careto en la pagina catorce. Ahora esta empezando a amainar. Han aumentado la seguridad. ?No has visto que hay mas policias patrullando? ?Quieres empezar a removerlo todo?

– ?Por que no me ha interrogado la policia? Es mi cuarto.

Toro siguio mirandolo.

– ?Crees que es tuyo? Un centenar de estudiantes ha vivido en ese cuarto. Esto no es mas que tu universidad, chico.

Si, eso era cierto, no era mas que su universidad.

– Es tu primer dia -dijo Rocky-. La policia hablara contigo, no te preocupes por eso. Te interrogaran hasta que los ojos te den vueltas. En cuanto al resto… bueno, nadie regresa despues de haber estado cocinando galletas navidenas y haber estado de vacaciones en Florida y empieza a hablar inmediatamente de una chica destripada.

Si, lo harian. Por supuesto que lo harian. Si lo supieran.

– No es ningun secreto. ?Donde has estado?

Esa era la autentica pregunta, como si fuera el quien habia dado impulso a este ultimo y fatal giro de los acontecimientos. Habia cometido un error. Tendria que haber estado alli. Era su cuarto. Dijo:

– A estas alturas todo el mundo hablaria de ello en el campus. O al menos en el dormitorio. Todo el mundo pasaria por mi cuarto para echar un vistazo. Ni siquiera mis amigos lo saben.

– ?Estas seguro? -pregunto Toro-. ?Crees que te enteras de todas las violaciones que se producen en esta ciudad? ?O en este campus?

– Mira, yo solo quiero…

– ?A cuantos funerales fuiste el pasado ano? ?Cuantas tarjetas de condolencia enviaste? ?Conocias a todas las personas que fueron atropelladas? ?Conocias a los ninos que murieron de cancer y leucemia? ?Te importa de verdad?

No pudo encontrar saliva para tragar.

– Si, me importa.

– No, no es cierto. Nunca te ha importado. Ni siquiera conocias a Sylvia Campbell y ahora solo te preocupas porque te ha acojonado, porque ha ocurrido debajo de tus mismas narices.

– Y de las vuestras.

– Jodete, chaval.

– Conozco al decano. Ha echado tierra sobre el asunto. No le quedaba mas remedio.

– ?Y que esperabas? ?Querias que fuera pegando carteles, que se lo contara a todos los padres en las clases de orientacion? Eso te encantaria, ?verdad? Poner una flecha de neon apuntando a tu cuarto y poder cobrar cinco pavos por ver la cama.

Los asideros de las muletas estaban empezando a partirse. Trato de relajarse y soltarlos pero no pudo concentrarse en ello.

– La policia cree que el criminal solo venia a por esa chica -dijo Rocky-. Un «incidente aislado» es el termino que utilizan. Si no se trata de un asesinato al azar, suponen que seria una discusion con su novio que se salio de madre, o un rollo de una noche que salio rana, un tio que conocio en la ciudad, que es lo que yo creo, personalmente. Este es un lugar muy solitario, no te haces ni idea de lo que la gente puede llegar a hacer.

Con las piernas temblando, Cal supo que tenia que salir de la oficina antes de que alguien acabase sobre un mueble.

– ?Y si no fue asi, Rocky? -pregunto entre dientes mientras se volvia para marcharse-. Gracias por ser sinceros conmigo. Lo aprecio. -Era verdad, aunque ambos lo miraron como si no lo fuera-. Una cosa mas: ?y si el tio sigue aqui?

Empezo a preguntarse si se habrian producido otros asesinatos durante las pasadas vacaciones sin que el se enterara.

– ?Que pasa??Te preocupa que vuelva y te liquide? -pregunto Toro-. ?Crees que fue alguien que te debia algo y que penso que era tu novia y como no estabas decidio pagarlo con ella?

No lo habia pensado. Ni se le habia pasado por la imaginacion.

– No.

– Pues tal vez deberias.

– Cierra el pico -volvio a decirse mientras se frotaba los ojos con los punos y se balanceaba en la mecedora de Sylvia.

Como garras, las ramas del exterior volvieron a aranar la ventana del almacen, y Cal devolvio bruscamente su atencion a lo que le rodeaba. Saco la ficha de la cartera y observo el bonito rostro de Sylvia Campbell mientras la lluvia helada empezaba a resbalar por el cristal.

Yo.

5

?Por que mentiste?

Caleb contemplo sus notas sin leerlas, esperando que las hebras de las respuestas aparecieran por si solas.

El silencio, que lo habia fastidiado apenas unos minutos atras, tenia ahora un efecto sedante, era como una nana en medio del traqueteo de las ventanas. El viento gemia como un amante satisfecho. Macbeth acudio a sus pensamientos. Venid, espiritus que ayudais los pensamientos asesinos, despojadme de mi sexo. No le gustaba demasiado la parte del despojadme de mi sexo, pero el resto sonaba muy bien.

Una semana antes se habia quedado dormido alli, en el almacen, y habia despertado con la perturbadora sensacion de que habia pasado por un prolongado y continuo ciclo de suenos que no podia recordar. Era un fastidio, pero al menos era mejor que las pesadillas.

Cuidadosamente, volvio a guardarse el dibujo en el bolsillo, ignorando el polvo y encontrando consuelo en el frio. En ocasiones podia trabajar para ti se le dabas la oportunidad. Husmeo el aire, buscando en el trazas quimicas de la fragancia de la chica, tratando de descubrir su piel, su cabello y su sabor. En el colchon habia encontrado manchas de laca de unas, tres cabellos castanos y un tenue olor aflores. Crisantemos o violetas. ?Un perfume que se desvanecia o un jabon caro, incienso o ambientador de aire? No podia saberlo con certeza. Debajo de todo ello estaba lo que habia encontrado en su propia cama.

Duncan esta en su tumba. Tras la espasmodica fiebre de la vida, duerme bien. Las paginas con sus notas flotaron hasta el suelo. Formaban mas parte de ella que de el. Rodo sobre su espalda y miro las transcripciones impresas, que habia escondido entre los capitulos de su tesis.

Durante los dos ultimos semestres, Rose habia trabajado en la oficina del registro. En una ocasion, despues de que los hubiesen echado de la emisora de la KLAP y hubiesen colgado el telefono a las culturistas, Caleb y Willy le habian hecho una visita en la tesoreria. Cotilleando en sus propios archivos, incapaz de acceder al material codificado pero excitada por el mero hecho de intentarlo, Rose habia leido algunos de los cometarios mas mordaces de los profesores. Willy se habia reido pero Caleb habia mirado los archivos y habia visto como le devolvian miradas despectivas sus peores notas.

– Howard Moored, mi profesor de Ingenieria 101 uno, dice que mi capacidad de lectura comprensiva es propia de un alumno de octavo -dijo Willy.

– Es demasiado amable.

– ?Que es Catcher in your Eye?

– Umm, buena pregunta.

– Vamos, es algo de decimo, ?no? Eh, ya lo he leido. Howard se ha pasado conmigo.

Rose lo habia mirado con el respeto y amor mas profundos, sabiendo que nunca se apuntaria a un club literario.

Violetas o crisantemos.

Despues de hablar con Rocky y Toro aquel primer dia, Caleb paso horas observando la pintura de color melocoton mientras mantenia lamentables conversaciones con Willy y Rose y se preguntaba si podria seguir en su

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