desalinadas tendian a ser de izquierdas, privilegiaban la sustancia y despreciaban la forma; las mas cuidadas eran generalmente de derechas, catolicas y discretas; las amantes de los placeres de la vida, maquilladas y perfumadas, no querian saber nada de politica ni de religion, su ideologia era encontrar a un muchacho prometedor como marido. El murmullo se prolongo, pero los rezagados se hicieron raros, aparecian ya con cuentagotas.

Tras considerar que ya estaban dadas, por fin, las condiciones adecuadas para comenzar la clase, Tomas se levanto de la mesa y se enfrento a los alumnos.

– Muy buenos dias.

– Buenos dias -respondieron los estudiantes en un rumor desordenado.

El profesor dio unos pasos frente a los primeros pupitres.

– En las clases anteriores, como bien recordareis, hablamos sobre la aparicion de la escritura en Sumeria, especialmente en Ur y Uruk. Estudiamos las inscripciones cuneiformes de una tablilla de Uruk y leimos el texto de ficcion mas antiguo que se conoce, la Epopeya de Gilgamesh.

Entraron algunos alumnos mas en la sala.

– Vimos tambien una estela del rey Marduk y analizamos los simbolos de Acadia, de Asiria y de Babilonia. Hablamos despues sobre los egipcios y los jeroglificos, leyendo fragmentos del Libro de los muertos, las inscripciones en el templo de Karnak y una serie de papiros -dijo e hizo una pausa para acabar con el resumen de la materia ya impartida-. Hoy, y para concluir la parte referida a Egipto, vamos a ver de que modo se descifraron los jeroglificos. -Se detuvo y miro a su alrededor-. ?Alguien tiene alguna idea al respecto?

Los estudiantes sonrieron, habituados a la forma taimada en que el profesor los invitaba a participar en la clase.

– Fue la piedra de Rosetta -dijo una alumna, esforzandose por mantenerse seria.

La importancia de la piedra de Rosetta en el desciframiento de los jeroglificos era algo obvio.

– Si -asintio Tomas con un gesto no muy convencido, lo que sorprendio a los alumnos-. La piedra de Rosetta desempeno, sin duda, su papel, pero no puede decirse que haya sido el unico factor. Ni siquiera, acaso, el mas importante.

Se multiplicaron los semblantes intrigados en el aula. La alumna que habia respondido a la pregunta se mantuvo en silencio, disgustada por no haber salido tan bien parada como suponia con su respuesta. Otros chicos se agitaron en los bancos.

– ?Por que, profesor? -intervino una estudiante sentada a la izquierda, una gordita baja y con gafas, habitualmente de las mas atentas y participativas. Tenia una actitud obsequiosa, debia de ser catolica-. ?No fue, pues, la piedra de Rosetta la que proporciono la clave del significado de los jeroglificos?

Tomas sonrio. Reducir la importancia de la piedra de Rosetta, implicito en su tono, habia producido el efecto que deseaba. Habia despertado a la clase.

– Si, de algo sirvio. Pero hubo muchos otros factores. -Una nueva alumna entro en la sala y el profesor la observo de refilon, distraidamente-. Como ya sabeis, durante siglos… -vacilo, centrando su atencion en la recien llegada-. Pues…, durante siglos… los jeroglificos… -Era una chica a la que nunca habia visto-. Los jeroglificos constituyeron…, pues…, constituyeron un gran misterio. -La chica desconocida fue a sentarse en la ultima fila, aislada de todos, que la observaban atentamente-. Los…, pues…, jeroglificos mas antiguos… -Tenia un pelo rubio, con bucles, brillante y vivo, y un cuerpo voluptuoso-. Los primeros jeroglificos, pues, se remontan a… pues… tres mil anos antes de Cristo. -Tomas hizo un esfuerzo por concentrarse en la materia y se impuso desviar la mirada de la chica, se dio cuenta de que no era nada bueno seguir asi pasmado y titubeante de tanto observarla-. Los…, pues…, jeroglificos siguieron casi inalterados durante mas de tres mil anos, hasta que, a finales del siglo iv d.C., dejaron de usarse. Su uso y su lectura se perdieron subitamente, en el lapso de tiempo de solo una generacion. ?Y sabeis por que?

La clase guardo silencio. Nadie lo sabia.

– ?Los egipcios se quedaron amnesicos? -bromeo un alumno, uno de los pocos chicos que integraban ese curso.

Risitas en la sala, a las chicas les parecia gracioso.

– Por culpa de la Iglesia cristiana -explico el profesor con una sonrisa forzada-. Los cristianos prohibieron a los egipcios usar los jeroglificos. Querian romper con su pasado pagano, querian obligarlos a olvidar a Isis, Osiris, Anubis, Horus y a toda aquella inmensa cohorte de dioses. La ruptura fue tan radical que desaparecio, lisa y llanamente, el conocimiento de la antigua escritura. -El profesor hizo un gesto rapido y suspiro-. De un momento a otro, ni una sola persona llego a ser capaz de entender lo que querian decir los jeroglificos. La vieja escritura egipcia paso a la historia en un abrir y cerrar de ojos.

– Tomas se atrevio, ahora que habia transcurrido por lo menos un minuto, a lanzar una mirada fugaz a la recien llegada-. El interes por los jeroglificos se mantuvo en un segundo plano y solo se reavivo a finales del siglo xvi, cuando, por influencia de un libro misterioso, titulado Hypnerotomachia Poliphili, de Francesco Colonna, el papa Sixto V mando colocar obeliscos egipcios en las esquinas de las nuevas avenidas de Roma. -A Tomas le parecio una diosa, aunque de un tipo diferente, sin duda, al de Isis-. Los eruditos comenzaron a intentar descifrar aquella escritura, pero no entendian nada, creian estar frente a semagramas, caracteres que representaban ideas completas. -Ella era mas del estilo de las divinidades nordicas-. Cuando Napoleon invadio Egipto, mando ir tras de si a un equipo de historiadores y cientificos con la mision de cartografiar, registrar y medir todo lo que encontrasen. -Una especie de cortesana para animar los festines de Thor y Odin-. Ese equipo llego a Egipto en 1798 y, al ano siguiente, fue requerido por los soldados instalados en Fort Julien, en el delta del Nilo, para ver algo que habian encontrado en la ciudad de Rosetta; en las proximidades, concretamente. -La rubia tenia ojos de un azul turquesa cristalino, la piel de un blanco lacteo, e irradiaba una belleza despampanante, de esa especie de belleza que aprecian especialmente los hombres y desprecian las mujeres-. Los soldados habian recibido la mision de demoler una pared, con el fin de abrir un camino hacia el fuerte que ocupaban, cuando descubrieron, metida en la pared, una piedra con tres tipos de inscripciones. -Tomas llego a la conclusion de que se trataba de una extranjera, eran raras en Portugal aquellas rubias tan palidas-. Los cientificos franceses miraron la piedra, identificaron caracteres griegos, demoticos y jeroglificos, concluyeron que se trataba del mismo texto en las tres lenguas y se dieron cuenta inmediatamente de la importancia del descubrimiento. -?Seria alemana?-. El problema es que las tropas britanicas avanzaron sobre Egipto y derrotaron a las francesas, y la piedra, que supuestamente seria enviada a Paris, acabo siendo remitida al Museo Britanico, en Londres. -Podia ser italiana o francesa, pero Tomas apostaba por un pais nordico-. La traduccion del griego revelo que la piedra contenia un decreto de la asamblea de los sacerdotes egipcios, que registraba los beneficios que el faraon Ptolomeo habia concedido al pueblo de Egipto y los honores que, a cambio, rindieron los sacerdotes al faraon. -Tal vez era holandesa o inglesa, pero Tomas intuia que habia venido de Alemania, no del estilo alemana-yegua ni alemana- vaca, sino mas bien alemana-modelo, alta y resplandeciente, una verdadera portada de revista-. Por tanto, los cientificos ingleses concluyeron que si las otras dos inscripciones contenian el mismo edicto, entonces no seria dificil descifrar los textos demotico y jeroglifico.

– ?Ah! -exclamo la alumna gordita con gafas, la misma listilla que antes habia interrogado al profesor-. Pero en el fondo fue la piedra de Rosetta la que proporciono la clave para descifrar los jeroglificos…

– Calma -solicito Tomas, alzando la mano derecha-. Calma -repitio e hizo una pausa dramatica-. La piedra de Rosetta tenia tres problemas. -Alzo el pulgar-. En primer lugar, estaba danada. El texto griego se mantenia relativamente intacto, pero faltaban partes importantes del demotico y, sobre todo, del jeroglifico. Habian desaparecido la mitad de las lineas del jeroglifico y las restantes catorce lineas estaban deterioradas. -Alzo el indice-. Otro problema era que los dos textos sin descifrar estaban escritos en egipcio, una lengua que, supuestamente, no se hablaba desde hacia, por lo menos, ocho siglos. Los cientificos lograban entender cuales eran los jeroglificos correspondientes a determinadas palabras griegas, pero desconocian su sonido. -Alzo el tercer dedo-. Finalmente, se anadia el problema de que, entre los eruditos, estaba muy arraigada la idea de que los jeroglificos eran semagramas, cada simbolo contenia ideas completas, y no fonogramas, en los que un simbolo representa un sonido, tal como ocurre en nuestro alfabeto fonetico.

– Entonces ?como descifraron los jeroglificos?

– La primera brecha en el misterio de los jeroglificos se abrio gracias a un genio ingles llamado Thomas Young, un hombre que, a los catorce anos, ya habia estudiado griego, latin, italiano, hebreo, caldeo, siriaco, persa, arabe, etiope, turco y… eh… y… dejenme que consulte…

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