– ?Es verdad! -exclamo Wittberg exaltado-. Ahi tenemos una pista muy clara. El asesino es tan refinado que sustrae uno de los cuadros mas famosos de la historia de la pintura sueca, sencillamente porque quiere marcarse un punto. Nos esta senalando con el indice, ?eso hace!
– ?Puede ser tan sencillo como eso? -pregunto Kihlgard dubitativo-. Otra posibilidad es que necesite dinero por algun motivo.
– De acuerdo, pero ?como va a poder deshacerse de un cuadro como ese? Es casi imposible venderlo en Suecia -rebatio Norrby.
– No, salvo que haya algun coleccionista detras -reflexiono Knutas en voz alta.
– A mi me parece -intervino Kihlgard- que todo esto tiene que ver con el mundo del arte, que ese es el punto central. Ambos son galeristas, desaparece un cuadro muy conocido y el dia en que fue asesinado, Egon Wallin habia inaugurado una exposicion que al parecer tuvo mucho exito. Deberiamos buscar dentro del mundo del arte y prescindir del tema homosexual. Solo nos complicamos la vida y, de esa manera, los arboles nos impiden ver el bosque.
– Coincido contigo -dijo Knutas, satisfecho de poder estar, por una vez, de acuerdo con Kihlgard-. Puede que uno y otro se hayan dedicado al mismo tiempo a negocios turbios. Los dos ganaban mucho dinero y no podemos estar seguros de que los negocios fueran siempre legales.
– Ahi, quiza entren tambien en escena Mattis Kalvalis y su opaco agente. Ese pintor parece cualquier cosa menos trigo limpio -opino Karin-. Es drogadicto, se nota a la legua. ?Como suena una banda de ladrones de obras de arte con ramificaciones internacionales, entre ellas en el Baltico? -concluyo en tono conspirativo.
– Lo primero que debemos hacer es averiguar que le ha pasado a Hugo Malmberg -decidio el comisario-. Suponiendo que nos estemos enfrentando al mismo agresor… ?Que ha hecho con Malmberg? ?Cual sera el proximo paso?
– Por desgracia, lo mas probable es que Hugo Malmberg a estas horas ya no este vivo -comento Karin-. Precisamente, antes de esta reunion he comprobado si Hugo Malmberg habia sufrido alguna amenaza. Y asi es; al parecer recibio una amenaza anonima escrita y varias llamadas telefonicas sospechosas. Lo denuncio a la policia hace dos semanas.
Knutas iba de asombro en asombro.
– ?Que hicieron con el asunto?
– Nada, al menos eso parece. Malmberg le parecio un poco simplon al agente que tramito la denuncia, por mas que de la denuncia se desprende que era amigo de Egon Wallin y que iban a trabajar juntos.
– ?Cuando tuvieron lugar esos incidentes?
Karin echo una ojeada a sus papeles.
– El primero, es decir, el del puente de Vasterbron, ocurrio el diez de febrero. Aunque en esa ocasion Malmberg creyo que solo se trataba de alguien que lo seguia, no fue una amenaza concreta. Cuando recibio una amenaza verdadera fue el dia veinticinco.
– ?Que tipo de amenaza?
– Una hoja de papel sin remitente en la que se leia Pronto.
– ?Y dices que eso fue hace dos semanas?
– Exactamente.
Todos los presentes se miraron perplejos.
– Esto es una locura -mascullo, contrariado, Knutas-. Se cargan a Egon Wallin aqui, en Visby; al mismo tiempo, es objeto de amenazas otro galerista que ha mantenido una larga relacion profesional con Wallin… ?y nadie nos informa de nada! ?Se puede saber a que se dedica la policia de Estocolmo? ?Esto es prevaricacion, joder!
Knutas respiraba agitado por la nariz y bebio un par de tragos de agua del vaso que tenia delante en la mesa.
– Bueno, no nos queda mas remedio que seguir. Sohlman se encarga de la investigacion pericial que se esta llevando a cabo en estos momentos en la suite del hotel, que esta parcialmente acordonado y se ha llamado y se llama aun a las puertas de las habitaciones para recabar informacion de los testigos. Esperemos que eso nos proporcione alguna pista. Mientras tanto, ?que creeis que estara haciendo el agresor?
– Soy pesimista, me inclino a pensar lo mismo que Karin: Malmberg probablemente ya esta muerto -suspiro Kihlgard-. Esta por ver que hara ahora con el cadaver.
Karin formulo una pregunta:
– ?Tendra el valor de colgarlo en la Puerta de Dalmansporten, como hizo con Egon Wallin?
– Ah, no, no lo creo -rechazo Knutas-. Hacerlo una vez, bueno, pero atreverse a hacerlo de nuevo… Debe de ser consciente de que le seguimos la pista y de que el personal del hotel descubriria la desaparicion de su cliente, ?no?
– No podemos estar totalmente seguros -protesto Kihlgard-. Quiza no se comporte de una manera racional. Puede que el exito se le haya subido a la cabeza y actue como un megalomano. Que se sienta invencible. Ha pasado en otras ocasiones.
– Esta bien; por si acaso, enviaremos alli una patrulla de vigilancia -dijo Knutas-. Sera mejor no correr riesgos innecesarios. En realidad no tenemos ni idea de a quien nos enfrentamos.
– ?Y Muramaris?
– Tambien pondremos vigilancia alli. Nunca se sabe.
Capitulo 76
Sverker Skoglund fue companero de estudios de Egon Wallin. Habian coincidido en la misma clase desde la escuela primaria hasta el bachillerato. Despues, sus caminos se separaron. Sverker se hizo a la mar y vivio en el extranjero muchos anos. Cuando regreso a Gotland ya no habia mucho en comun entre uno y otro. Al mismo tiempo, algo especial habia entre ellos, y eso hizo que mantuvieran cierto contacto. Las pocas veces que se encontraron a solas era como si se hubieran visto el dia anterior.
A Sverker le conmociono el brutal asesinato de Egon y, como a muchos otros, le horrorizo que su amigo de la infancia acabara sus dias de forma tan violenta. No pudo asistir al entierro porque en esas fechas se encontraba trabajando en una plataforma petrolifera en el norte de Noruega y solo le habrian dado permiso para desplazarse si se hubiera tratado del sepelio de un familiar cercano.
Acababa de volver a casa y lo primero que se propuso hacer fue visitar la tumba de Egon. El cementerio de Norra estaba desierto cuando llego. Su coche estaba solo en el aparcamiento.
En el sendero que conducia hasta el camposanto propiamente dicho habian limpiado bien la nieve, y se veia que estaba muy pisado. Sverker comprendio que muchas personas habrian querido dar el ultimo adios a Egon. En aquella epoca del ano no solia haber muchas visitas al cementerio.
Los restos de Egon Wallin reposaban en el panteon familiar, visible desde lejos. La familia era pudiente, y eso se notaba en el tamano de la lapida. En lo alto destacaba una cruz enorme. Montones de coronas y ramos de flores aparecian ante el panteon y testimoniaban que el entierro habia finalizado hacia poco. Tras la nevada de la noche anterior, casi todo estaba cubierto por un manto blanco, pero aqui y alla relucian las flores a traves de la nieve, bajo la cual Sverker pudo apreciar el contorno de las grandes coronas.
Cuando enfilo el ultimo tramo del sendero, el que conducia hasta la valla dispuesta alrededor del panteon, salio el sol. Se detuvo un momento y dejo que los rayos le calentaran la cara. Que silencio. Que paz.
Continuo con paso tranquilo, pensando en quien habia sido Egon en realidad. A sus ojos aparecia como un hombre sencillo. En ningun momento noto, por su manera de actuar, que fuese una persona acaudalada. Nunca hablaba de ello ni daba a entender nada, salvo cuando comian juntos. Entonces insistia siempre en pagar. Pero, aunque dedujo que tenia una buena posicion economica, era muy discreto. Seguia viviendo en un chale adosado, aunque podria haber adquirido sin problemas una casa mas grande y mas lujosa. La verdad es que aquellos chales adosados eran inusualmente bonitos y la situacion, estupenda. Pero de todos modos…
Se pregunto con quien debio toparse su amigo de la infancia. Si se habria encontrado con un loco dispuesto a