posibilidades.

– No veo nada, salvo que la carretera parece bastante ancha. ?Para que tan ancha en un sitio tan desierto?

– Estaba pensando lo mismo. ?No podrias virar hacia el sur ahora? ?Mira esos arboles! ?Ves lo espesa que es la vegetacion?

____________________ ?Quieres decir que se trata de una red de camuflaje?

– Tal vez. -Si habian construido fabricas alli, por fuerza tenian que haberlas enterrado en las laderas. Bryan no se fiaba; en cuanto hubieran descubierto una instalacion asi, los terraplenes no ofrecerian suficiente proteccion en caso de intensos bombardeos de precision-. ?Es una trampa. James! No hay nada que indique que esten construyendo por aqui.

Dado el caso, habian recibido ordenes de dirigirse hacia el norte siguiendo las vias del tren a Heidenau, desviarse hacia el oeste hasta llegar a Freital y seguir de nuevo las vias hacia Chemnitz, tras lo cual deberian seguir adelante hasta alcanzar la linea de ferrocarril hacia Waldheim, donde tomarian rumbo hacia el norte y luego hacia el nordeste. Debian fotografiar minuciosamente toda la red; eso era lo que habian pedido los rusos. Las tropas sovieticas presionaban como locos en torno a Leningrado y amenazaban con arrollar el frente aleman. En su opinion, el nudo ferroviario alrededor de Dresde era el cordon umbilical de los alemanes. Hasta que no se cortara ese nudo, no les faltarian los suministros a las divisiones alemanas del frente oriental. La cuestion era, sin embargo, en cuantos puntos habria que cortar para considerar la accion suficientemente eficaz. Bryan echo un vistazo a la via ferrea que se extendia a sus pies.

En las fotos que estaba tomando no se veria mas que unas vias desnudas, cubiertas por la nieve.

El primer estampido llego sin previo aviso, increiblemente violento, de la cola, apenas a medio metro del asiento de Bryan. Antes de que hubiera tenido tiempo de darse la vuelta. James ya estaba obligando al avion a subir en una aceleracion vertical.

Bryan sujeto el gancho del mosqueton al asiento y noto como el aire tibio de la cabina era aspirado hacia afuera.

El desgarro sufrido en el fuselaje era del tamano de un puno; el agujero de salida en el techo, como un plato. Los habia alcanzado un proyectil solitario de un canon antiaereo de pequeno calibre.

Conque, finalmente, habian pasado algo por alto.

El chirrido del motor durante la brusca ascension les impedia evaluar si los alemanes seguian disparando.

– ?Es grave alli atras? -grito James haciendo un gesto de satisfaccion al escuchar la respuesta-. ?Ahora empieza la funcion!

En ese mismo instante, James hizo un rizo completo, ladeo el avion ligeramente y lo dejo caer en barrena. Unos segundos despues, los canones del Mustang empezaron a repiquetear. Varias bocas de fuego los senalaban directamente mostrandoles el camino.

En el centro del mar de llamas habia algo que los alemanes no querian, bajo ningun concepto, que vieran.

James hizo que el avion se meciera de un lado a otro en una agitacion desconcertante, mientras el personal de la artilleria antiaerea intentaba alcanzarlos. Nunca vieron los canones, pero el estrepito era inconfundible. El Flakzwilling 40 emitia un zumbido caracteristico y espeluznante.

Cuando se hallaban muy cerca del suelo. James enderezo el avion bruscamente. Era su ultima oportunidad. La zona tenia un ancho de entre una milla y media y dos. La mano de Bryan tenia que ser muy segura para poder tomar alguna foto.

El terreno desaparecio bajo el avion. Cuadrados grises y torbellinos azules se alternaban con copas de arboles y edificios. Unas grandes alambradas rodeaban la zona que sobrevolaban estruendosamente. Varias torres de vigilancia descargaron fuego de ametralladora sobre ellos. Era en este tipo de campos donde se mantenia en cautiverio a los obreros esclavos. Los proyectiles trazadores, lanzados en densas descargas desde la espesura de un bosque que aparecio frente a ellos, hicieron que instintivamente James bajara el avion aun mas y se dirigiera directamente hacia los arboles. Muchas de las descargas de los canones iban a dar en lo mas profundo del bosque, entre los troncos, y hacian enmudecer la resistencia.

Entonces, James rozo las copas de los abetos y dejo que el avion se deslizara directamente sobre una enorme masa grisacea de red de camuflaje, muros, vagones de tren y montones dispersos de mercancias. Bryan tenia donde escoger para sus fotografias. Pocos segundos despues, volvieron a tomar altura y desaparecieron del lugar.

– ?Todo bien? -pregunto James.

Bryan asintio, le dio una palmada en el hombro y rezo para que los canones que sobrevolaban fueran sus unicos enemigos.

Pero no fue asi.

– ?Esta pasando algo raro aqui, Bryan! Si te incorporas, podras verlo. ?Es la cubierta protectora del motor! ?Lo ves? -No era dificil darse cuenta. Una punta de la chapa se habia soltado y se habia erguido en el aire. Si habia sido el picado, un proyectil o la onda expansiva lo que habia arrancado el triangulo, ahora no importaba. Se mirara por donde se mirase, aquello era una catastrofe.

– Vamos a tener que reducir mucho la velocidad, Bryan. Te das cuenta, ?verdad? Hay pocas posibilidades de que podamos volver con el convoy.

– ?Haz lo que te parezca mejor!

– Seguiremos las vias del tren. Si han enviado cazas detras de nosotros, probablemente crean que nos dirigimos directamente hacia el oeste. Tu te encargaras de vigilar el espacio aereo a nuestro alrededor, ?de acuerdo?

El viaje de vuelta iba a resultar interminable.

El terreno que sobrevolaban se iba haciendo cada vez mas llano. En un dia despejado podrian haber visto el horizonte dibujandose a su alrededor. De no haber sido por la tormenta, se les podria haber oido a varias millas de distancia.

– ?Como demonios piensas que vamos a volver, James? -dijo Bryan quedamente.

No valia la pena echar un vistazo al mapa; sus posibilidades eran minimas.

– Tu limitate a vigilar la pantallita que tienes delante, no puedes hacer nada mas -se oyo desde el asiento delantero-. Creo que la tapa no se desprendera, siempre y cuando mantengamos la velocidad de marcha.

– Es decir, siempre que mantengamos el camino mas corto de vuelta.

– ?Rodeando Chemnitz por el norte! ?Si, gracias, Bryan!

– ?Estamos locos!

– ?Nosotros, no, es la situacion!

La linea de ferrocarril que sobrevolaban no era un tramo lateral de segundo orden. Antes o despues apareceria un tren de municiones o de transporte de tropas. Unos pequenos canones de tubo doble faciles de ajustar o unos canones antiaereos Flak 38 de 20 mm podian acabar con ellos rapidamente. Y luego estaban los Messerschmidt. Una presa facil, podria decirse de ellos; lucha cuerpo a cuerpo y derribo, asi de breve seria el informe.

Bryan estaba considerando proponerle a James que ellos mismos pusieran el avion en el suelo, antes de que lo hiciera el enemigo. Su tactica era sencilla y practica: El cautiverio era preferible a la muerte.

Poso la mano sobre el antebrazo de James y lo sacudio ligeramente.

– Nos han descubierto, James -dijo con voz queda. Sin que mediara comentario alguno. James empezo a descender.

– Naundorf a proa. ?Ahora debes poner rumbo al norte…! -Bryan tan solo podia apreciar al enemigo como una sombra sobre el avion-. ?Ya esta! ?Ya lo tenemos aqui, James! ?Justo encima de nosotros!

James arranco el avion del suelo de un unico y violento tiron.

Todo el aparato vibro quejumbrosamente durante la aceleracion. La repentina ascension hizo que la cabina se vaciara de aire por culpa de la succion producida a traves del agujero que habia en el fuselaje detras del asiento de Bryan. Incluso antes de que este hubiera divisado el objetivo, empezaron a sonar los canones de James. Una descarga inexorable en el vientre paralizo al Messerschmidt al instante. La explosion fue mortifera.

El piloto nunca alcanzo a entender lo que le habia sobrevenido.

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