– Lo se -murmuro ella. Detestaba pensar que Roger se preocupaba por ella. No queria darle mas sustos a su maltrecho corazon. No despues de todo lo que el y Gracie habian hecho por ella-. Pero no puedo irme de aqui.

– Enviare a un equipo para protegerte.

– No -dijo, con el tono mas subido de lo que era su intencion.

– Maldita sea. He leido los informes. Ese tio va por ti.

Se imagino a Roger de pie detras de su viejo y oscuro escritorio, tensando su mandibula cuadrada, los ojos oscuros entrecerrados y las arrugas de angustia que le surcaban la frente.

– Eso no lo sabemos -replico ella-. Hay que dejar que la policia continue con su investigacion. Puede que no tenga nada que ver conmigo. -En realidad, no lo creia, aunque a veces los ex novios o los maridos violentos llegaban a extremos para disimular sus crimenes. Quizas eso era lo que habia sucedido con Doreen Rodriguez.

– Es evidente que no tienes las cosas claras si te opones. Ese tipo va a por ti, y no descansare hasta que encontremos al muy cabron. Voy a protegerte aunque no te guste la idea.

– Roger, por favor no mandes a nadie. Apenas te lo puedes permitir con el escaso presupuesto que tiene el departamento despues del once de septiembre. -Aun asi, Rowan sabia que el tono de Roger no dejaba lugar a negociaciones. Y lo conocia lo bastante bien como para encontrar una alternativa aceptable para los dos.

– Los estudios han contratado a una empresa de seguridad.

– ?Me estas diciendo la verdad?

– Es lo que quiere mi productora, Annette O'Dell. Le dije que no queria a nadie, pero…

– Lo aceptaras, ?no? -Roger no se conformaria con un no.

– Si, lo aceptare -dijo ella, resignada-. Manana Annette me enviara a alguien para una entrevista.

– Sera mejor que sean buenos, Ro, que no sea uno de esos guardias jurados de supermercados que van metiendo las narices por todas partes.

Rowan no pudo evitar una sonrisa.

– Conociendo a Annette, seran buenos. Y discretos. No quiero que la prensa vaya husmeando mas de la cuenta, que es lo que han hecho hasta ahora. -Era poco probable que alguien hurgara en su pasado. No queria revivir esa pesadilla en publico, aunque viviera con ella cada dia de su vida.

– Si te da la impresion de que el equipo no es bueno, hazmelo saber y yo conseguire una autorizacion del jefe del FBI en Los Angeles. ?De acuerdo?

– Me parece justo.

– Te quiero -dijo Roger, en voz baja-. Por favor, cuidate.

Ella reprimio un sollozo. Seria tan facil volver a Washington y dejarlo todo en las habiles manos de Roger. Dejar que Gracie la mimara. O, mejor aun, esconderse en su cabana. Anoraba los bosques de pinos, las noches frias, el aire puro de su casa en Colorado.

Pero no podia hacer eso. Le seria imposible abandonar cuando tenia tantos compromisos y responsabilidades.

– Lo prometo -dijo.

Despues de la llamada de esa noche, una pesadilla turbo el sueno de Rowan. Se levanto temprano para salir a hacer footing por la playa, mucho antes de que el sol despuntara por los montes de Malibu, y se empleo a fondo en la carrera. Despues de ducharse, se metio en el estudio mientras Annette se ocupaba de asuntos pendientes en el comedor.

Un violento asesinato hacia tres dias y, despues, nada. La calma antes de la tormenta. Aquella idea le hizo estremecerse.

Rowan estaba sentada ante su mesa de trabajo encerrada en su estudio sin dar golpe pero sintiendose culpable por un crimen que no habia cometido. De pronto, oyo llegar los coches. Nadie se acerco a la puerta, de modo que miro por entre las venecianas y vio a los dos agentes de seguridad conversando. El lenguaje corporal daba a entender que se sentian bien juntos. Un equipo.

Ella nunca habia gozado de eso. Incluso con sus colegas en el FBI, nunca se habia sentido cerca de alguien. No podia. ?Que ocurriria si les pasaba algo?

Sono el timbre. Necesitaba unos minutos mas para recobrar la compostura. Queria muchisimo a Roger pero la conversacion de la pasada noche, sumada a todo lo demas, le habia traido recuerdos que tenia que volver a enterrar, al menos hasta que se encontrara de nuevo a solas.

– Bonito lugar -dijo Tess.

Michael miro a su alrededor, frunciendo el ceno. Apreciaba la estetica del lugar pero ahora le preocupaban mas los aspectos relacionados con la seguridad.

– Hay muchas ventanas. ?Donde estan las cortinas?

– El propietario nunca las ha puesto del lado de poniente. -Annette sacudio su melena oscura con un sutil movimiento de la cabeza. Annette era una mujer elegante y atractiva, de ojos azules e inteligentes-. Es un tipo muy excentrico. Asi que a veces por la tarde hace calor. -La productora siempre hablaba con marcadas inflexiones. A veces era irritante.

– Creia que Smith era una mujer.

– Lo es. El propietario es amigo mio, un actor que esta rodando una pelicula en Australia. Le alquila la casa a Rowan.

Michael miro a su alrededor, asimilando la distribucion del espacio.

Todo era blanco y deslumbrante, y habia mucho vidrio. Los muebles, la pintura de las paredes, las alfombras. El unico color visible era el de unos cuadros abstractos de colores primarios en tonos fuertes que decoraban las paredes aqui y alla. Esteril. Frio. El no viviria en un lugar asi, de eso estaba seguro.

Se encontraban en un salon amplio, en el nivel inferior de la primera planta. Tres grandes ventanales conformaban el escaparate del mar. A la derecha habia una sala de estar, una especie de biblioteca con un bar en una pared. A la izquierda estaba el comedor, en un nivel mas elevado, tambien con vistas al oceano. Las tres salas tenian puertas ventanas de doble batiente que daban al balcon.

Aquella casa era una jodida pecera.

– ?Que pasa? -pregunto Annette.

– Tenemos que hacer algo con estas ventanas -dijo, con un movimiento del brazo.

– ?Como que?

– Lo que sea.

– Pero nadie puede ver desde fuera. La casa esta orientada hacia el mar.

Michael procuro responder discretamente.

– Es verdad, pero alguien podria estar afuera por la noche, en el balcon, y ver todo el interior, con la casa encendida como un arbol de Navidad, y uno ni siquiera se daria cuenta. -Echo una mirada a su alrededor-. ?Donde esta la senora Smith?

– Esta en su estudio -dijo Annette-. Ire a buscarla.

?Esta sola?, penso Michael. Ya empezaba a no gustarle el ambiente de aquella mision. No sabia nada acerca de Smith excepto que era una ex agente federal convertida en escritora. Ahora trabajaba en un guion para Annette y vivia en una casa de cristal. Y, desde luego, sabia lo que habia leido en los periodicos acerca del asesinato en Denver.

Michael siguio a la productora con la vista mientras se alejaba por el pasillo y se detenia ante la primera puerta de doble batiente. Conocia a Annette y confiaba en ella, pero tomo nota mental para pedirle a Tess que llevara a cabo una breve y discreta investigacion sobre la productora y su empresa. Aunque nunca habia oido hablar de asesinatos perpetrados para conseguir publicidad, si sabia de casos de trampas montadas para llamar la atencion sobre una joven estrella o sobre una pelicula con malas criticas.

– ?Rowan? -dijo Annette, desde el pasillo-. Han llegado los de seguridad.

Se oyo una respuesta ininteligible.

Annette se volvio hacia Michael con una media sonrisa.

– Saldra en unos minutos.

– Oiga, no puede estar ahi sola. Si alguien se ha propuesto matarla, deberia estar visible en todo momento. -Paso junto a Annette y llamo con fuerza a la puerta-. Senora Smith, soy Michael Flynn. Por favor, salga.

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