—No me gustaria tener que resolver problemas cuantitativos sobre lo que has estado diciendo —replico Easy—, pero creo tener una buena imagen cualitativa. Tengo la impresion de que dudas un poco de decirle a Don muy exactamente cuando va a levantar la niebla. ?Serviria de algo un informe suyo sobre la presion y vientos de superficie? Ya sabes que el Kwembly tiene instrumentos.

—Quiza —admitio McDevitt, mientras Benj asentia silenciosamente—. ?Puedo hablar directamente con el Kwembly? ?Me entendera alguno de ellos? Mi stenno todavia no existe.

—Yo traducire si puedo conservar tus terminos tecnicos sin variaciones —replico Easy—. Aunque si planeas hacer algo mas que una visita de un mes aqui, seria una buena idea intentar adquirir el lenguaje de nuestros amiguitos. Muchos de ellos conocen algo del nuestro, pero lo apreciarian.

—Pienso hacerlo. Si puedes ayudarme, estare encantado.

—Ciertamente, siempre que pueda; pero veras a Benj mucho mas.

—?Benj? Ha llegado aqui conmigo hace tres semanas, y no ha tenido mas oportunidades que yo de practicar idiomas. Los dos hemos estado revisando las redes de observacion y de computacion locales, completando el mapa del proyecto.

Easy hizo una mueca a su hijo.

—Eso esta bien. El es como yo para los idiomas, y creo que te sera de utilidad, aunque admito que ha aprendido su stenno mas por mi que por los mesklinitas. Insistio en que le ensenase algo que sus hermanas no fueron capaces de entender. Atribuyelo, si quieres, a orgullo materno, mas ponlo a prueba, pero mas tarde; me gustaria tener esa informacion para Dondragmer lo antes posible. Dijo que el viento era del oeste a unos cien kilometros por hora, si eso sirve de ayuda.

Los meteorologos pensaron por un momento.

—Operare lo que tenemos en integracion, anadiendo eso ultimo —dijo al fin—. Entonces podremos llamarle y proporcionarle algo, y si los detalles numericos que nos de son demasiado diferentes, podemos operar otra vez con bastante facilidad.

El y el muchacho se volvieron hacia el equipo, y durante varios minutos sus actividades no significaron nada para la mujer. Por supuesto, ella sabia que estaban proporcionando datos numericos y factores influyentes a unos ingenios computadores que, presumiblemente, estaban ya programados para manejar los datos en forma apropiada. Se sintio complacida al ver a Benj realizando su parte del trabajo aparentemente sin supervision. Ella y su esposo habian sido avisados de que los poderes matematicos del muchacho quiza no estuviesen a la altura necesitada por su campo de interes. Por supuesto, lo que el hacia ahora era rutina que podia ser manejada por cualquiera con un poco de entrenamiento, lo entendiese realmente o no, pero Easy prefirio interpretar su actuacion como alentadora.

—Por supuesto —observo McDevitt, mientras la maquina iba digiriendo su contenido—; de todas formas, quedara lugar para las dudas. Este sol no afecta mucho la temperatura superficial de Dhrawn, pero su efecto no es totalmente despreciable. El planeta ha estado acercandose al sol casi desde que vinimos aqui hace tres anos. No tuvimos ningun informe sobre la superficie, excepto los de media docena de robots, hasta que se establecio un ano y medio mas tarde la colonia mesklinita, e incluso sus medidas cubren solamente una fraccion diminuta del planeta. Por mucho que queramos creer en las leyes de la fisica, nuestro trabajo de prediccion es casi por completo empirico. En realidad, todavia no tenemos datos suficientes para reglas empiricas.

Easy asintio.

—Comprendo eso, y tambien Dondragmer —dijo—. Sin embargo, teneis mas informacion que el, y supongo que en este momento cualquier cosa le viene bien. Se que si yo estuviese alla abajo, a miles de kilometros de cualquier tipo de ayuda, dentro de una maquina que, en realidad, esta en periodo de ensayo e incapaz de ver lo que me rodea… Por mi experiencia puedo deciros que estar en contacto con el exterior ayuda, no solo en forma de conversaciones, sino de tal modo que puedan mas o menos verte y saber lo que estas pasando.

—Seria dificilisimo verle —intervino Benj—. Incluso si el aire estuviese claro en el otro extremo, seis millones de kilometros es mucha distancia para un telescopio.

—Por supuesto, tienes razon, pero creo que sabes lo que quiero expresar —dijo tranquilamente su madre.

Benj se encogio de hombros y no dijo mas; de hecho siguio un silencio bastante tenso quiza durante medio minuto.

Fue interrumpido por el computador, que arrojo delante de McDevitt una pagina con simbolos cripticos. Los otros dos se inclinaron sobre sus hombros para verla, aunque Easy no se entero de mucho. El muchacho, despues de ojear durante cinco segundos las lineas de la informacion, emitio un sonido a medio camino entre un grunido de desprecio y una risotada. El meteorologo levanto la vista.

—Adelante, Benj. Puedes ser todo lo sarcastico que quieras con este. Aconsejaria que no se le den a Dondragmer estos resultados sin haberlos censurado.

—?Por que? ?Que hay de malo en ellos? —pregunto la mujer.

—Bueno, la mayor parte de los datos, por supuesto, provenian de las lecturas de los satelites. Inclui tu informacion sobre el viento, con algunas dudas. No conozco que clase de instrumentos tienen las orugas alla abajo, o la precision con que las cifras te han sido transmitidas, y hablaste de que la velocidad del viento era alrededor de sesenta. No mencione la niebla, puesto que no me dijiste mas que estaba alli, y no tenia cifras. La primera linea de esta operacion del computador dice que la visibilidad con luz normal —normal para los ojos humanos, y supongo que sera lo mismo para los mesklinitas— es de treinta y cinco kilometros para una mancha de un grado.

Easy enarco las cejas.

—?Pero como explicais algo asi? Creia que todos los antiguos chistes sobre los hombres del tiempo estaban completamente pasados de moda.

—En realidad, estan rancios. Lo explico por el sencillo hecho de que no tenemos, ni podemos tener, una informacion completa que darle a la maquina. La carencia mas obvia es un mapa topografico detallado del planeta, especialmente de tres millones de kilometros cuadrados al oeste del Kwembly. Un viento que bajase o subiese una pendiente de veinticinco metros por kilometro a una velocidad respetable, cambiaria la temperatura de la masa de aire rapidamente, tal y como Benj apunto hace unos minutos. En realidad, los mejores mapas que tenemos de la topografia fueron realizados teniendo en cuenta ese efecto, pero son bastante esquematicos. Habra que conseguir medidas mas detalladas de la gente de Dondragmer y operarlas de nuevo. ?Dijiste que Aucoin iba a conseguir una posicion mas exacta para el Kwembly?

Easy no tuvo tiempo de contestar; el mismo Aucoin aparecio en la puerta de la habitacion. No se molesto en saludar y dio por hecho que los meteorologos habrian recibido de Easy la informacion pertinente.

—Ocho punto cuatro cinco grados al sur del ecuador, siete punto nueve dos tres al este del meridiano de la colonia. Es lo mas cerca que se atreven a confirmar. ?Mil metros, o algo asi, es demasiada diferencia para lo que necesitas?

—Hoy todo el mundo es sarcastico —musito McDevitt—. Gracias, eso esta muy bien. Easy, ?podemos bajar a Comunicacion y hablar con Dondragmer?

—De acuerdo. ?Te importa que venga Benj? ?O tiene algun trabajo aqui? Me gustaria que el tambien conociese a Dondragmer.

—Y de paso, que despliegue sus poderes linguisticos. De acuerdo, puede venir. ?Tu tambien, Alan?

—No. Hay otros trabajos que hacer. Me gustaria conocer los detalles de cualquier pronostico que considereis de confianza y todo lo que informe Dondragmer que concebiblemente pueda afectar a Planificacion. Estare alli.

El meteorologo asintio. Aucoin salio en una direccion y los otros tres bajaron por las escalas hasta la sala de Comunicaciones. Como habia dicho que haria, Mersereau habia desaparecido, pero uno de los otros vigilantes habia cambiado de posicion para observar la pantalla del Kwembly.

Movio la mano y volvio a su puesto cuando Easy entro. Los otros prestaron poca atencion al grupo. Se habian dado cuenta de las partidas de Easy y de Mersereau simplemente a causa de la importante norma de que nunca habria en la sala menos de diez observadores a la vez. Los puestos no eran asignados siguiendo un plan rigido; se habia demostrado que esto provocaba un equivalente de la hipnosis de la carretera.

Los cuatro equipos de comunicacion conectados con el Kwembly tenian sus microfonos centrados delante de un grupo de seis asientos. Las correspondientes pantallas visuales estaban colocadas mas altas, de forma que tambien podian ser vistas desde los asientos generales mas atras. Cada uno de los seis asientos que formaban la

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