– Usted ha trabajado para el FBI. Sabe perfectamente bien de que me ocuparia. Contestar a la puerta. Acompanarla cuando sale de casa. Cerrar todo por la noche y, si el tipo aparece, llevarla a un lugar seguro. ?Que mas quiere saber?

Rowan arqueo una ceja y parecia a punto de decir algo cuando sono el timbre. Se incorporo y Michael la miro con cara de pocos amigos.

– Diria que contestar a la puerta forma parte de mis obligaciones -dijo.

Ella asintio, y saco la Glock de la cartuchera que llevaba sobre su camiseta blanca.

Annette casi parecia excitada, y Tess saco su propio treinta y ocho corto.

Rowan no pudo evitar una sonrisa al ver el arma de Tess Flynn.

– Que monina la pistola -dijo, antes de que pudiera reprimir su odioso comentario.

Michael desaparecio por el pasillo en direccion al vestibulo. Habia sido policia quince anos, y seguramente habria ingresado en la academia justo despues de acabar el instituto. Tenia ese aire duro de los polis curtidos, un balanceo algo arrogante al andar, una estampa rigida. Casi despedia chispas, con esa especie de energia contenida, pero en torno a sus ojos verdes se marcaban las lineas de la risa, y llevaba el pelo demasiado largo como para ser un corte reglamentario. Tenia el aspecto de un rebelde, casi. Rowan no pudo evitar preguntarse por que habria abandonado el cuerpo siendo tan joven. Cuando se jubilara, no percibiria todos los beneficios, un detalle muy importante para la mayoria de los que trabajaban en los cuerpos de seguridad.

Se propuso investigar la cuestion.

Por otro lado, daba la impresion de saber lo que hacia en materia de seguridad personal. Si no lo aceptaba a el, Roger mandaria a un par de agentes. A Rowan no le agradaba la idea de que el Departamento ocupara tantos recursos en ella. Al menos hasta que tuvieran informacion fiable sobre el asesino.

El problema era que no le gustaba estar sujeta a las decisiones de otros. La idea de necesitar un guardaespaldas la ponia de mal humor. Era perfectamente capaz de cuidarse sola, tal como le habia dicho a Roger y, ahora, a este otro tipo, Michael Flynn.

Suspiro se froto los ojos bajo las pequenas gafas, resignada ante la idea de que tendria que ser Michael o un ex colega. No necesitaba las gafas para ver, pero tenerlas puestas tambien le permitia observar a las personas.

Al cabo de un rato, Michael volvio al comedor con una enorme corona funeraria blanca y verde.

Rowan se puso palida. Habia visto esa corona antes. En su imaginacion.

El olor dulce y empalagoso de las flores le recordo todos los funerales a los que alguna vez habia asistido. Eran demasiados, pero recordaba todos y cada uno de ellos. ?Quien dijo que el exceso de abundancia de belleza hacia de la muerte algo mas tolerable? La muerte, cuando era prematura, era algo que jamas podia perdonarse.

– Viene con una tarjeta -aviso Michael, y la busco.

– ?No la toque! -exclamo Rowan, y se le acerco rapidamente.

Michael se detuvo, con una mano suspendida en el aire.

– He revisado el paquete antes de dejar que se marchara el repartidor. Esta limpio. -Con los labios apretados en una linea rigida, parecia molesto, como irritado porque ella tuviera la osadia de cuestionar su competencia.

– No, no es eso. Las reconozco.

– ?Las flores?

– Son exactamente como las describi en una de mis novelas -dijo ella, asintiendo con la cabeza. La voz le temblo al hablar, y expresaba perfectamente lo que sentia. El asunto no tenia buena pinta y si cabia alguna esperanza de que hubiera un error en la entrega, esta se esfumo cuando Rowan saco la tarjeta de uno de los lados con las unas.

El mensaje preimpreso «IN MEMORIAM» aparecia seguido de una frase escrita a mano: Le ruego acepte mis profundas condolencias por la muerte de su personaje, Doreen. Estaba firmado por «Un admirador».

Rowan solto la tarjeta sobre la mesa como si se hubiera quemado, con el corazon latiendo a toda velocidad. Sintio el estomago revuelto con el cafe y el platano que habia ingerido tres horas antes para desayunar.

Michael se inclino para leer el mensaje.

– ?Que significa?

Rowan esperaba equivocarse, pero temia que no seria asi.

– Llame a la policia. Volvera a matar. Si es que no lo ha hecho ya.

Cuando la policia se marcho, varias horas despues, junto con Annette y Tess, Rowan estaba agotada. Michael no dijo nada cuando vio que se retiraba a su estudio. La policia seguiria la pista de las flores, pero Rowan ya parecia resignada a que alguien habia muerto. La actitud despreciativa que habia tenido ante la presencia de Michael desaparecio. Rowan se cerro emocionalmente y le dijo que hiciera lo que fuera necesario.

Michael estudio el sistema y el perimetro de seguridad, y comprobo las ventanas y puertas. Estaban bien cerradas.

Al caer la noche, Michael sintio que le rugia de hambre el estomago, y recordo que no habia comido desde el desayuno. En la nevera de Rowan no habia gran cosa, pero encontro algo de pasta. No era pasta fresca, pero bastaria. Mientras hervia el agua, inspecciono la despensa y saco una salsa de espaguetis, un frasco de champinones, una lata de olivas y tomate cortado en dados.

Flynn disfrutaba de la tranquilidad que le procuraba cocinar, sobre todo en una cocina de gourmet como esa. Mientras la cena se cocia a fuego lento, reviso los armarios hasta que encontro una botella de buen vino tinto. Miro el ano de cosecha con un gesto de aprobacion. Un buen vino. El no podia beber cuando estaba de guardia, pero quiza una copa relajaria a Rowan Smith.

– Me alegro de que lo apruebe -dijo Rowan desde la puerta.

Michael tuvo un sobresalto. Lo habia pillado por sorpresa. Solia darse cuenta cuando lo observaban.

– Pense que quiza le sentaria bien una copa para relajarse.

Ella asintio con la cabeza y fue a sentarse en uno de los taburetes altos. El descorcho la botella, le sirvio una copa y se la ofrecio.

– Gracias -dijo ella, con una media sonrisa.

– El vino es suyo.

– Por dejarme estar un rato a solas. -Ya no llevaba puestas las pequenas gafas, y el intento no mirarla directamente a sus bellos ojos color gris azulado. Eran unos ojos muy expresivos, a pesar de su rostro hieratico y su postura rigida. En ese momento, expresaban su cansancio, pero ella seguia pensando, quiza revisando mentalmente todos los casos en que habia trabajado.

– He visto que no hay gran cosa para comer, asi que he improvisado algo -dijo el, mientras echaba una mirada al guiso.

– La comida se echa a perder. Compro lo que necesito cuando lo necesito.

– Ha hablado como una autentica mujer soltera.

– No todas nos casamos, no somos ese tipo de mujer.

– Supongo que no. -Michael volvio a la cocina y revolvio la salsa. El habia pensado casarse en mas de una ocasion. La mas reciente era Jessica. Pensar en ella despertaba en el sentimientos de rabia y una profunda tristeza. De eso hacia dos anos, y se diria que aun no lo habia superado.

– ?Va todo bien? -pregunto Rowan.

Maldita sea, penso, no sabia que se le notaba tanto. Claro esta, ella habia sido policia, y estaba acostumbrada a interpretar el lenguaje corporal.

– Bien -respondio con voz queda, y le dio la espalda mientras escurria las verduras, lo juntaba todo y lo servia en dos platos. Cuando dejo el plato frente a Rowan, ya habia conseguido apartar a Jessica de sus pensamientos.

– Normalmente, lo acompanaria con pan y una ensalada, pero no habia -dijo, intentando tomarse a la ligera sus armarios de cocina vacios.

– Huele de maravilla.

– Gracias.

Comieron en medio de un silencio de viejos camaradas, codo con codo junto al mostrador de la cocina.

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