Pacto de la Luna de febrero de 2062, un acuerdo de paz a cambio de la concesion de una serie de derechos a los insurrectos. Se da la circunstancia de que el lider androide Gabriel Morlay no pudo firmar el tratado que habia sido su gran obra, ya que pocos dias antes cumplio su ciclo vital y fallecio, acabando asi su fugaz existencia de mariposa humana.
A partir de entonces los replicantes fueron conquistando progresivamente derechos civiles. Estos avances no estuvieron exentos de problemas; los primeros anos tras la Unificacion fueron especialmente conflictivos y hubo graves disturbios en diversas ciudades de la Tierra (Dublin, Chicago, Nairobi), con violentos enfrentamientos entre los movimientos pro-reps antisegregacionistas y los grupos de supremacistas humanos. Por ultimo, la Constitucion de 2098, la primera Carta Magna de los Estados Unidos de la Tierra, actualmente en vigor, reconocio a los tecnohumanos los mismos derechos que a los humanos.
Fue tambien en dicha Constitucion en donde se utilizo por primera vez el vocablo
La existencia e integracion de los tecnohumanos ha creado un fuerte debate etico y social que esta lejos de haberse solventado Algunos sostienen que, puesto que, en su origen, la creacion de replicantes como mano de obra esclava fue un acto erroneo e inmoral, simplemente deberian dejar de fabricarse. Esta posibilidad es rechazada de plano por los tecnos, que la consideran una opcion genocida: «Lo que una vez ha existido, no puede regresar al limbo de la inexistencia. Lo que se inventa, no puede desinventarse. Lo que hemos aprendido, no puede dejar de saberse. Somos una nueva especie y, como todos los seres vivos, anhelamos seguir viviendo» (Gabriel Morlay). Actualmente, las cadenas de produccion de androides (hoy llamadas
Pese a los avances tecnologicos, solo se ha conseguido que viva una decada: mas o menos en torno a los treinta y cinco la division celular de sus tejidos se acelera de forma dramatica y sufre una especie de proceso cancerigeno masivo (conocido como TTT, Tumor Total Tecno) para el que todavia no se ha encontrado cura y que provoca su fallecimiento en pocas semanas.
Tambien resultan conflictivas las regulaciones especiales tecnohumanas, sobre todo las referentes a la memoria y al periodo de trabajo civil. Un comite paritario de humanos y de tecnos decide cuantos androides van a ser creados cada ano y con que especificaciones: calculo, combate, exploracion, mineria, administracion y construccion. Puesto que la gestacion de estos individuos resulta economicamente muy costosa, se ha acordado que todo tecnohumano servira a la empresa que le fabrico durante un periodo maximo de dos anos y en un empleo conforme a la especialidad para la que fue construido. A partir de entonces sera licenciado con una moderada cantidad de dinero (la paga de asentamiento) para ayudarle a empezar su propia vida. Por ultimo, a todo androide se le implanta un juego completo de memoria con suficiente apoyo documental real (fotos, holografias y grabaciones de su pasado imaginario, viejos juguetes de su supuesta infancia, etcetera), ya que diversas investigaciones cientificas han demostrado que la convivencia e integracion social entre humanos y tecnohumanos es mucho mejor si estos ultimos tienen un pasado, asi como que los androides son mas estables provistos de recuerdos. La Ley de Memoria Artificial de 2101, actualmente en vigor, regula de manera exhaustiva este delicado asunto. Las memorias son unicas y diferentes, pero todas poseen una version mas o menos semejante de la famosa Escena de la Revelacion, popularmente conocida como
Hubo un tiempo en el que las relaciones sexuales entre humanos y reps estuvieron prohibidas. Ahora simplemente estaban mal vistas, salvo que se tratara del antiguo y venerable negocio de la prostitucion, por supuesto. Pablo Nopal sonrio con acidez y contemplo la espalda desnuda de la chica guerrera. Una linea de elastica carne, una curva perfecta en la breve cadera. Sentandose en la cama, como ahora habia hecho, Nopal tambien podia ver uno de sus pechos diminutos. Que subia y bajaba suavemente al compas de la tranquila respiracion. Con todo lo dormida que parecia, y que seguramente estaba, bastaria con que le rozara la cintura con un dedo para que la mujer diera un brinco descomunal e incluso, quien sabe, hasta le propinara un buen golpe. Nopal se habia acostado con las suficientes reps de combate como para conocer bien sus costumbres y sus inquietantes reflejos defensivos. Mejor no besarles el cuello en mitad de la noche.
De hecho, lo mejor que podia hacerse en mitad de la noche tras haber copulado con una chica asi era marcharse.
El hombre se deslizo fuera de la cama, recogio sus ropas diseminadas por el suelo y empezo a vestirse.
Malhumorado.
Le deprimia esa hora de la madrugada, sucia, destenida, con la noche muriendo y el nuevo dia aun sin despuntar. Esa hora tan desnuda que no habia manera de poder disfrazar el sinsentido del mundo.
Pablo Nopal era rico y era desdichado. La desdicha formaba parte de su estructura basica, como los cartilagos son parte de los huesos. La desdicha era el cartilago de su mente. Era algo de lo que no se podia desprender.
Como decia un antiguo escritor al que Pablo admiraba, la felicidad siempre era parecida, pero la infelicidad era distinta en cada persona. La desdicha de Nopal se manifestaba en una clara incapacidad para vivir. Aborrecia la vida. Por eso, entre otras cosas, le gustaban los androides: todos estaban tan ansiosos, tan desesperados por seguir viviendo. En cierto sentido le daban envidia.
Lo que habia sostenido a Nopal en los ultimos anos, lo unico que de verdad le entibiaba el corazon, era su busqueda. Ahora pulso su ordenador movil, cargo en la pantalla la lista de androides y tacho a la chica guerrera de espeso pelo rizado con la que acababa de hacer el amor. Evidentemente, ella no era la tecnohumana que estaba buscando. Miro su perfil chato casi con afecto. Le habia costado ganarse su confianza, pero ahora esperaba no tener que verla nunca mas. Como era habitual en el, volvia a triunfar la misantropia.
La ventaja de tratar con muertos reps, penso Bruna cuando entraba en el Instituto Anatomico Forense, era que no habia que aguantar deudos llorosos: padres destrozados por el dolor, hijos anonadados por la brusca orfandad, conyuges, hermanos y demas patulea familiar gimoteante. Los androides eran seres solitarios, islas habitadas por un solo naufrago en medio de un abigarrado mar de gentes. O al menos casi todos los reps eran asi, aunque habia algunos que se empenaban en creerse plenamente humanos y establecian relaciones sentimentales estables a pesar del merodeo de la muerte, e incluso conseguian adoptar algun nino, siempre criaturas enfermas o con algun problema, porque la temprana fecha de caducidad de los replicantes les impedia