y casi todo el tiempo me descubro reflexionando que la vida no nos ama mucho, al fin y al cabo. Y no tendria que haberme sorprendido que, justo cuando extendia una mano hacia cada uno, mi movil empezara a sonar.
—Plantate con tu culo aqui —bramo Deborah, sin ni siquiera decir hola.
—Por supuesto. Siempre que el resto de mi cuerpo pueda quedarse aqui para cenar.
—Muy gracioso —exploto, aunque no parecia muy divertida—. Pero ahora no necesito chistecitos, porque estoy contemplando otro de esos cadaveres tan alegres.
El Pasajero emitio un ronroneo inquisitivo, y varios pelos de mi nuca se erizaron para ver mejor.
—?Otro? —pregunte—. ?Como esos tres cuerpos adornados de la manana?
—Justamente —confirmo mi hermana, y colgo.
—Ja ja —dije, y guarde mi telefono.
Cody y Astor me estaban mirando con identica expresion de decepcion.
—Era la sargento Debbie, ?verdad? —pregunto Astor—. Quiere que vayas a trabajar.
—Exacto —admiti.
—Mama se pondra furiosa —comento la nina, y me di cuenta de que debia tener razon. Oi a Rita producir furiosos ruidos en la cocina, puntuados con ocasionales «maldita sea». Yo no era un gran experto en expectativas humanas, pero estaba convencido de que se enfadaria si me iba sin probar su cena especial, preparada con tanto esmero.
—Ahora si que me voy a hacer caca —reconoci, y entre, mientras me preguntaba que podia decir, con la esperanza de que me ocurriera algo antes de que Rita me defenestrara.
6
No estaba muy seguro de haber llegado al lugar correcto hasta que aparque delante. Se me habia antojado un destino improbable hasta que vi la cinta de la escena del crimen, las luces de los coches patrulla destellando en el ocaso y la habitual multitud de curiosos que confiaban en ver algo inolvidable. Joe's Stone Crab estaba casi siempre a tope, pero no en julio. El restaurante no volveria a abrir sus puertas hasta octubre, lo cual parecia una espera bastante larga, incluso para Joe's.
Pero la multitud de esta noche era diferente, y no habia venido a comer cangrejos. Esta noche le apetecia otra cosa, algo que Joe habria preferido eliminar de su carta.
Aparque y segui el rastro de agentes uniformados hasta la parte de atras, donde el entrante de esta noche se encontraba sentado con la espalda apoyada contra la pared, al lado de la puerta de servicio. Oi al sibilante Pasajero lanzar una risita antes de ver los detalles, pero cuando me acerque mas, las luces montadas por el