Miercoles 26 de Diciembre

La calle estaba silenciosa y vacia, pero en el interior de las casas parecia que la cena del dia de San Esteban estaba en pleno apogeo. En la entrada de algunas viviendas ardian hachones para ahuyentar la oscuridad invernal y junto a las verjas se veian coches aparcados.

El hombre se detuvo delante de la valla y observo la casa. Habia luz en todas las ventanas. Las estrellas de Adviento, de paja y madera, difundian un suave resplandor. En la sala se veia un candelabro de Adviento alto, de hierro fundido, y dos grandes amarilis cuyas flores rojas eran una prueba de esmero y atenciones. Vio moverse a la familia alli dentro. Dando vueltas entre la cocina y el cuarto de estar. Sabia que tenian el comedor en el cuarto de estar.

Pudo entrever a Filip jugando con un cachorrillo. ?Ahora tenian un perro? Eso no era buena senal. En absoluto.

Abrio la verja. La grava crujio bajo sus pies. La nieve habia desaparecido de nuevo, se fundio el mismo dia de Nochebuena. Ahora caia una neblina gris sobre la idilica urbanizacion de Roma.

Avanzo hasta el porche y vio con el rabillo del ojo que Olle ya habia descubierto su presencia. No habia vuelta atras. Respiro profundamente y apreto el timbre de la puerta.

Epilogo

La capilla era una construccion aislada que se encontraba fuera del pueblo pesquero de Kovik, al oeste de la isla, unos diez kilometros al sur de Gnisvad.

Estaba construida con la piedra caliza caracteristica de la isla y tenia una sola ventana como una mirilla que se abria hacia los prados donde pastaban las vacas, los cobertizos de los pescadores azotados por el viento y el mar. La capilla se habia levantado en memoria de los hombres que habian perdido su vida en el mar.

Leif Almlov procedia de una familia de pescadores que durante generaciones habia pescado fuera de las costas de Gotland, en las agitadas aguas del mar Baltico. El entierro se oficio en ella de acuerdo con sus ultimas voluntades. Solo estaban presentes los familiares y amigos mas cercanos.

Knutas estaba sentado en la ultima fila de sillas plegables que habian colocado en tan reducido espacio. Poso la vista en el ataud cubierto de flores mientras pensaba quien habia sido Leif en realidad. O, mejor dicho, en quien se habia convertido.

Al parecer todo habia empezado con la historia con Fanny Jansson. Claro que Leif habia ido muchas veces a la cuadra. Eso lo atestiguo su suegro, que tambien era dueno del caballo. Alli fue donde se encontro con la chica.

Despues Leif habia empleado a Dahlstrom para que le construyera una sauna en el campo, pero el carpintero ocasional descubrio lo que Leif hacia con Fanny. Puede que se hubiera quedado alli a dormir mientras trabajaba en la construccion de la sauna y entonces vio por casualidad lo que no debia.

Aquello fue el principio del fin para todos los implicados.

No cabia ninguna duda de que Leif fue el autor de los asesinatos. Era su sangre la que habian recogido en el cuarto de revelado de Dahlstrom, en su piso y en el arma del crimen, y su pelo y su saliva los que habian aparecido en la ropa de Dahlstrom y de Fanny.

Habian pasado varias semanas desde aquel fatidico dia en Gnisvard que habia terminado con la muerte de Leif entre llamas. La causa de la potente explosion fueron las bombonas de gas que se guardaban en el trastero que habia junto a la sauna. La explosion habria podido acabar con el cobertizo tambien; solo unos pocos metros separaban los dos edificios. Un escalofrio le recorrio el cuerpo al pensar que su amigo desde hacia veinte anos tal vez habia planeado hacerlo saltar por los aires. ?Y a Karin? Aquel pensamiento era inconcebible, pero igual de inconcebible era que Leif hubiera asesinado a dos personas.

Los restos mortales de Leif aparecieron entre las cenizas de la sauna quemada. Si se habia suicidado o no, eso no llegarian a saberlo nunca. Knutas dirigio una vez mas sus pensamientos a Ingrid y a los ninos. ?Que vida los esperaba despues de todo esto? ?Sobre todo, era posible seguir adelante?

Y Fanny no era mas que una nina. Knutas sintio una profunda tristeza al pensar en aquella chica de catorce anos. Ni siquiera habia tenido tiempo de empezar a vivir su propia vida. Al mismo tiempo le pesaban los remordimientos. Se preguntaba cuanto habia significado su amistad con Leif y en que medida esta lo habia cegado. Era perfectamente consciente de que como jefe de la Brigada de Homicidios era el maximo responsable de la investigacion.

Fuera de la capilla estaba la prensa local, ademas de un grupo de curiosos. Knutas declino responder a sus preguntas. Se retiro y se quedo contemplando el horizonte.

Tres gaviotas volaban bajo, justo por encima de la superficie del agua. El mar estaba inusualmente en calma y habia empezado el nuevo ano.

Agradecimientos

Esta historia es absolutamente ficticia. Cualquier parecido entre los personajes de la novela y personas reales es pura casualidad. A veces me he tomado la libertad de cambiar algunas cosas para favorecer la narracion de la historia. Por ejemplo, he cerrado la redaccion local de la Television Sueca en Gotland y he trasladado el seguimiento informativo de Gotland a Estocolmo. La razon de ello no es otra que poder contar la historia de la manera que yo queria. Dicho sea con todos los honores para el equipo que trabaja en los informativos regionales de la Television Sueca, Ostnytt, que en realidad es la redaccion responsable de cubrir la informacion local en la isla.

Ante todo, quiero dar las gracias a mi marido, Cenneth Niklasson, periodista, que es mi mayor fuente de inspiracion, mi mayor apoyo y mi critico mas pertinaz.

Tambien quiero dar las gracias a:

Gosta Svensson, antiguo comisario de la policia de Visby, por su inestimable ayuda en todo lo relativo al trabajo policial.

Johan Gardelius y Bo Ekedahl, tecnicos criminalistas de la policia de Visby.

Martin Csatlos, de la Unidad de Medicina Forense del Hospital de Solna.

Neng Wanlayaphol, preparador de caballos de carreras del hipodromo de Visby.

Mats Wihlborg, fiscal de Visby.

Jenny Ingarda y Eva Waltre, de BRIS (asociacion sueca que trabaja en favor de la defensa de los derechos de los ninos).

Il-nam Kroon, sociologo.

Mikaela Safvenberg, arqueologa y guia turistica en Gotland.

Kerstin, mi madre, y Ewa Jungstedt, mi hermana, que me han ayudado en los viajes de reconocimiento por Gotland.

Tove Wiklander, por su apoyo constante durante nuestros rapidos paseos.

A mi editor, Jonas Axelsson, porque confio en mi, y a mi editora, Ulrika Akerlund, por toda la ayuda que me presto con el libro.

A mis lectoras particulares por sus valiosos comentarios: Anna-Maja Persson, periodista de la television sueca, SVT. Lenna Allerstam, periodista de la television sueca, SVT. Lilian Andersson, editora de Bonnier Utbildning.

Bosse Jungstedt, mi hermano, y Kerstin Jungstedt, mi cunada.

Y, por ultimo, y muy especialmente, a mis hijos Rebecka y Sebastian Jungstedt, por su buen humor, su carino, su apoyo y la enorme paciencia que han tenido mientras su madre escribia.

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