A lo largo de las paredes habia vitrinas con monedas de plata, arabes, alemanas, irlandesas, bohemias, hungaras, italianas y tambien suecas.
Pero no eran las monedas lo que a el le interesaba. Durante anos habia robado monedas de lugares bastante mas accesibles que el museo, donde indudablemente el robo de una vitrina se descubriria enseguida.
En esta ocasion su objetivo era bastante mas pretencioso y habia ido precedido de una estricta planificacion. El precio que le habian ofrecido era tan elevado que no pudo resistir la tentacion, aunque entranaba un riesgo.
Para el vender tesoros arqueologicos de Gotland no representaba ningun problema. Ya que de todas formas acabarian en la peninsula, bien podia ganarse un dinerillo con ellos. Asi al menos tenia algun control de donde iban a parar. Y el dinero lo destinaba tambien a objetivos con los que sus antepasados vikingos habrian estado de acuerdo. De esa manera cerraba el circulo, asi era como le gustaba verlo. En el fondo consideraba que esos objetos le pertenecian a el, al menos mucho mas de lo que les pertenecian a las autoridades que decidian sacarlos de la isla. El se quedaba con parte de los objetos, tenia sus favoritos.
En una vitrina de cristal, en el centro de la sala, resplandecia un brazalete de oro puro. Constituia el objeto mas grande de oro perteneciente al periodo vikingo hallado en Gotland y lo habian desenterrado en la parroquia de Sundre. El brazalete estaba realizado en oro de veinticuatro quilates y fechado en torno al ano 1000. Los hallazgos de piezas de oro de los tiempos vikingos eran muy escasos y alli se encontraba el mayor tesoro, solo lo separaba de el una pared de cristal.
Se levanto y se dirigio hacia el hueco de la escalera. Miro hacia abajo, hacia la recepcion, la chica de la taquilla seguia leyendo. Echo una ojeada a su reloj de pulsera. Eran las doce. Ahora todos estarian, salvo la recepcionista, almorzando. Eso era lo que habia previsto. El riesgo de que lo descubrieran era inexistente y su disfraz hacia que nadie pudiera reconocerlo despues. Extremo la concentracion, se puso unos guantes finos y dio una vuelta rapida por las salas del piso superior. Ni un alma.
Se oyeron voces procedentes de la planta de entrada; los empleados estaban a punto de salir a almorzar. La puerta exterior se cerro de nuevo. Ahora estaba el solo con la recepcionista.
El museo carecia de camaras de vigilancia, pero desde hacia unos anos estaba provisto de alarma. Se habia informado de como podia desconectarse, asi que ese detalle estaba listo.
Saco un pequeno destornillador del bolsillo y desmonto la vitrina de su base. Mientras tanto, tenia una oreja pendiente de la escalera, no queria que lo pillaran con las manos en la masa. Luego no tuvo mas que levantar la parte superior, depositarla con cuidado en el suelo de piedra y coger el brazalete. Volvio a colocar la vitrina en su sitio y bajo tranquilamente por la escalera. La recepcionista aun seguia con la nariz hundida en el libro. Parecia como si estuviera dormida. Salio al exterior sin que nadie reparara en el y desaparecio calle abajo.
Lunes 12 de Julio
El robo en la Sala de Arte Antiguo trajo como consecuencia que Johan se viera obligado a dejar a Emma y a Elin en la isla de Faro y volver apresuradamente a Visby. Habia hecho un reportaje sobre el suceso para la emision de Noticias Regionales del domingo.
El lunes por la manana el redactor jefe habia dejado claro que queria un seguimiento de la noticia que incluyera la conmocion y las reacciones con el siguiente enfoque: ?Como ha podido ocurrir algo asi? Todo listo y empaquetado en su mollera de redactor, penso Johan sarcastico, aunque estaba de acuerdo en que era razonable que se hiciera un seguimiento de la noticia. A el lo asombraba mas el hecho de que el ladron hubiera podido desconectar la alarma, ?se trataba de un robo perpetrado desde dentro? Y en ese caso, ?cuantos robos semejantes se habian llevado a cabo con anterioridad? Habia pedido al archivo copias con los recortes de robos de tesoros arqueologicos en Gotland aparecidos en la prensa y las copias habian llegado por fax. La mayoria se referia a personas llegadas del extranjero con detectores de metales que saqueaban los tesoros de plata de la isla.
En un ejemplar del Gotlands Tidningar de hacia seis meses, encontro un articulo que le llamo la atencion: «Presunto robo en el almacen del Museo Provincial».
Ninguna de las personas a las que habia entrevistado en relacion con el robo habia mencionado que habian desaparecido objetos en ocasiones anteriores. En realidad el articulo hablaba de los robos en el almacen situado en otra parte de la ciudad y por eso quiza no fuera tan raro que nadie hubiese dicho nada. Logicamente no querrian dar a los robos mas publicidad de la necesaria.
El articulo trataba de la desaparicion de varias monedas del almacen donde se guardaban todos los hallazgos arqueologicos que no estaban expuestos. La Sala de Arte Antiguo solo tenia espacio para mostrar una pequena parte de todo lo que se desenterraba en la isla. En el articulo entrevistaban a Eskil Rondahl, responsable del deposito, a quien el asunto de la desaparicion de las monedas le parecia grave.
Johan busco el numero de telefono del almacen y le pasaron con Rondahl.
Se escucho una voz aspera y seca en el otro extremo del hilo.
– ?Si?
– Me llamo Johan Berg y llamo de Noticias Regionales, de la Television Sueca.
Silencio. Johan continuo:
– Llamo a proposito del articulo publicado en el Gotland-Tidningar hace
– ?Ah, si?
– ?Lo recuerda? Usted es la persona a quien entrevistaban en el articulo.
– Si, ya lo se. Aquel robo quedo resuelto.
– ?Como?
– Resulta que no se habia cometido ningun robo. Aparecieron las monedas que faltaban. Habian ido a parar a otro sitio, sencillamente.
– ?Como que habian ido a parar a otro sitio?
– La razon fue un descuido del que me hago responsable. Cuando nos llegan monedas, las depositamos en la seccion de seguridad especial, donde guardamos los objetos valiosos y aquellos mas susceptibles de ser robados. En ese proceso se extravio un cajon con monedas, pero lo encontramos despues. Si, fue bastante embarazoso para mi, asi que es una historia que prefiero olvidar.
– Lo comprendo. ?Han sufrido otros robos?
– De los que podamos estar seguros, no, pero si que ocurre a veces que desaparecen cosas.
– Pero ese es un tema serio, la gente no puede ir por ahi robando cosas que tienen mil anos de antiguedad, ?no? ?Que piensa la policia de ello?
– No les preocupa especialmente. No hay ningun policia comprometido con el tema de los robos de restos arqueologicos, semejantes asuntos estan en la cola de su lista de prioridades -refunfuno Rondahl-. Y ahora por desgracia no dispongo de mas tiempo.
Johan le dio las gracias y colgo el telefono.
La conversacion le habia dejado algo desconcertado. ?Se estaban cometiendo robos sin que nadie se ocupara de ello?
Llamo a la universidad y pidio que le pasaran con un arqueologo. Solo pudieron localizar a Aron Bjarke, profesor de teoria. Johan le refirio el articulo que habia leido y lo que le habia dicho Eskil Rondahl.
Bjarke corroboro en parte la descripcion.
– Es posible que se robe algun objeto aislado sin que nadie lo descubra, pero lo peor no es que desaparezcan pequenos objetos aqui y alla. El mayor problema son los buscavidas que vienen hasta Gotland para buscar tesoros de plata. Hace unos anos se aprobo una nueva ley para poner fin a los saqueos. En la actualidad esta prohibido utilizar detectores de metales en Gotland sin un permiso especial del Gobierno Civil. El ano pasado la policia detuvo a dos ingleses sorprendidos con las manos en la masa cuando buscaban tesoros con un detector de metales.
– ?Adonde van a parar las piezas robadas?
– Hay coleccionistas en todo el mundo dispuestos a pagar sumas considerables por un adorno de plata, por ejemplo, o por una moneda de hace mil anos. Por no hablar de todas las maravillosas joyas que encontramos del