que viste llevaba gafas de sol.

Adam volvio a negar con la cabeza.

– No es el, estoy seguro. El hombre que yo vi en el puesto de las flores tenia la nariz torcida.

John miro a Quinn.

– ?La nariz torcida? ?Como si se la hubiera roto? ?Como el agente Peterson, aqui?

Adam se giro para examinar a Quinn. Inclino la cabeza a un lado, como si viera algo que nadie mas en la sala veia. Rowan se puso tensa.

– Si, como su nariz -dijo Adam, casi sorprendido por haber reconocido al menos un detalle-. No era recta, como esta -dijo, senalando la foto-. Y el hombre que yo vi tenia el menton mas pronunciado.

– Estoy orgulloso de ti, Adam. Has recordado muchas cosas.

– Pero el que yo vi no es el -dijo, senalando la foto de Peter.

– No importa. ?Que diferencias ves entre esta foto y el hombre que viste?

Adam fruncio el ceno, como si no entendiera.

– No lo se.

Maldita sea, habian llegado tan lejos. Si tuvieran una foto del sospechoso, Rowan no dudaba de que Adam lo habria reconocido.

– ?John? -llamo Tess, agotada-. John, Quinn, creo que he encontrado algo.

Los dos hombres se abalanzaron sobre su mesa.

– ?Que? -pregunto John.

– He hecho una busqueda de Robert MacIntosh en la base de datos medica a la que Quinn me ha dado acceso. Mira esto.

Miraron en silencio.

– ?Joder! -dijo John-. Rowan, ven aqui. -Era una orden, y Rowan obedecio. Pero sentia los pies pesados, como si arrastrara todo el cuerpo.

Miro la pantalla por encima del hombro de Tess. Al principio, no vio lo que habia visto John. Cada una de las filas parecian entradas medicas sobre Robert William MacIntosh. Su padre. Todas las entradas provenian del hospital de Bellevue, en Boston. Excepto una, dos semanas despues del asesinato. Multiples heridas de arma de fuego. La fecha de alta era cuatro semanas mas tarde, bajo custodia federal.

– Mi padre no fue herido de bala.

– Pero tu hermano, que tambien se llamaba Robert MacIntosh, si, cuando intento escapar.

– A Bobby lo mataron cuando intentaba escapar -dijo Rowan, negando con la cabeza.

– Segun estos datos, no.

Rowan empezo a temblar descontroladamente. Bobby no podia estar vivo. Era imposible. ?Como? ?Donde habia estado todo ese tiempo? Roger se lo habria contado. ?Acaso le habia mentido todos esos anos?

John se le acerco pero ella se aparto de el.

Roger tenia que haberlo sabido. Tenia que haber estado enterado de que Bobby estaba vivo. Y si Bobby estaba vivo era perfectamente capaz de haber matado a esas personas. Doreen Rodriguez. La pequena Harper, la nina de la coleta.

Michael.

Cogio el monton de fotos de la mesa y las hojeo, descartando la mayoria, sin importarle las que caian al suelo.

Bobby.

Eligio la foto mas nitida de Bobby que habia en el monton. Estaba esposado, y lo sujetaba un poli mientras otro abria la puerta de un coche patrulla. Bobby tenia sangre en la ropa. La sangre de Mel y Rachel. Nadie podia apunalar a un ser humano y salir indemne.

Tenia el pelo rubio, un poco mas oscuro que el de ella. Tenia los ojos fijos en ella. Arrogante. Sin remordimientos.

Trago bilis con solo pensar que Bobby seguia con vida. No podia ser. Eso significaba que Roger le habia mentido desde que la conocia.

Aplasto la foto contra la mesa frente a Adam.

– ?Este es el hombre que viste? -No conseguia disimular el miedo y la rabia en su voz.

– Rowan. -John estaba junto a ella, y le puso una mano en el brazo. Ella intento soltarse, pero el le apreto la muneca-. Necesitamos una foto reciente. Han pasado veintitres anos,

Veintitres anos. Si. Bobby habria cambiado, penso Rowan. ?Que aspecto tendria ahora? ?Era posible que lo hubiera visto y no lo supiera? ?Que no supiera que su maldito hermano estaba vivo y andaba libre por las calles?

Adam balbuceo algo, y ella se volvio hacia el.

– Adam, lo siento. Yo… oh, mierda -dijo, sin acabar, con la voz debil.

– Quiza -murmuro Adam.

Rowan saco su movil y marco el numero directo de Roger.

– Collins.

– ?Por que nunca me has contado que Bobby esta vivo? -pregunto, con voz fria, impersonal, como si otra persona hablara por su boca.

Roger estuvo sin responder un rato muy largo.

– Rowan, el te amenazo. Yo estuve sentado frente a esa semilla del diablo y lo escuche decirme como te mataria. Cuando escapo, mato a dos guardias. Lo juzgamos por esas muertes para que tu no tuvieras que declarar. Habia muchos testigos, y con dos policias muertos, no tardaron en darle cadena perpetua sin libertad condicional. No iba a salir en toda su vida, Ro. Y tu tenias unas pesadillas horribles. Gracie y yo estabamos preocupados. Si pensabas que estaba muerto, ?te haciamos algun dano? Nunca pense…

– ?Ha estado en la carcel todo este tiempo y yo no lo sabia? ?Como te has atrevido? ?Como te atreves a ocultarme una informacion tan importante? Ya no soy una ninita miedosa. Habria sido capaz de lidiar con ello.

– Pero…

– ?Donde esta? Ahora mismo, ?donde esta?

– En Texas.

– Quiero verlo.

– Hable con el director de la prision despues del primer asesinato, y…

– ?Sospechaste de el? -Rowan sintio que todo le daba vueltas. Sintio las manos de John en sus brazos, calmandola, obligandola a sentarse. Pero no veia nada. Estaba cegada por la rabia, una rabia del color de la sangre. Se imagino a Roger, el hombre que a menudo habia deseado tener como su verdadero padre, sentado a su mesa, diciendole que le habia mentido durante veintitres anos.

– No, en realidad, no. Solo lo comprobaba. Queria asegurarme de que no hubiera errores. Esta en la carcel de maxima seguridad, a prueba de fugas.

– Quiero verlo. Ahora.

– Rowan…

– Con o sin ti. -Era incapaz de hablar con Roger. Le lanzo el movil a John y el lo cogio.

– ?Collins? -dijo-. ?Donde esta la carcel? -Siguio una pausa-. Tomaremos el proximo vuelo -dijo, y colgo-. Rowan, si…

– John -interrumpio Tess-. Mira.

John y Rowan se giraron hacia la pantalla. Tess habia encontrado la foto de Bobby cuando lo encarcelaron.

– Esta es de hace cinco anos.

Bobby habia envejecido notablemente bien en la carcel, penso Rowan. Se le habia oscurecido el pelo y llevaba un corte estilo militar. Tenia el rostro duro, la mirada fria, la tez palida. Pero, en realidad, parecia una persona cualquiera. Una persona normal.

– Quiero irme a casa -se quejo Adam, desde su silla.

John se volvio hacia el y le ayudo a levantarse.

– Una foto mas, Adam. Solo una.

– ?Lo prometes? -inquirio Adam, con gesto enfurrunado.

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